24. La verdad

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Al día siguiente se encontraban en la sala, ya que Gia les había dicho que tenía algo importante que decirles. Por lo cual para todos era extraño.

- Alecksei ¿Qué te dijeron exactamente tus padres sobre el testamento de tu abuelo? -pregunto Gia ésta estaba sentada en el reposa brazo de uno de los sillones, justamente donde estaba Tristan.

- Que debía casarme antes de dos años con la mujer que ellos eligieran, y que automáticamente la mitad de la herencia de mi abuelo sería mía, osea el dinero y una que otra propiedad -respondió él a la pregunta de Gia.

- Te mintieron -dijo, y casi de inmediato el silencio reino por poco más de dos minutos.

- ¿Qué? ¿Por qué lo dices? -preguntó confundido.

- Este es el verdadero testamento, y lo único que es verdad de lo que te dijeron es que debes de casarte antes de dos años, pero todo lo otro fue mentira -dijo mientras se acercaba a él, y le entregaba el verdadero testamento. - Puedes casarte con la mujer que tú elijas, no tus padres, además de que no es la mitad, sino, toda la herencia será tuya, el dinero, las propiedades y la empresa. Todo será tuyo -dijo ella dando por terminada la información.

- Vaya mierda -dijo West, luego de haber escuchado todo lo que Gia había dicho.

- Otra cosa, el abogado que leyó el testamento, no es en realidad el abogado de tu abuelo. Tus padres lo amenazaron y tuvo que irse -dijo Gia.

- Puto lío de mierda -volvió a decir West.

- Deja de decir malas palabras -dijo Izzy, provocando las risas de Ian y West.

- ¿Cómo lo conseguiste? -pregunto Rebeka mientras apretaba las manos de su novio.

- Mande a seguir e investigar a los Ross -respondió Gia sin más.

- Ellos me van a escuchar -dijo Alecksei con la cara tensa.

- Con eso, ellos no tienen el poder de interferir en tus decisiones -dijo Gia.

- ¿Podrías quedarte con él? -preguntó Alecksei mientras subía la mirada. A lo que Gia asintió. - Si por cualquier motivo llegará a pasar algo, ¿Ustedes podrían ser mis abogados? -pregunto esta vez a Gia, Izzy y West. A lo que éstos solo asintieron.

- Por supuesto -dijo Izzy.

- Bien, gracias, tengo que irme. Mis padres y yo tendremos una charla -dijo para luego de entregar el testamento a Gia, irse con su novia.


***

Llegada la noche se encontraban los padres de todos reunidos en la mesa en una cena que habían preparado, puesto que ellos darían la noticia del embarazo de Gia.

Todos estaban hablando de diferentes temas, cada quien dando su opinión y punto de vista. Hasta que Tristan llamó la atención de todos.

- El motivo de esta repentina cena es porque tenemos que darles una noticia -dijo Tristan bajo la atenta mirada de todos.

- ¿Algo malo hijo? -pregunto su padre, a lo que el negó al mismo tiempo que Gia se ponía de pie.

- No papá, es una buena noticia -respondió éste.

- Señores Lombardi, Señores Russo, Esmeralda, Izrael, Ewan, Wendoly, papá. Tristan y yo estamos esperando un bebé -informo Gia.

Inmediatamente se hizo un silencio sepulcral incluso un tanto aterrador. Que fue roto por la copa que Giovanni tenía en mano y dejo caer.

- ¡Por Dios! Mi bebé esta embarazada -dijo al tiempo que se paraba y camina hacia Gia. - Estoy tan orgulloso de ti princesa, felicidades seras una increíble mamá, gracias por hacerme feliz una vez más -dijo mientras abrazaba y besaba a su hija, Gia. - Y tu muchacho también serás un padre increíble, bienvenido a la familia -dice esta vez a Tristan. Para luego abrazarlo.

- ¡Voy hacer abuela! -gritó entusiasmada la madre de Tristan.

- Felicidades hijo -dijo el padre de Tristan.

Luego de eso más felicitaciones vinieron por parte de todos, todos estaban felices por el bebé que venía en camino. El ambiente que se sentía era muy alegra, todos estaban más que felices por los futuros padres.

***

Ya en la habitación Tristan y Gia estaban acostados. Gia acariciaba la cabeza de Tristan, mientras que éste acariciaba el vientre de Gia.

- ¿Qué te gustaría que fuera? -preguntó Gia.

- Niño y ¿A ti? -preguntó él mirando a Gia pero sin dejar de acariciar su vientre.

- También me gustaría un niño -respondió sin dejar de mirarlo directamente a los ojos.

Aunque no se lo dijeran con palabras, en ambos el sentimiento de amor cada vez era más fuerte y más intenso, y ambos lo sabían. Pero no necesariamente tenían que decírselo con palabras. Para eso existía la comunicación visual. Y era justo lo que ellos hacían en esos momentos.


Holaaaaa, bueno, ya que ando muy inspirada en este historia les regalo otro capitulo más. Espero que les guste y que lo disfruten.

Como siempre digo, puede que encuentre algo mal escrito, pero cuando acaba la historia si Dios quiere pienso editarla, o tal vez antes. No se veamos como será.

Sin más que decir, me despido y hasta el próximo capítulo.

Amante Millonario (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora