Capítulo 31

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Luego de que Joshua tuviese que irse, el resto de los chicos se entretuvo viendo películas y jugando un poco más en Legend of Pledis, pero el día pasó rápidamente y lo que más ansiaban Seokmin y Soonyoung había ocurrido. Despidieron a sus tres amigos un poco antes de que oscureciera para que no fuese tan peligroso caminar por la noche y a decir verdad, ambos estaban muy nerviosos al quedarse solos.

Sabían para qué habían hecho tanto a pesar de que nunca lo dijeron directamente, era más que obvio y sus amigos les dieron unos cuantos concejos, pero aún así, no podían evitar estar nerviosos. Regresaron al sillón de la sala para ver una nueva película, estaban abrazados y alimentándose el uno al otro con las palomitas de maíz, pero no podían evitar pensar en una sola cosa.

Soonyoung comenzó a jugar con la mano de Seokmin, estirando sus dedos, o entrelazándolos con los suyos, e incluso apretando el dorso de su mano para ver qué tanta fuerza soportaba y desde que comenzaron a ser novios, esas cosas sólo las hacía cuando estaba nervioso, así que Seokmin se dio cuenta de lo que pasaba por su mente y que lo ponía de esa manera.

—¿Crees que debamos esperar un poco más?— preguntó Seokmin mientras veía las manos de Soonyoung atrapar la suya entre ellas.

El mayor se quedó en silencio por un corto tiempo antes de hablar —no sabes cuántas veces imagine lo muy atrevido y pervertido que sería en este momento, pero ahora estoy muy nervioso, y no sé por qué.

—Necesitas valor, como cuando nos hicimos novios— sonrió y llevó una mano a la mejilla de su mayor para luego unir sus labios.

Casi siempre se besaban de una manera apresurada y un tanto provocativa, pero esta vez fue dulce, tranquila y bastante placentera, poco a poco iban deslizándose en el sillón, hasta que Seokmin quedó completamente recostado y Soonyoung encima de él. Ese beso era lo único que el mayor necesitaba para dar el siguiente paso.

Se colocó entre las piernas de su novio, comenzando a frotar su pelvis contra la entrepierna del castaño, algo suave y lento para no lastimarlo con lo duro que comenzaba a ponerse su miembro. Se separaron respirando pesadamente y se sonrieron con algo de vergüenza por los jadeos que habían dejado escapar en medio del beso.

—Vayamos a mi habitación— sugirió Soonyoung y se puso de pie en cuanto vio a su novio asentir.

Ambos fueron hasta la habitación tomados de las manos, cerraron la puerta y se miraron con un poco de ansias. Pensaron que sería más fácil si se desnudaban y luego se recostaban en la cama, así que cada uno se hizo cargo de sus prendas, deshaciéndose de ellas mientras observaban al contrario haciendo lo mismo.

Justo cundo llegaron a la última prenda, Soonyoung se acercó al menor y lo abrazó por la cintura —Minnie, eres muy hermoso— dijo con una sonrisa y unió sus labios en un intenso, pero tranquilo beso.

Las mejillas de Seokmin se ruborizaron por aquel cumplido, y no dudó en abrazarlo mientras sus labios seguían unidos. Caminaron hacia la cama, pero antes de que alguno de los dos cayera, se separaron y se deshicieron de su ropa interior. No podían evitar mirar al contrario con cierta lujuria en la mirada; el menor deslizó sus lengua por sus labios al ver el duro y venoso pene de Soonyoung.

Aunque antes lo había tocado en algunas ocasiones cuando sus besos se volvieron más intensos, era la primera vez que lo miraba fuera de una fotografía; no creerán que no se calentaban el uno al otro con fotos obscenas de sus miembros u otras partes de sus cuerpos, ¿o si? Acercó su mano al pene, el cual ya estaba húmedo y deslizó su mano con suavidad, obteniendo algunos jadeos y leves gemidos por parte de Sooyoung.

Ah~ Minnie~— gimió SoonYoung suavemente, aumentando la excitación de su novio.

SeokMin creyó que SoonYoung no sería lo suficientemente atrevido para tomarlo y hacer con él lo que quisiera, al menos no esta noche. Así que lo tomó del cuello y sin soltar su pene, e incluso acariciándolo con más rapidez, lo besó de manera intensa, introduciendo su lengua en su cavidad bucal; lo hizo retroceder algunos pasos de esa manera y ambos cayeron a la cama, donde inevitablemente SoonYoung separó las piernas y dejó que SeokMin se acomodara entre ellas.

El menor llevó un par de dedos a su boca, los ensalivó y luego los llevó hasta la entrada de SoonYoung, quien sin decir ni una sola palabra le dio el permiso de que introdujera sus dedos, sólo con esa intensa mirada se lo hizo saber. Gimió fuertemente y cerró los ojos al sentir el dedo intruso, aferró sus manos a las sábanas de la cama y dejó que el ligero dolor pasara. SeokMin trataba de hacer el mejor trabajo para que su novio no sintiera tanto dolor y para no lastimarlo, sabía que no sería suficiente lubricación sus dedos ensalivados, así que se acercó a la entrada y dejó caer una gran gota de saliva para que se humedeciera aún más el lugar.

Soonyoung era realmente expresivo, y no trataba de contener sus gemidos, ya fuesen de dolor o de placer, le hacía saber a SeokMin con cada gesto si le agradaba o no; gracias a eso el menor pudo mover su dedo en su interior sin lastimarlo y buscando ese punto sensible que haría temblar a SoonYoung y lo haría llegar hasta su orgasmo en su debido tiempo. En cuanto notó que un segundo dedo era bien recibido, lo introdujo con cuidado, viendo atentamente a la reacción del mayor para saber si debía continuar o detenerse.

El segundo dedo fue bien recibido, así que SeokMin comenzó a hacer movimientos de tijera, notando como SoonYoung apretaba un poco y se estremecía con la sensación —¿estás bien?— preguntó para asegurarse, aún no sabía con exactitud qué significaba cada gemido.

SoonYoung asintió energéticamente —s-si... agh continúa.

SeokMin sonrió y asintió. Continuó moviendo sus dedos en el interior, pero esta vez se inclinó hacia el rostro de SoonYoung para besarlo ligeramente, probando el sabor de sus gemidos —¿crees estar listo?

—S-si, si... ya mételo ah... quiero tenerte dentro.

El castaño sonrió con lo ansioso que estaba el mayor, él también estaba muy emocionado y sólo podía imaginarse penetrándolo con fuerza, claro que no lo podría hacer, pues no quería lastimarlo —ya regreso— susurró suavemente y se levantó de la cama para revisar entre las cosas de SoonYoung, quien se había encargado de comprar los condones.

Se colocó el látex y regresó a la cama, posicionándose entre las piernas de su hermoso novio. Antes de hacer cualquier cosa lo miró con algo de lujuria y dulzura, una combinación bastante extrema, pero lo estaba haciendo, pues las mejillas enrojecidas de SoonYoung y sus ojos cerrados le causaba ternura, pero su cuerpo expuesto y su miembro erecto, lograba excitarlo aún más.

—¿Q-qué?— preguntó tímidamente el mayor al estar siendo visto de esa manera.

—Me gustas mucho Soonie— confesó el castaño.

Soonyoung sonrió —tú también me gustas mucho.

—Ya voy a entrar.

—Hazlo.

Ambos pusieron sus miradas en el pene de SeokMin y en la entrada de SoonYoung, esperando que la magia ocurriera. El condón no parecía estar demasiado lubricado, y ya que no tenían nada más con qué lubricarlo, Seokmin usó una vez más su saliva para hacerlo, esparciendo por toda la extensión y entrada hasta que creyó que era suficiente.

Se sentían nerviosos, pero querían hacerlo, querían sentir el placer de hacer el amor por primera vez con la persona que tanto amaban, así que SeokMin hizo el primer intento de introducirse, pero la entrada de SoonYoung parecía que se redujo. Chupó un dedo y lo llevó a la entrada, jugando un poco antes de hacer el segundo intento, y el tercero, y el cuarto.

SoonYoung sólo gemía por lo doloroso que estaba siendo y contraía su cuerpo por la simple reacción —d-detente, no... no está funcionando, me duele.

—¿Por qué no entra?— preguntó desanimado SeokMin.

Gamers in Love [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora