Russian Roulette

La primera Vez

Narrador omnisciente

ChangBin salió de su oficina seguido de Felix, el más chico estaba nervioso y emocionado ya que no sabía si su plan daría resultado, la primera mitad había salido bastante bien a decir verdad, los mayores aceptaron sus palabras sin tantas preguntas pero esto, lo que estaba por pasar ahora era muy diferente y no sabía si a su Hyung le gustaría o le parecería demasiado, pero el rubio estaba tan desesperado por mostrarle a su mayor que el era indispensable en todo lo que quisiera hacer que no le importaba nada más en absoluto, aunque una vez mas su vida estaba de garantía, si su plan no funcionaba tal vez nada habría valido la pena.

-Bien Lix, vamos al sótano, creo que ya no necesito mostrarte como entrar ahí, pero esta bien esta será una noche muy larga y espero que divertida para los dos -dijo el mayor sonriendo de lado y tomando el mentón del contrario, haciendo que el menor se emocionara bastante, bajaron al sótano, pasaron el pasillo que ese día Felix creyó que olía raro y ahora ya sabía el por que, ese olor no era humedad como creyó al principio, era muerte, sufrimiento, pena, dolor y por alguna extraña razón a Felix le encantaba ese olor y mezclado con el del mayor frente a el olía aun mejor, cuando entraron a la habitación ChangBin miro a las dos personas además de el y hablo

-Bien, los presentare como se debe, Jongho el es Lee Felix, hijo del oficial Mark Lee, básicamente el ya te explicó que hace aquí pero pareces bastante confundido y molesto así que dile lo que sea que quieras decirle antes de que te corte la lengua -el chico atado a la silla miro al australiano y negó

-Tú padre está matándose por este caso y tú estás aquí haciendo que? Por que mierda haces esto? Sabes a cuánta gente pones en peligro haciendo esto incluyéndote? Tu padre.... -Felix golpeo al chico antes de que pudiera decir algo más.

-Como te lo dije antes, es mejor estar del lado ganador no lo crees? Además ese bastardo no es nada mío como todos ustedes piensan -ChangBin lo miro sorprendido, estaba aprendiendo más cosas sobre el menor y con eso obtenía más y mejores ideas de cómo torturarlo a él y a su familia.

-Bueno basta, no estamos aquí para esto, sabes lo que voy a hacer ahora no es así Jongho? Pero quiero saber que estarías dispuesto a darme con tal de que deje a tus bellas hermanas fuera de toda esta penosa situación -el chico lo miro con pánico en sus ojos y Felix pudo ver una vez mas esa mirada en su Hyung y lo comprendió todo por fin, el juego es lo que le importa al mayor no la comida.

-Por favor, lo que sea, hare lo que sea, pero déjalas en paz -dijo Jongho suplicante con lagrimas a punto de salir de sus ojos, Felix se paro detrás del hombre y jalo su pelo hacia atrás provocándole algo de dolor.

-Lo que sea eh? Que podrías ofrecer que mi Hyung no tenga ya?, debe ser algo bueno por que si no podríamos traer a tus hermanas aquí en este momento no crees?-dijo el menor cerca del oído de la persona amarrada a la silla quien solo lo miro con odio, ChangBin miraba atentamente las acciones del menor, mientras su cabeza creaba bastantes escenarios para esa situación que era jodidamente buena.

-Puedo... puedo darle información que ni siquiera HyunJin sabe, esto solo lo sabe el equipo principal de tu padre y los informantes principales -dijo el chico al borde de las lágrimas, Felix sonrió y asintió, si era información buena podrían utilizarla para el plan que ya tenían con HyunJin.

-Bien no te detengas te estamos escuchando -dijo Felix soltando el pelo del chico antes de recargarse en la pared detrás de el. 

-Lee está rastreando a los mayores compradores de tu padre en todo el mundo, quiere sobornarlos para que atestigüen en contra de él, les esta ofreciendo un trato de por vida, inmunidad o algo así -dijo Jongho mirando al suelo, ChangBin estaba molesto y su mirada lo reflejaba, si Lee lograba hacer eso podía arruinar todo por lo que su familia y su padre habían trabajado durante todos esos años, Felix se dio cuenta del cambio en el estado de ánimo del mayor y se acercó a él, poniendo su mano sobre el hombro del pelinegro.