6. Mejoría notable.

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—Choi San ganador.

Escupe sangre a un lado y baja de la tarima, limpiándose la sangre que le chorrea de la nariz y apenas arrugando la cara para poner su nariz en su lugar. Llaman a otros dos para un enfrentamiento supervisado y ver que tan bien van. A decir verdad, tiene el tobillo torcido y camina un tanto extraño por ello, pero no expresa dolor alguno.

Lo siente, pero ¿Qué sentido da demostrarlo? Quejarse de ello es inútil. Nadie lo va a curar, lo hará con el tiempo. Siendo el vencedor de su combate se da el lujo de sentarse en el suelo a ver a los demás matarse. Respira por la boca, con los ojos entrecerrados.

Observa atentamente como se golpean, como chocan entre sí como un par de toros desesperados por ser el ganador de ese combate y Jungkook permanece cruzado de brazos a un lado, evaluando que tan bien lo hacen, quien gana y si realmente puede darle pase libre. No es simplemente lanzarse a dar golpes a lo imbécil.

Es tener una de las tantas técnicas que él enseñó y si no están ahí, prepárate para ir inconsciente a la enfermería por haber ignorado su instrucción. Lleva un año y un poco más instruyéndolos como para hacerle semejante gracia. Gira la cabeza hacia la izquierda, donde hay un combate de uso de armas de corto alcance.

— ¡Choi! —Levanta rápido de su lugar y avanza hacia el general Jin—. Considerando que está tan cómodo allí observando a sus compañeros puede demostrarme que de hecho sabe hacer algo.

Toma una navaja mariposa, es la que mejor le va. Juega un poco con ella antes de estar en posición. El Alpha con quien debe pelear casi le dobla la altura. Es enorme. Quien sabe qué edad tiene. Estuvo escondido por sus padres y ahora están muertos y él aquí ¿De qué mierda sirvió? Arremete pronto y a pesar de que sus movimientos son torpes por su tobillo consigue vencerlo, sudando a rabiar y respirando por la boca.

—Que inútil, un Alpha cinco años menor que tú y el cual apenas te llega a medio pecho te derribó—Pone su pie en el rostro ajeno, pisándolo y lo más posible es que su rostro acabe desfigurado. Las botas que deben usar son muy pesadas. Sirven para ejercitar y fortalecer las piernas—. Antes de atreverte a decir nada de tus superiores o tan siquiera pensar, aprende a manejar un maldito cuchillo ¿Entiendes?

—S-sí señor.

—No te escuché, trozo de mierda ¿Entendiste lo que tu superior te dijo? —Le quita a San el cuchillo de las manos y clava este en el ojo del Alpha que empieza a chillar y a rogar porque lo saque.

Ya habían tardado en sacar a alguno de aquí...

—Lárgate de mí vista. —San hace saludo militar y decide que es mejor simplemente salir de aquí antes de que lo regañen por algo más.

Por el camino ve otras salas anexas. Algunos practicando con animales, otros con sustancias corrosivas y en general, aplicando lo que tienen tanto tiempo enseñando. Lo peor del caso es que se trata de lo básico. Lo avanzado viene cuando descarten a los que no pueden con lo sencillo y el siguiente paso para los que son potenciales soldados. A pesar de que el descarte es tremendo, son tantos los Alphas que siguen naciendo y encontrando que es como hacer un ejército infinito.

Los Generales son tan jóvenes por haber ascendido hasta hace poco. Los mayores permanecen aún más alejados y a salvo de esta clase de entorno. Se pregunta como serán. Si tienen la misma mirada vacía que todos los que están aquí. Para San resulta impresionante el cambio que hay.

Como todos dejan el porte desgarbado y se vuelven rectos, la mirada lejos de brillar o de pedir auxilio tan solo está vacía y asemeja a la de un muerto. Los pocos que aún no están así son, en su mayoría, desechados. Pues si aun con todo el entrenamiento que astilla los huesos y trato de mierda no han decaído así sea un poco, es porque creen tener la oportunidad de estar aquí de otra forma.

Y los Generales van a demostrarles que de esa manera no funciona.

—Choi, ven aquí.

Acude a donde lo llaman. La práctica de tiro es una de las actividades que se le dan relativamente mejor. Jimin le entrega un arma y dos cadetes sostienen a otro—Dispárale en el muslo derecho—. Obedece sin preguntar nada al respecto. Da el disparo y el Alpha sujeto grita al principio, pero luego intenta reprimirlo. Jimin mira a San, se inclina a buscar su mirada y luego pasa por su lado.

—Disparate en muslo.

Coloca le arma y jala el gatillo, aunque no pasa nada. Disimula a la perfección un suspiro aliviado.

—Si les ordenan háganlo así sea cometer suicidio—Como esa voz tan fina y suave que lo acompañó en la enfermería se vuelve ese tono frío y cruel es un cambio de cero a cien que aún no procesa—. Esta cosa lo entiende mejor que ustedes. Inútiles sin remedio, ni disfrazándolos pueden funcionar.

San abre ligeramente los ojos antes de entregar el arma. Sale apurado. Jimin siempre coloca los inhibidores en la enfermería que casi no se usa. Por lo general avisa de alguna forma u otra. La más comunes llamándolo a hacer cualquier cosa, implique daño o no y decir la misma frase.

Ni disfrazados pueden funcionar. Una mofa a que siguen con la pantomima sin ninguna clase de dificultad. Nadie ha sospechado de su persona a pesar de que jamás ha estado con un Omega. A nadie le importa lo que haga o deje de hacer mejor dicho. Fuera de las salas de entrenamiento, es uno más del montón que respira, come y caga. Lo demás es irrelevante a un nivel crítico.

Llega a la enfermería, toma el frasco que está hasta el fondo con una pequeña etiqueta de color rosa y entra en el baño. Son pastillas. Debe tomarlas todas si quiere que el efecto de ocultar sus hormonas sea efectivo ¿Hay consecuencias por hacer esto? ¡Por supuesto que sí!

No podrá tener hijos.

En este momento de su vida, no puede importarle menos ese hecho. Ni siquiera los quiere. Da lo mismo.

A pesar de que en su cuerpo perdure el malestar de saber que perdió uno. Tras acabar de tomarlo todo tira le frasco a la basura y se ve en el pequeño espejo que hay en el cubículo. Ah, tanto lo vio en otros y resulta que él está de la misma manera. Pensar que aún queda tanto tiempo y entrenamiento por hacer le hace preguntar qué tan mal puede llegar a lucir.

Que tan similar será a quienes lo entrenan, que con el tiempo ha logrado entender que lo que hay en sus miradas.

Un profundo deseo por dejar de sufrir, aunque puede que ni siquiera entiendan que están sufriendo. Se pregunta quien está peor. El que está aprendiendo esto o el que ya lo sabe y debe instruir a otros a no tener sentimiento alguno.

De lo único que está seguro, es qué si sigue mejorando como hasta ahora, donde ya no es el último en la lista de resultados, sino intermedio para arriba, podrá lograr su objetivo: La promoción, un escuadrón y a medida que progrese, finalmente llegar a una frontera para escapar definitivamente de esta pesadilla. Dicho suena fácil y antes difícil.

Con tantos huesos rotos mal curados, esguinces, morados, golpes, envenenamientos, explosiones, quemaduras y demás. Es sencillo. Es terriblemente sencillo. Mientras más se esfuerza en fingir ser un Alpha, más deja sus emociones de lado.

Una vez pueda dejarlas definitivamente, será capaz de alcanzar la libertad que pretende.

Si es que para ese momento se acuerda de cómo pensar, que su deseo es salir de aquí.

De otro modo, habrá caído en el mismo abismo de quienes tienen la oportunidad y permanecen, con sus mentes en blanco e incapaces de rememorar lo que alguna vez quisieron.


Secret Between Us || WooSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora