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La tarea de seleccionar los mejores candidatos para marido de Yoongi, con el fin de preparar la lista, se tornó más bien difícil para Ha Joon. Al final de la semana siguiente, la mansión se encontraba repleta de bouquet de flores, llevados por una verdadera multitud de caballeros entusiasmados, con la esperanza de conquistar las atenciones y los favores de Yoongi.

Hasta el mismo y elegante francés, marqués De Salle, se inclinó ante sus encantos. Y no fue a pesar de la barrera de la lengua y pero sí por causa de Yoongi. El apareció en la mansión, un día, en compañía del barón Arnoff y de otro amigo que decidiera hacer una visita matinal a Yoongi.

—Su francés es excelente —mintió el marqués en inglés, galantemente.

Yoongi lo miró divertido.

—¡Mi francés es mediocre! —Protestó—. Tengo tanta dificultad para imitar los sonidos nasales del francés como los tonos guturales de los apaches.

—¿Qué son los apaches?

—Una tribu de indios americanos.

—¿Se está refiriendo a los salvajes americanos? —Intervino el barón ruso, legendario caballero del Ejército de Rusia, demostrando un inmediato interés—. Oí decir que esos salvajes son hombres soberbios ¿Es verdad?

—Sólo conocí a un indio, barón Arnoff, ya viejo y muy educado. Mi padre lo encontró enfermo, en el bosque, y lo llevó a casa con el fin de curarlo. Su nombre era Rushing River y se quedó con nosotros, ayudando a mi padre en los quehaceres domésticos. Para responder a su pregunta, aunque era apenas mitad apache, Rushing River era igual un hombre soberbio. Yo tenía doce años cuando lo vi realizar acrobacias sobre un caballo y quedé fascinado. Él no usaba silla y...

—¡No usaba silla! –Exclamó el barón.

—Ningún apache la usa.

—¿Qué tipo de acrobacias hacía? —Preguntó el marqués, más interesado en el bello rostro de Yoongi que en sus palabras.

—Una vez, él me pidió que dejase un lienzo en medio del campo. Entonces cabalgó en aquella dirección a toda velocidad. Cuando ya llegaba donde había dejado el lienzo, largó las riendas, tumbó su cuerpo para un lado y cogió el lienzo, con el caballo en movimiento. Después, él me enseñó a hacer eso —confesó Yoongi, riendo.

El barón parecía muy impresionado.

—Me gustaría mucho ver eso. ¿Puede mostrarme como se hace?

—Ah, lo siento mucho, pero sería imposible. El caballo tiene que ser entrenado por un apache anteriormente.

—¿Usted me podría enseñar algunas palabras en lengua apache? —Sugirió galante el marqués— yo le enseñaría francés a cambio.

—Su oferta es muy generosa, pero no sería justo, ya que tengo mucho que aprender y muy poco para enseñar. Sólo recuerdo algunas pocas palabras que Rushing River me enseñó.

—Estoy seguro que me podría enseñar una frase, al menos —insistió.

—Ah, no, yo...

—Insisto.

—Está bien —Yoongi cedió con un suspiro, antes de pronunciar una frase apache—. Ahora, intente repetirlo.

El marqués lo consiguió al segundo intento y sonrió, satisfecho.

—¿Qué significa —preguntó— lo que dije?

Yoongi le lanzó una mirada traviesa, antes de traducir:

—Aquel hombre está pisando mi águila.

El marqués, el barón y todos los que estaban presentes, lanzaron una carcajada. Al día siguiente, el barón ruso y el marqués volvieron para una nueva visita, lo que aumentó todavía más el prestigio y la popularidad de Yoongi.

Una vez & Para siempre ▪︎KOOKGI▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora