21. Reprimenda dudosa

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—Con la mina explotándole en la cara dudo que su pene funcione—comenta Jungkook con deje burlón hacia San, siendo su momento de escoger Omega para llevar consigo al edificio asignado para descansar—. Sus compañeros compartirán uno con él.

Excusa típica.

Avanza sin ser consciente de a dónde va, solo que sigue a la figura de Wooyoung que si tomó a un Omega. Él si puede disimular esa parte. Exhala, con poco aire queriendo permanecer en sus pulmones o así lo siente. La realidad es que no alcanza a estar bien con un aire tan limpio. Es extraño. Su eternidad en contaminación lo hace sentirse incomodo en la pureza.

Haber peinado toda la zona se hizo excesivamente sencillo. Había muchas más personas de las usuales. Se nota que contaban una expectativa de victoria elevada. Con la seguridad que posee el lugar, no es de extrañar. Muchos Omegas, muchos Betas, pocos Alphas. Mato a más de seis mujeres que se dijeron ser Alphas. Apenas empezaron a decirlo les disparó en la cara.

Algunos de los Omegas son gente mayor y no duda que de todos modos van a abusarlos hasta el cansancio. Hasta convertirlos en los cimientos de la próxima pila de cadáveres. Pasa la mano por su oreja, notando la sangre seca pegada a su piel. Así mismo, que se arrancó una fina capa de piel llena de líquido transparente en su mejilla.

La quemadura es más grave de lo que pensó en un primer instante. Al entrar se topa a todos en el pequeño vestíbulo del edificio de tres pisos. Hongjoong se aproxima a él, lo toma del rostro, causando mayor daño en la quemadura, dolor que San no "siente".

— ¿En que estabas pensando? —Interroga—. ¿Quién te dio el permiso de correr de es amanera como un suicida estúpido? —cuestiona con voz gruesa y atorada, enfadado a más no poder.

—Consideré que-

Hongjoong lo golpea contra una pared, tan fuerte que queda una mancha de sangre en el muro pintado de un suave color amarillo.

—Yo soy el Alpha de esta manada, soy tu Alpha—Puede ver sus ojos furiosos y ese tono de voz logra que le tiemblen las piernas—. Si yo no te doy una maldita orden, te quedas con tu culo quieto ¿Entendiste? —Asiente apenas como puede—. Atrévete a pasar por encima de mí autoridad y serás el Omega de todos en el próximo sector—Lo suelta bruscamente y avanza. Los demás se alejan un poco del Alpha rabioso—. PARATE DE UNA PUTA VEZ Y VEN AQUÍ PARA PONERTE ALGO EN ESA MIERDA. —San apresura en ir con él. Seonghwa frunce de forma apenas perceptible el entrecejo.

— ¿Te molesta que nuestro Alpha esté tan fijo en San? —cuestiona Yeosang con cautela. Seonghwa bufa antes de ir por donde fueron esos dos. Wooyoung sube las escaleras para ir al que será su dormitorio junto a San. El Omega que escogió está ahí esperando o al menos eso finge. Realmente intentaba escapar hasta hace un momento. Se deshace del sombrero y el cubre bocas.

Cierra la puerta tras de sí.

. . .

—Esto dejará una cicatriz.

—No me puedo dejar crecer el cabello como Yeosang para cubrirla. Esta no tiene remedio. —menciona con el vendaje ya puesto. Ayudaría a que cicatrice por la noche. Será una pena, pero debe quitarlo apenas salieran de aquí. Hongjoong siempre lleva encima esta clase de cosas que no son precisamente legales.

—No. No puedes.

—Mañana no quiero que repitas semejante acto de estupidez. Pudiste haberte matado y no se va a morir nadie de esta manada. —Tira todo lo usado a la basura y Seonghwa hace a San levantar el rostro. Olisquea.

El hedor de su sangre es tan extraño. No sabe de qué es precisamente. Quizá su olfato desarrollado lo hace tener una idea equivocada al respecto. Chasquea los dedos junto al oído de San y este no hace el más mínimo movimiento. Saca una pistola y dispara en el mismo punto sin obtener reacción. Al intentar hacerlo con el otro hay un mínimo sobresalto.

Secret Between Us || WooSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora