Cinco

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Los poemas de Elly se habían hecho famosos de la noche a la mañana. Un día, era una chica becada en una escuela para ricos que no destacaba en nada, y al siguiente, estaba recibiendo un premio de un concurso del que no recordaba haber participado y todos querían hablar con ella.

Todo empezó con un simple poema que había escrito para una clase. Elly no pudo encontrar la inspiración en ningún lugar y jamás había escrito un poema. Pasaron los días y faltaban pocas horas para la entrega, pero estaba en blanco.

Se dio por vencida y acompañó a su familia al mar para que su papá hiciera buceo, pero empezó a llover y tuvieron que guardar apresuradamente todos los materiales para volver a casa. Se había quedado congelada viendo como la lluvia caía al mar, sin escuchar los gritos de su mamá para guardar las cosas. 

Una frase que Robin le dijo hace tiempo en el hospital psiquiátrico llegó tan inesperadamente como la tempestad a su cabeza:

"Algún día convertiré en agua de lluvia, y siempre apareceré cuando me necesites. Cuando vengas a acompañarme, te convertirás en el sol, y cada vez que necesites mi apoyo podrás ocultarte hasta que puedas volver a salir".

El poema se había escrito por sí solo después de eso:

Piensa en mí cada vez que mires el sol

Y yo pensaré en ti cada vez que vea la lluvia

Nacemos del mismo lugar, hijas del cielo

Guiadas en distintas direcciones y diferentes destinos

Pero en esencia, siempre seremos lo mismo

Caíste del cielo, hermosa gota de lluvia

Y fuiste capaz de alcanzar el corazón del sol

Jamás esperó que ganaría un premio, pero lo hizo. Su maestra lo envió a un concurso sin su permiso, bajo la idea de que era un llamado al medio ambiente y el derretimiento de los glaciares, una basura ecológica que le gustó a la gente. 

No solo ganó el primer premio y obtuvo un diploma que su mamá enmarcó en la sala de estar, sino que el Director la llamó personalmente a pedirle que escribiera otro, y luego todo fue subiendo hasta que le pedían uno por semana. ¿Cómo podía disfrutar la gente de algo que ella no disfrutaba hacer?

El último poema había sido la excepción. Lo escribió por una buena causa, no por miedo a decirle que no al Director y este le quitara su beca. Fue el primero que hizo porque quería.

Jamás esperó tener fanáticos. John era uno, unos chicos de cursos inferiores dejaban dulces en su puerta cada vez que salía uno, y la bibliotecaria también parecía ser una, porque lo primero que vio al entrar fueron recortes de sus poemas enmarcados en la pared. Casi quiso vomitar.

No tenía idea de como era Juno Grimm, así que se quedó sentada cerca de la puerta principal para que ella pudiera reconocerla. Iba a decirle que no a su loca idea y tendría tiempo para ir a dormir una pequeña siesta al baño.

Pudo sentir que la bibliotecaria la estaba mirando e hizo su mejor esfuerzo por ignorarla. Pasó que se le habían acercado personas en los pasillos para preguntar por sus poemas. Antes les daba respuestas genéricas porque no quería parecer presumida, pero ahora le importaba tan poco la opinión de los demás que los mandaba al demonio.

Le había pedido a Fred que lo acompañara para no sentirse tan insegura, pero al parecer estaba vetado de la biblioteca por hablar demasiado alto. Conociéndolo, ni siquiera le extrañaba.

La Búsqueda del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora