Siete

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El trabajo de modelaje fue... interesante. Juno le colocó un vestido hecho a medias y le pedía que se moviera en distintas posiciones y le dijera como se sentía. La mayoría del tiempo estuvo sentada hasta que Juno le hacía ajustes al vestido y se lo volvía a colocar.

Básicamente, como cualquier día de clases.

—Eres natural para esto— la felicitó Juno, guardando los útiles. —¿Estarías disponible en caso de que necesite otro modelo?

—¿Volverás a pagarme?

—Depende de lo que estés dispuesta a modelar.

Se cambió de ropa lo más rápido que pudo detrás de una cortina para que ni Juno ni la maestra Simmons de Artes pudieran verla desnuda. Había perdido una cantidad considerable de peso desde que Robin murió, y no tenía exactamente la forma más bonita en ese momento.

—¿Eso fue todo?— preguntó, colocándose los zapatos.

—No, todavía falta bastante— le dijo la maestra Simmons. —Pero no haremos todo de una sola vez, acorde a lo que Juno vaya avanzando te llamaremos.

—Y te vamos a pagar— le aseguró Juno.

Eso le gustaba. —¿Cuándo volverás a necesitarme?

—Quizás la próxima semana— dijo Juno. —Tengo que crear la paleta de colores, pasar los bocetos a digital y luego el autor tiene que aprobarlos. Es una completa mierda.

—Vocabulario— la regañó la maestra.

—Si es tan malo, ¿Por qué aceptaste?— preguntó.

—No acepté— miró a la maestra con recelo, como si fuera la culpable de todo el mal en el mundo. —Pero sería un buen debut profesional. Solo espero no volver a trabajar con esa idiota de nuevo mientras viva.

—No hables mal de tu empleador— le advirtió la maestra.

—Ella es el diablo— aseguró Juno.

Elly no supo que decir por eso. —Tengo reunión en el club de periodismo— anunció.

—Claro. Gracias por tu trabajo— le dijo Juno.

Se despidió de ambas y salió del viejo edificio de Artes para volver al edificio principal. En el camino, un par de chicos de otras clases la miraron con algo de atención, pero pasó frente a ellos lo más rápido que pudo. No quería llegar tarde y escuchar las quejas de Fred.

Era la primera semana en que esperaba volver a la terapia. Si Susan podía ayudarla a ser feliz otra vez, cualquier tipo de terapia alternativa sería bienvenida. Incluso el yoga o acupuntura.

Se cruzó con el delgado que acompañaba a Vera la semana pasada. No lo quiso saludar, así que intentó acelerar el paso. Pero Zane fue más rápido y se interpuso en su camino.

—Hola, hermanita Salvage— le sonrió. —Te ves bien. Me gusta el cambio.

—¿Qué cambio?

—El maquillaje— señaló su rostro. —Te ves bien.

"Maldita sea", había olvidado sacarse el maquillaje. Zane siguió hablando sobre una fiesta o algo parecido, pero pasó junto a él y caminó lo más rápido posible hacia el primer baño que pudo encontrar.

Se frotó con fuerza las manos con agua sobre su rostro, hasta que todo el maquillaje desapareció y su cara quedó de color rosa por frotarla tan fuerte. Gran parte de su cabello quedó empapado, pero ya estaba despeinada y no era un gran cambio.

Vio a Simone en la entrada principal, hablando con Juno. Dudó sobre si saludar, ya que no la había visto hace semanas, pero no quiso interrumpir su conversación.

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