Capítulo 29

1.3K 188 22
                                    

Desde el primer instante en el que jugaron The Last of Us, fue la mejor experiencia de juegos que habían tenido, y eso que no tuvieron la oportunidad de jugar más que una hora, pues Hansol tuvo que irse a casa en cuanto su padre pasó por él. Seungkwan quería que juntos avanzaran y concluyeran el videojuego, así que cuando el menor se fue a casa, tuvo que hacerlo sin el videojuego, conociéndolo, habría continuado la partida un rato más sin él.

Al día siguiente la pasaron juntos desde temprano, Seungkwan había ido a su casa para ayudar a la mamá del menor a decorar la casa, aunque Hansol había dicho que no quería nada de decoraciones, su mamá y Seungkwan no le hicieron caso y decoraron la casa a su gusto. La pasaron muy bien en el festejo, pudieron jugar un poco con los videojuegos de Hansol y aunque a veces los adultos los interrumpían, o los niños menores intentaban jugar también, todos la pasaron bien.

Fue hasta el día siguiente de la fiesta que Seungkwan pudo probar finalmente su tan ansiado juego, esperaba con gran emoción poderlo jugar y al fin podía hacerlo. Creyó que sería como sus demás videojuegos, que lo jugaría todo el día el primer día que lo jugaba y luego se olvidaría de él, pero era tan entretenido cumplir con las misiones que le daban, que no podía despegarse por mucho de ese juego.

Ya había pasado una semana y de lo único que hablaba Seungkwan era de lo entretenido que era jugar Animal Crossing, además de lo tierno que le parecían los personajes; aunque a Hansol no le gustase escuchar mucho lo que Seungkwan le contaba sobre ese juego, lo hacía porque recibía mimos cada vez que hablaba el mayor.

Ambos estaban en casa de Seungkwan, jugando The Last of Us, pero ahora se habían tomado un pequeño descanso para comer de las mandarinas que sus padres comercializaban en uno de sus tantos negocios. Estaban recostados en el sofá, para ser más específicos: Hansol estaba recostado en las piernas de Seungkwan, mientras recibía cada cierto tiempo gajos de mandarina para que comiera; el mayor estaba acariciándole el cabello, alimentándolo y contándole un poco de lo que había hecho ese día en Animal Crossing.

—...pensé que no podría terminar de hacer ese favor, pero al final encontré lo que me hacía falta.

—Mhm...— se limitó a contestar mientras recibía otro gajo.

—¿Que te parece la idea de tener un hijo?— cambió de tema tan drásticamente a un tema bastante inusual que Hansol se atragantó y tuvo que sentarse para poder tragar adecuadamente los restos de mandarina que había recibido, pero es que hablar de lo tierno y lindo que eran los personajes de su videojuego, le habían recordado que quería hacerle esa pregunta a Hansol desde hace unos días. —¿Estás bien?

—¿A qué... te refieres con un hijo?— tuvo que hacer una pausa para recuperar el aliento por la atragantada.

—A un cachorro, bobo. Verás, la perrita que tiene mi hermana tuvo cachorritos, y dejará que adopte a uno de ellos, ¿por qué no lo hacemos juntos?

La camada de la perrita que tenía su hermana, iba a ser dada en adopción para personas que pudieran cuidarlos y amarlos adecuadamente, pero ya que su hermano le había mencionado que quería un cachorrito, lo llamó primero para que escogiera a uno de los bebés.

—Pero, ¿quién se hará cargo de él? ¿Con quién vivirá? No tendría problema si viviéramos juntos, pero somos demasiado jóvenes para vivir juntos.

—Estás adelantándote demasiado— tomó a Hansol por los hombros y lo hizo recostarse nuevamente en sus piernas para seguir acariciando su cabello —como yo seré la mamá, va a tener que vivir conmigo, pero puede pasar fines de semana contigo.

—¿Seremos como una pareja divorciada?

—¿Por qué eres así?— preguntó con un gestó en la cara de molestia —sólo di que sí, o sino buscaré otro padre para mi hijo, porque de que tendré un cachorro, lo tendré.

Gamers in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora