Los rayos de sol se inmiscuyeron en la habitación y golpearon de forma juguetona el rostro de la bella mujer. Ella rodó para evitar la luz, pero chocó contra un cuerpo cálido. Abrió los ojos y lo vio... a él. El hombre que tanto amaba y el mismo que poco a poco la iba dejando en el olvido, pensó con cierto dolor.
.
Era cerca del mediodía y Sofía se encontraba en el departamento de su hermana Daniela pues hacía días que necesitaba hablar con ella. En ese momento Sofía estaba sentada frente a la mesilla que su hermana tenía en la terraza de su departamento. Dany llegó con dos tazas de café.
—Toma —espetó Dany tendiéndole una de las tazas.
Sofía la aceptó.
—Gracias.
—Ahora sí, dime ¿Qué tienes, mi hermana? —inquirió mientras tomaba asiento frente a su hermana—. Te noto inquieta y preocupada. ¿Pasa algo con los niños?
Sofía negó con la cabeza.
—No, no... —respondió—. Los niños están bien.
— ¿Entonces?
Sofía se mordió el labio inferior.
—Es Leo... —suspiró y su mirada se tornó triste.
Dany enarcó una ceja con intriga.
— ¿Qué pasa con él?
—Nada —respondió Sofía mientras jugueteaba con la servilleta.
— ¿Nada? —inquirió Dany con incredulidad—. ¿A qué te refieres con "nada", precisamente?
—Exactamente a eso Dany: nada —frunció el ceño y miró a su hermana con preocupación—. Ha pasado un año Dany. Un año y no ha pasado nada.
— ¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Dany que continuaba sin lograr entender a su hermana y tomó un sorbo de su café.
Sofía suspiró pesadamente.
—Llevamos un año viviendo juntos, compartiendo nuestras vidas, nuestra vida diaria y él... —suspiró con frustración—. Él en ningún momento ha insinuado o dicho algo sobre querer un compromiso a largo plazo conmigo —se quejó y lazó la servilleta contra la mesa. Dany se llevó la taza de café a los labios para ocultar una sonrisa—. Ni siquiera ha querido que hagamos pública nuestra relación —se cruzó de brazos en gesto enfadado.
Dany colocó en la mesa su taza de café y se limpió los labios antes de responder.
— ¿No crees que es demasiado pronto? —preguntó con suavidad—. Piensa que, de hacer pública tu relación con Leo, los periodistas no perderían tiempo y se les abalanzarían como cuervos en busca de comida —espetó y se encogió de hombros—. Al fin y al cabo, hace poco más de un año que quedaste viuda y para ellos sería demasiado pronto que volvieses a tener una relación con otra persona ¿No crees?
— ¡Pero Óscar y yo íbamos a divorciarnos! —refunfuñó Sofía.
—Eso los medios no lo saben —respondió Dany.
Sofía tuvo que admitir que su hermana tenía razón: probablemente la sociedad esperaría que ella siguiera de luto y sin duda la harían quedar mal si sabían de su relación con Leo. Pero ya había pasado más de un año... ¡Un año! Óscar había fallecido en un accidente automovilístico la misma noche en que había herido de bala a Marcos. Según los informes, Óscar estaba completamente ebrio en el momento en que perdió el control del automóvil y lo que había sido perjudicial fue el hecho de que no llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento del impacto y se había roto el cuello. Así fue que, de un momento a otro, ella se había convertido en una mujer viuda y Óscar jamás había llegado a cumplir sus promesas de cambiar de vida. La misma vida se había encargado de cobrarle las cuentas por sus malas obras y de ser un hombre que lo tenía todo: había pasado a quedarse sin absolutamente nada... ni siquiera con su propia vida.
ESTÁS LEYENDO
Déjà Vu.
RomansaSinopsis: "Una rosa roja que representa a su amor eterno y el dolor de perder al ser amado. Leonardo y Sofía se aman con locura y durante años han compartido una relación clandestina. El amor, los celos, la pasión, la culpabilidad y el dolor, los ll...