Capítulo 54

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Tanto Joshua como Mingyu comenzaron a ponerse nerviosos al notar a aquel sujeto, quien no dejaba de mirarlos; llevaba una túnica negra con capucha, dejando únicamente al descubierto sus tenis negros que parecían enlodados. En la cara llevaba una máscara blanca, la cual tenía las mejillas pintadas con un círculo rosa en cada una, una sonrisa demasiado espeluznante y unas líneas negras en la frente que comenzaban en el entrecejo y terminaban en el borde de la máscara.

Probablemente el sujeto en el interior podría estar mirando hacia otro lado y únicamente parecer que los estaba viendo, pero ellos estaban seguros de que su mirada estaba clavada en ellos porque se veían los ojos a través de la máscara y ya habían comprobado que en un par de ocasiones movió los ojos hacia otro lado.

—Won...— murmuró Mingyu, pero por la música no fue escuchado. Abrazó a su novio por los hombros, mientras seguía bailando para disimular un poco —bebé, hay un sujeto en la esquina que no nos ha quitado la mirada de encima— dijo en el oído del mayor, lo suficientemente audible para que lo escuchara.

—Déjame ver— respondió con calma.

Mientras seguían bailando, como si fuese una balada lo que sonaba, dieron vuelta en el mismo lugar, dejando que Wonwoo mirase hacia la ventana, donde Mingyu había indicado que estaba. Wonwoo miró al lugar, en el sillón estaban sentadas un par de chicas, o al menos eso parecían; junto a ellas estaba un sujeto disfrazado de Frankenstein, pero estaba hablando con otra persona, así que estaba mirando hacia un costado. Cerca de ellos habían otras dos personas, uno con disfraz de zombie y otro parecía un payaso muerto o algo por el estilo. Pero fuera de esas personas, no habían más que se vieran sospechoso o que llevasen una máscara como la que Mingyu había dicho mientras él observaba su alrededor.

—No hay nadie con máscara— dijo Wonwoo.

—¿Cómo que no?— preguntó extrañado y rápidamente los dio vuelta para mirar hacia la esquina. La persona ya no estaba, ya no había un sujeto con máscara mirándolo directa e incómodamente —juro que estaba ahí, había una persona mirándonos.

—Min... debes estar asustado y lo imaginaste, o tal vez si había alguien, pero no estaba viéndonos y se fue por un instante. Relájate, ¿sí?

—¿Cómo voy a relajarme si hay gente desapareciendo?— dijo y se alejó de su novio, deshaciendo el abrazo para mirarlo a los ojos.

—No hay gente desapareciendo.

Jeonghan y Joshua rápidamente los vieron peleando y se acercaron más para ver qué les sucedía.

—¿Todo en orden?— preguntó Jeonghan.

—No— respondió con seguridad Mingyu— ahí había un sujeto mirándonos de forma aterradora— señaló hacia la esquina sin mirar al lugar.

—¿También lo notaste?— preguntó Joshua —creí que ya estaba un poco paranoico.

Mingyu hizo un gesto de tener la razón, estar aliviado de que no era su imaginación y de miedo porque tenía razón, todo a la vez —¡lo ves! No lo estaba imaginando.

—Sólo es idea suya, seguro estaba mirando a alguien más.

—No— negó el menor de los cuatro y se cruzó de brazos —alguien nos estaba viendo de forma aterradora.

—¿Y dónde está?

—¡No lo sé!

—¿Es ese de allá?— intervino Jeonghan mirando hacia la puerta de la sala.

Los tres miraron hacia el lugar, notando a un sujeto que los miraba tal y como Mingyu describía.

—N-no es él, el otro llevaba una máscara blanca con mejillas rosas, pero ya está dándome miedo.

Esta persona llevaba la misma túnica negra con capucha, pero la máscara era diferente; en lugar de ser blanca con mejillas rosadas, era de color gris, con una expresión depresiva y un tanto perturbada, como si hubiera visto alguna criatura que lo petrificó estando aterrada. En los ojos podía verse claramente hacia donde estaba viendo y ellos eran el objetivo.

Mingyu se abrazó al brazo de Wonwoo, buscando un poco de protección y a la vez para no separarse de él. Jeonghan y Joshua se tomaron de las manos, no estaban tan asustados como el menor, pero tampoco querían separarse si algo llegaba a pasar.

La mirada con aquella persona duró algunos minutos, parpadeaba muy poco y no movía ni un solo músculo de su cuerpo. La gente pasaba entre ellos, a veces impidiéndolo verlo adecuadamente, hasta que un grupo de personas pasó y al despejarse el camino, el sujeto había desaparecido.

—Tengo miedo— murmuró Mingyu, pero por la música, fue imposible escucharlo.

—¿Cómo cuánto creen que mida esa persona?— preguntó de pronto Wonwoo.

Jeonghan miró a su novio, luego a Wonwoo y por último a Mingyu, si comparaba las estaturas, era mucho más bajo que ellos —¿creen que sean Jihoon y Seungcheol jugándonos una broma? No los hemos visto en toda la noche.

—Es lo que estaba pensando— dijo Wonwoo.

—¡Agh! ¡Estúpidos! ¡Dejen de asustarnos así!— gritó el menor, pero apenas y los que estaban cerca de ellos pudieron escucharlo.

—La próxima vez que los veamos nos acercamos, les quitamos las máscaras y solucionado— dijo Wonwoo calmadamente abrazándose a su novio.

Mingyu lo atrajo más a su cuerpo, aunque era él quien más aterrado estaba, le gustaba más abrazar a su novio en esa posición. El menor se sentía más tranquilo pensando en que esas personas eran sus amigos, aunque creyó que habían decidido disfrazarse uno de mago y el otro de conejo, seguramente habían decidido de último momento cambiar sus trajes.

No dudaba que aquella broma fuese ideada por Jihoon, ya lo conocía lo suficiente para saber que sería capaz de hacer algo como eso y Seungcheol era un idiota enamorado que haría cualquier cosa que su novio propusiera. Pero a pesar de que ya sabían quienes se ocultaban detrás de la máscara, eso no explicaba las desapariciones.

Yuta aún seguía buscando a Winwin, aunque ya no tan preocupadamente como hace rato, Wonwoo lo había convencido de que se había ido, tal vez le había surgido algo y se fue sin avisar, o tal vez se fue con algunos amigos que lo convencieron; su teléfono se quedó sin batería y por eso no lo podía contactar. Cualquier cosa que hubiese sucedido, Yuta ya no estaba tan preocupado, pero eso no le impedía mirar de vez en cuando por todo el lugar, para ver si no estaba por ahí su amigo.

Por otro lado, las otras personas que habían extraviado algún amigo, algunos seguían buscando, mientras otros se habían rendido y decidieron seguir disfrutando de la fiesta, y unas pocas se habían ido del lugar.

La noche pasaba rápidamente, poco a poco los invitados comenzaron a irse, ya eran las dos de la mañana, y ya que era la noche de Halloween, muchos temían que los fantasmas salieran a las tres de la madrugada para asustarlos. No muchos creían en eso, y principalmente ellos eran los que se estaban quedando, pues había rumores de que se pondría una película de terror a esa hora y los anfitriones (quienes eran del cuerpo estudiantil que abogaba por todos los estudiantes ante conflictos administrativos o con docentes) estarían asustando a las personas que más asustadas se vieran.

Mingyu ya quería irse de la fiesta, no planeaba quedarse a ver una película de terror y salir espantado, no sólo por la televisión, sino por otras personas a su alrededor, suficiente había tenido con la bromita de Jihoon y Seungcheol.

—¿Ya nos vamos a ir?— preguntó Mingyu al ver que su novio lo tomaba de la mano y lo guiaba fuera de la sala.

—Iremos a un lugar mejor.

—¿A mi casa?

—Cállate, Min. Sólo vayamos.

Mingyu miró hacia atrás, encogiéndose de hombros y despidiéndose con la mano del par de ángeles con los que habían pasado la noche.

Gamers in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora