Secret Between Us || WooSan

5. Tropiezo tras otro

—A partir de ahora, forman parte del ejército de esta nación.

Estar parado tras tanto tiempo echado en una camilla es extraño. Ya le duelen las piernas y quisiera moverse, pero eso significaría quedar en mala posición como otros tantos en el lugar. Ya está advertido: Si no te quedas quieto y firme, prepárate para escupir tus intestinos.

—Nuestro objetivo no es otro que obtener el terreno que, por remuneración, nos pertenece—Namjoon, quien da el discurso, avanza de forma horizontal, sin introducirse en las innumerables filas de niños y adolescentes Alphas que van a iniciar entrenamiento. Él está en la segunda fila, tercera columna y el Alpha se detiene justo frente a él—. Porque recuerden bien, fueron ellos quienes nos hicieron este territorio de mierda donde poco o nada puede vivir. Es tiempo de que nos paguen dándonos los que nos quitaron.

Permanece quieto, calmado, sin verlo, sabiendo que se podría intimidar. Él sabe, está claro que sabe. Más atrás hay una fila más, está formada de altos mandos. Más específicamente seis. Entre ellos relucen Jin Y Jimin. Los demás desconoce totalmente como se llaman y bien ahora es irrelevante.

—A partir de ahora no necesitan pensar—Indica volviendo a caminar—. No necesitan sentir. Van a hacer exactamente todo lo que se les diga, se volverán soldados perfectos con los cuales atacar, recolectar y reconquistar será lo único puede existir en sus cabezas. Hacen esto no por su bien, sino por el de las personas que aún viven y dependen de nosotros para tener una vida mejor.

Pero...

Pero...

¿Eso no es extraño?

Guiña de manera repetida, sin bajar la cabeza y con una enorme duda en mente por ello. Falta algo. Namjoon vuelve a detenerse frente a él.

—El más mínimo fallo será motivo de expulsión, no hacen falta Alphas débiles- Mejor dicho—San se pone rígido—. NO-EXISTEN-ALPHAS-DÉBILES— ¿Por qué se afinca en él exactamente? Está advirtiéndolo y es relativamente normal que el General haga eso. En el registro está su edad y bien... Es alguien muy bajito, pequeño y delgado para tener quince años. No luce en lo absoluto como un Alpha—. Cualquiera en este lugar que se atreva a fallar de la forma en que sea será azotado por sus oficiales al mando y si consigue sobrevivir a eso, será usado como parte de nuestra división de experimentación.

Se muerde el labio, de forma muy discreta, sin que se note, empezando a temblar.

—Olviden que sienten. Olviden que piensan. Olviden que viven—quejumbra por el agarre en el cuello que corta su respiración—. Ustedes son Alphas. Los Alphas no sienten, los Alphas no piensan, los Alphas no lloran. —Lo suelta de forma brusca, pasando de él.

Logra mantenerse en pie sin variar la expresión y aguantando las ganas de llorar por lo asustado que está. Namjoon lo asusta. Tiene la impresión de que en cualquier momento le va a morder el cuello y arrancarlo.

—Su entrenamiento será de cuatro años. Quien lo consiga exitosamente será promovido y puesto en un escuadrón dependiendo de sus capacidades y quien no, pasará a ser lo que nuestro departamento de Experimentación decida—Da largos pasos, sus botas hacen un eco terrible en todo el salón lleno de cientos de personas, siendo el único que genera sonido—. La existencia de los Beta es sabida e irrelevante, teniendo el rango de Alpha para efectos de entrenamiento. Por tanto no es excusa para incumplir—agrega tras ver a un par—. Por último... los Omega.

San mueve un poco los hombros, incómodo.

—Si es que uno logra infiltrarse aquí—burla sin gracia—. Será llevado con los demás a cumplir su único papel útil en lugar. Quienes tengan necesidad serán provistos de tiempos para asistir a habitación con un Omega. Quien sea visto llorando será interpretado como Omega y por tanto tratado como uno siendo irrelevante el lugar donde se encuentre.