12. Estragos

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—Ya se había demorado.

—Para ser tan chiquito, se le da bastante bien hacerse el fuerte.

—Ni siquiera puede vomitarse en paz porque ustedes andan viendo ¿Qué no tienen mejores cosas que hacer?

—En este preciso instante, no. —responden a coro.

San se sujeta del borde del inodoro y su gemido viene acompañado del chapoteo que hace su vomito al caer, con casi media cabeza metida ahí. Desconoce cuántas veces a vomitado hoy. Está mareado por la falta de agua. Jadea una vez se sienta y le tienden papel higiénico para limpiarse la boca. Balancea la cabeza y se inclina a un lado, pegando con la pared.

—Tranquilo, te acostumbras a los dos meses y o un poco más. —afirma Yunho, quien era el que veía junto a Mingi como el pobre se deshace ahí. San los ve con mirada agotada y rostro pálido.

— ¿Acostumbrarme...? —jadea, incapaz de culminar.

—A la radiación—Completa Jongho—. Los lugares a los que vamos tienen niveles más elevados a los que cualquiera está acostumbrado. Nuestro cuerpo se adapta después de un rato, aunque puede traer secuelas graves.

— Como volverse delta.

—Los deltas no existen. Son solo cuentos para niños en las zonas campestres apenas afectas. —Corrige Seonghwa. Repentinamente todos metidos en el baño para continuar la conversación sin que San corra el riesgo de ponerse a vomitar en otro lado.

Como el pasillo.

Y apestar las habitaciones.

— ¿Qué es un delta? —cuestiona San confundido en todo lo que empiezan a hablar. Se supone que él era el centro de la conversación por estarse muriendo deshidratado y resulta que estas personas cambian de tema tan rápido como vacían un cartucho de pistola.

En menos de dos minutos y medio, está perfectamente cronometrado.

—Es un Alpha que pierde totalmente el sentido. Está tan loco que no comprende palabras de otros, su hedor se vuelve desagradable y en general lo que pueda cruzar por su mente son pensamientos que lastiman a todos a su alrededor. —explica Yeosang. Con el tiempo que ha pasado, San ha notado que es el que menos habla de todos en el escuadrón. Permanece observando todo con cara seria y poco más.

Que hable es casi extraño o bien, para quejarse sin ganas.

—Supuestamente, muchos Alphas se vuelven Delta. Tratan de recobrar la consciencia y caen.

—Es la única razón por la que los maten aun cuando cumplen sus misiones.

— ¿Y si no la cumplieron?

—Entonces es porque murieron en la misión.

—Lo dices como si un escuadrón de trece personas puede desaparecer tan fácilmente. Ya tenían mucho tiempo, es imposible que simplemente los mataran a todos en una misión tan sencilla como la que tenían.

—Con una explosión como hubo... Yo diría que sí.

San vuelve a recostarse con énfasis de la pared. Hace poco desapareció uno de los escuadrones más grandes que habían. Trece personas, uno solo al mano y eran demasiado buenos, por lo que nadie se explica como es posible que simplemente desaparecieran de la noche a la mañana. Algunos dicen que volvieron de misión, otros que no y la duda permanece en el aire.

Habían colgado un aviso en uno de los tantos anaqueles de la enorme base: "Escuadrón S13T desaparecido en acción". Eso hace una semana y a pesar de que no deberían retener esa clase de información sino como un aviso de que ahora tienen más trabajo y llegaría pronto un escuadrón nuevo, es imposible dejar de pensarlo.

Seonghwa considera que hay algo extraño en esa desaparición. Pues fue justamente el escuadrón en una misión fácil. Ellos eran muy buenos a pesar de lo numerosos. Es sobradamente sospechoso. Mingi y Yunho creen firmemente que los mataron por volverse deltas. Que estar tanto tiempo, tantos juntos simplemente acabaron por enloquecer cada uno de ellos. Hongjoong y Jongho consideran que la explosión que ocurrió en esa misión, uno de los autos explotó y generó una cadena, es lo que erradicó a todo el equipo. Parecido a lo que pone en el aviso oficial.

San, Wooyoung y Yeosang permanecen con la creencia de que algo más sucedió allí, pero no saben el que y por ello se les hace indiferente el tema.

—Venga, levanta de ahí, no vas a pasar todo el día frente al inodoro.

—Vas a dormir tú con él si vomita la habitación. —Advierte Wooyoung con malhumor. Hongjoong ayuda a San a levantarse.

—Te ves como la mierda. —afirma Mingi al verlo de frente.

No solo está delgado y pálido, tiene unas ojeras terribles, un tono casi amarillento en la piel, el cabello corto despeinado y dejando ver la entrada tan peculiar hecha por el ácido. San no es capaz de verlo, pues ignora totalmente su reflejo cuando hay agua encharcada y no hay espejos en el lugar. Los demás si pueden notarlo. Hay un poco de cabello surgiendo, pero es blanco.

Totalmente blanco. Como un lunar de pelo.

Hongjoong lo pone en la cama que ocupa el Omega y le da una pastilla que llevaba en su bolsillo. Frunce la expresión extrañado. A ellos no les dan medicina, deben aguantar el dolor, así se hacen más fuertes. A menos que se trate de una enfermedad grave y contagiosa serán ignorados.

—Es para los mareos, también funciona como somnífero. Tengo más en mi habitación. Te lo tomas hasta que nos vayamos a la próxima misión y así no apestas el baño.

—Gracias.

Hongjoong le revuelve el cabello y todos vuelven a su asunto propio. Para San es ligeramente extraño como se ponen a hablar tan familiarmente, pero permanecen con esa falta de expresión tan inmensa. Imponer una barrera a pesar del obvio compañerismo. A pesar de que Hongjoong no lo quiera, puede que alguno muera cualquier día y cuando eso pase, lamentarlo sería una falta a lo que les enseñaron y el mismo reglamento como soldados.

Lazos sentimentales no deben existir. Entorpecen. Crean debilidad.

— ¿Crees que es buena idea? —cuestiona Seonghwa.

—Es la primera misión, a todos nos fue mal. —Defiende Mingi asomándose apenas a la habitación donde San continúa retorciéndose de dolor, pero al menos sin ganas de vomitar.

—Es pequeño, es delgado, es menos resistente a esto. Aguantar el entrenamiento no te hace invulnerable a la radiación. —Prosigue Yunho y Yeosang le da la razón con un movimiento de mano.

—A Wooyoung también le fue mal y mira que está aquí. Una pastilla para el dolor en cuatro años y lo que pueda restar de su vida no va a ser lo peor que haga. —dice Hongjoong tomando asiento en la mesa del comedor. Seonghwa exhala no muy de acuerdo con ello.

Wooyoung regresa sobre sus pasos. San se durmió y... ¿Cómo explicar la impresión que ha tenido desde hace pocos días? San se volvió el cachorro de la manada. Tal vez por su estatura o que bien es tan flaco que parece que le viento se lo va a llevar. Verlo tan destruido en el baño no les causó morbo –como suele suceder-, sino pena. Hongjoong en su actitud de líder y "mamá gallina" no iba a aguantar no darle para calmar el dolor.

Casi le da envidia.

Por fortuna, el malestar si pasó y efectivamente, con el tiempo entre misiones se iba acostumbrado a ello. Mejor dicho, aumenta el aguante a ignorarlo y tragarse su propia bilis.

Secret Between Us || WooSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora