Amante Millonario (✔)

30. Secuestro

Al día siguiente Izzy y Gia habían decidido ir por primera vez a ver como estaba la construcción del edificio donde sería su Bufete de abogados. West las estaría esperando allá.

"Vamos en camino"

Recibió West un mensaje de Izzy.

***

Mientras que por otro lado Tristan e Ian estaban en una importante junta sobre la inauguración de su nuevo hotel.

- La inauguración será en una semana, ya hemos enviado las invitaciones -informa una de las asistentes de ellos.

- Perfecto -habla Ian.

- Toda esta listo, la mesa principal, el Bufete, las bebidas, las sillas. La decoración se hará un día antes -informa otra asistente.

- Esta bien, pueden retirarse -dice esta vez Terrance, padre de Tristan.

Luego de que la reunión acabara, se dirigieron a brindar en la oficina de Ian, pero todos notaban un poco ausente a Tristan.

- Tristan ¿qué sucede? -pregunta su padre y se acerca un poco a su hijo.

- No lo se, tengo un mal presentimiento -responde un poco alejado.

- No te preocupes, Gia e Izzy están con West -responde esta vez Iraldo, padre de Ian.

A lo que él asiente.

***

West pensaba que las chicas tal vez se habían arrepentido y decidieron regresar a casa. Y no se preocupó, siguió adelante viendo como va la construcción al lado de su novia, y cuatro guardaespaldas.

Lo que él no sabía era que Gia e Izzy, estaban en peligro, desde que salieron de casa, alguien a una pequeña distancia las acechaba. Esperaba el momento justo para atacar.

Y había llegado.

- Gia, despierta -se escuchó el leve llamado de Izzy.

Gia inmediatamente abrió los ojos poco a poco, para darse cuenta que estaba amarrada en un silla, igualmente que Izzy. Y ambas un poco golpeadas, producto del choque que había tenido el auto.

- ¿Dónde estamos? -preguntó entrando en pánico.

Ambas veían a su alrededor y no se veía nada, todo estaba siendo iluminado por un lampara que había un poco alejada del lugar donde ellas estaban.

- Veo que han despertado -se escucha una voz entrando en la habitación. - Lo siento Izzy, tú no tienes nada que ver aquí, pero bueno -dijo aquella persona.

Ellas la vieron con sorpresa y confusión, vamos que sabían que estaba loca pero no hasta el nivel de secuestrar.

- ¿Madre? -preguntó Gia sorprendida.

- La misma cariño -respondió ella con una maléfica sonrisa. Daba miedo.

- ¿Estas haciendo esto porque no quise casarme? -preguntó Gia petrificada.

- No, lo hago porque te odio, porque me arrepiento de no haberte abortado. Te aborrezco, me haz quitado todo. El amor de Giovanni, el dinero, los lujos, la prioridad. Me quitaste todo. Hasta Carlos se deslumbro contigo -responde mientras ve a su hija con odio.

¿Acaso está loca? ¿cómo una madre puede ser tan degenerada?, Gia no podía creer las palabras que salía de la boca de su progenitora. No daba sentido alguno.

- Te he odiado desde que naciste, y lo haré siempre. Eres tan bonita, tan inteligente, carismática. Que logras cautivar a todo el mundo sin proponerte lo, llamas la atención sin darte cuenta. Y eso lo odio, yo soy la que debería llamar la atención, debería tener el amor de Giovanni, tener su dinero, ser su prioridad ¡No tú! -gritó la última frase luego de golpear a su hija.

- Estas loca -responde luego de recibir el golpe.

- Tal vez, y voy a matarte -dijo y río como una demente.

***

West estaba llegando a su casa cuando se encontró con todos en casa. Claro la cena que tenían planeada para esa noche.

- ¿Dónde están las chicas? -preguntó Ewan su padre.

- ¿No están aquí?, nunca llegaron -respondió sintiendo su cuerpo frío.

- ¡Maldición! -gritó Giovanni e inmediatamente se levantó y sacó su celular para hacer varias llamadas.

- No -susurraron Tristan e Ian imaginándose ya lo peor.

La habían secuestrado.

Todos empezaron a realizar llamadas a la policía, a agente privados, al FBI. Querían a sus chicas devuelta.

- ¡Tengo malditos guardaespaldas para cuidar de mi hija y no hacen su puto trabajo! -gritaba Giovanni molestó y con algo de miedo.

Temía que la loca de Katherine hiciera algo en contra de su hija. No podía pasarle nada a su pequeño ángel, así sea lo último que haga no lo permitiría.

Tristan estaba colérico, histérico. Su novia, su luz, había desaparecido. Embarazada. Él haría lo que fuera para traerla devuelta, así tenga que dar su propia vida. No podía perderla sin decirle cuanta la amaba

Ian estaba nervioso, desesperado. Tenía miedo que algo le pasará a la que realmente a sido su novia. A tenido muchas mujeres, pero nunca tuvo una verdadera relación. Y ahora que la tenía, temía perderla.