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El pronóstico de Robert sobre el acontecimiento de Yoongi se confirmó. El día siguiente al baile, doce caballeros y siete jóvenes damas, fueron a visitarlo, haciéndole invitaciones y suplicándole que les mostrase a Wolf de cerca. Northrup vivió su día de gloria, conduciendo visitantes de un salón a otro y repartiendo tareas entre los lacayos, que cargaban bandejas de té de un lado a otro.

Cuando se sirvió la cena, a las nueve, Yoongi estaba exhausto, sin la menor condición de ir a cualquiera de los bailes y recepciones a los que fuera invitado. Se había dormido cerca del amanecer y a duras penas conseguía mantener los ojos abiertos mientras saboreaba la sobremesa.

Jungkook, a su vez, se mostraba lleno de energía, como siempre, igual después de haber trabajado en su despacho la tarde entera.

—Yoongi, fuiste un suceso incomparable, anoche —le dijo—. Es evidente que Crowley y Wiltshire ya están enamorados. Así como lord Makepeace, que es considerado el mejor partido de la temporada.

Los ojos soñolientos de Yoongi brillaron divertidos.

—¡Esa expresión me hace pensar en un suculento lenguado!

Un minuto después, Yoongi pidió permiso para retirarse. Jungkook le deseó buenas noches, aún sonriendo por la ocurrencia de Yoongi. Era capaz de iluminar un ambiente con su sonrisa, aunque fuese soñolienta. Por detrás de aquella sofisticación natural, había docilidad e inteligencia, también. Jungkook bebió su coñac, recordando cómo deslumbró a la ton la noche anterior con su belleza y simpatía.

También conquistó a Northrup de manera definitiva, al tocar Mozart especialmente para él, antes de cenar. Cuando Yoongi terminó, el mayordomo tenía lágrimas en los ojos. En seguida Yoongi mandó a llamar a O'Malley y tocó una animada jiga irlandesa para el jefe de lacayos.

Al final de la presentación, había una docena de criados, junto a la puerta del salón, oyendo fascinados el concierto improvisado.

En lugar de ordenar que se dispersaran y se ocupasen de sus tareas, como Jungkook estaba dispuesto a hacer, Yoongi les preguntó si alguno de ellos quería oír alguna canción en particular. Sabía los nombres de cada uno y les preguntó sobre su salud y las de sus familias. Y a pesar del cansancio, permaneció en el piano por más de una hora.

Jungkook se dio cuenta de que todos los criados, sentían una profunda devoción por él. Los lacayos sonreían y hacían cualquier cosa para agradarle; las criadas se apresuraban a satisfacer sus mínimos deseos. Y Yoongi agradecía a cada uno de ellos personalmente por sus servicios. Sabía tratar con las personas y era capaz de conquistar barones y mayordomos con la misma facilidad, tal vez por tratar a todos con el mismo interés sincero y desinteresado.

Distraído, Jungkook giró la copa entre los dedos, refleccionando que después de la salida de Yoongi, el salón parecía oscuro y vacío. No se dio cuenta que Ha Joon lo observaba con un brillo de profunda satisfacción en la mirada.

—Es un joven extraordinario, ¿verdad? —Ha Joon comentó en tono casual.

—Sí.

—Además de su belleza exótica, posee una rara inteligencia. Sin ir más lejos, ¡Te has reído más desde que Yoongi llegó de lo que has reído en un año! No lo niegues, es espléndido.

—No lo voy a negar—respondió Jungkook, recordando la increíble facilidad con que se comportaba como un conde, un campesino, un niño travieso o un hombre sofisticado, dependiendo de su estado de ánimo y de su adaptación.

—Es encantador e inocente, pero también tiene fuerza y coraje. El hombre adecuado podrá volverlo ardiente y apasionado, para calentarle la cama y la vida. —Ha Joon hizo una pausa, pero como Jungkook no dijera nada, continuó—: El tal Taehyung no tiene la menor intención de casarse con él. No tengo ninguna duda en cuanto a esto. Si no fuese así, a esta altura ya habría hecho contacto. —Hizo otra pausa y Jungkook permaneció en silencio—. Lo lamento mucho más por Taeyung que por el propio Yoongi. Además, siento pena por cualquier hombre que sea lo bastante tonto para ignorar a la única persona que puede hacerlo feliz. ¿Me estás oyendo, Jungkook?

Jungkook lo miró con un aire impaciente y a la vez confuso.

—Oí cada palabra. ¿Qué tiene que ver conmigo todo eso?

—¿Qué...? —Ha Joon comenzó, frustrado, pero trató de controlarse—. Tiene mucho que ver contigo y conmigo. Yoongi es un joven soltero. Aún con la presencia de la señorita Flossie como su acompañante, no puede continuar viviendo indefinidamente en compañía de un hombre soltero, habiendo otro soltero que pasa todo el día aquí. Si continuamos así por más tiempo, las personas van a creer que no pasa de ser otra más de tus conquistas y lo marginarán. ¿Tú no quieres ser el motivo de la humillación del joven, verdad?

—Claro que no.

—Entonces, queda una única solución: tendrá que casarse lo más rápido posible. —Ha Joon esperó, pero Jungkook permaneció quieto—. ¿No lo crees, Jungkook?

—Sí, sí.

—¿Y con quién debería casarse, Jungkook? —Preguntó Ha Joon, triunfante—. ¿Quién podría transformarlo en un hombre ardiente y apasionado? ¿Quién necesita qué le calienten la cama y que le den un heredero?

Jungkook se encogió de hombros, visiblemente irritado.

—¿Cómo lo voy a saber? No soy la celestina de la familia.

—¿Estás diciendo que no eres capaz de pensar en un solo hombre con quién Yoongi se podría casar? —Ha Joon preguntó, boquiabierto.

Jungkook vació la copa de coñac de un solo trago y, entonces se levantó.

—Yoongi sabe cantar, tocar piano, coser y comportarse en sociedad —resumió—. Encuentra un hombre con buen oído para la música, buenos ojos para la belleza y amor por los perros. Más asegúrate que sea de naturaleza muy tranquila o Yoongi terminará por enloquecerlo. ¿Muy simple, no crees?

Como Ha Joon continuase mirándolo con la boca abierta, Jungkook añadió en tono irritado:

—Tengo seis propiedades que administrar, una flota de barcos que supervisar y un centenar de detalles que tener en cuenta. Cuidaré de esas cosas. Tú tratarás de encontrarle un buen marido a Yoongi. Haré mi parte, acompañándolo a algunos bailes y recepciones, durante las dos próximas semanas. Él ya es un suceso. Basta que aparezca algunas veces más, en diferentes eventos sociales, para que tenga una fila de pretendientes mayor de lo que puedas soñar. Trata de estudiarlos cuando vengan a visitarlo y haz una lista de los mejores candidatos. Examinaré tu lista y escogeré uno.

Los hombros de Ha Joon cayeron por el peso de la derrota.

—Como desees.

Una vez & Para siempre ▪︎KOOKGI▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora