Secret Between Us || WooSan

45. Motivos para Sonreír

—Son flores bonitas este año.

—Florecieron mejores.

Ladea la cabeza y Seonghwa mete las manos en sus bolsillos. Dos tumbas pequeñas y de tallado bonito en roca. Jung Wooyoung y Kim Hongjoong. En la segunda enterraron un ataúd vacío. Igual que en las dos tumbas contiguas. Jeong Yunho y Song Mingi. San suspira. Yunho no tenía la culpa de cómo pensaba. Lo retorcieron como a todos y por ello no pudo evitar el hacerle una tumba. De la misma forma, Mingi se alteró por su muerte. Como cualquiera.

— ¿Lo has soñado alguna vez? Que Hongjoong está aquí.

—Sí. Lo he hecho. Muchísimas veces—admite agachándose para quitar una hoja que cayó sobre la placa—. Y no es tan lindo como me gustaría... No puedo imaginarme su sonrisa, su llanto, que haría... Solo lo sueño ahí... tan lejano como siempre fue... porque querernos estaba mal.

Se pone a su altura y recuesta. Suspira suave con ese gesto de sonrisa intacta e inamovible.

—Yo sí he podido soñarlo sonriendo. Es una sonrisa hermosa. Que no haría por ver esa sonrisa—ríe tierno y Seonghwa lo imita. Es un gesto lindo—. Nos he soñado a todos aquí... Yunho entrenando animales; Mingi cocinando; Hongjoong viajando de aquí para allá ayudando a quien lo necesite—Afinca más la cabeza en el hombro de Seonghwa—. Y Wooyoung viviendo en su propio mundo perfecto. Viéndolo todo.

—Es un lindo sueño.

—Ojalá ese también se volviera realidad.

Lo ayuda a estar de pie y avanzan por el cementerio. Seonghwa lo toma de la mano mientras San camina dando pasos largos y que podrían hacerlo caer. Aprieta el agarre en su mano y baja ligeramente la cabeza, el Omega ensancha ligeramente la sonrisa por ello.

~ * * * ~

El festival es enorme. Con grandes adornos, luces, comida, escándalo y demás. Tendrían a unos artistas ambulantes cantando y bailando en poco tiempo. Yeosang, Jongho, Seonghwa y San permanecen juntos. Es la costumbre arraigada ante espacios abiertos. Nada se los quitaría. Yeosang hizo la ropa de San específicamente para él, así no tiene que hacer un nudo en la manga para que deje de colgar.

— ¿Quieres bailar? —pregunta a Seonghwa, este asiente y anda con él hacia el baile en grupo.

— ¿No te parece que San sonríe más últimamente? —pregunta Yeosang a Jongho con discreción, el baile inicia. De tanto verlo, saben qué hacer.

—Seonghwa también. —El Alpha de rostro simétrico muestra un gesto entre divertido y pícaro—. ¿Qué?

—Tal vez los años han hecho lo suyo. —opina misterioso y Jongho tarda unos minutos en comprender de que está hablando con exactitud. Vuelve la vista hacia el par. San ha demostrado que no se deja tocar por ningún Alpha.

Apenas por ellos dos. Hay una división inmensa. Un miedo igual de permanente que las costumbres a ahorrar comida, estar pendientes en el silencio y sentir sospecha hacia cualquier desconocido. Esos meses de su vida no se irían jamás, tampoco los años viendo como sucedía.

Sin embargo, luego está Seonghwa. Que es capaz de abrazarlo, agarrarlo y apretarlo a gusto en frente a todos.

— ¿Crees en eso? —pregunta en tono tenue. Yeosang toma la mano de Jongho y da un beso en el anillo dorado que lleva en el dedo anular. Gemelo con el suyo.

—Sí—Jongho sonríe tímido—. A veces... Curarse heridas ayuda a unir ¿No crees? Que los trozos de uno mismo se mezclen con los del otro.

—Será bueno verlos felices. Ya ha pasado mucho tiempo. —opina recostándose de su asiento—. ¿Deberíamos decirles de...?