Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]

Vacaciones

Desde la pequeña discursión hace unos días, no volví a hablar con Lupin. Altaír me decía día sí y día también que hablase con él, pero no lo hice. Llegaron las vacaciones y, como cada año, vuelvo a casa por Navidad.
El tren ha parado. Cojo mi bandolera, en la que llevo las cosas más necesarias, y mi baúl. Espero y bajo de las últimas para evitar la aglomeración.

¿Ves a papá por algún lado?

-Sí -responde Altaír.

Noto como me tapan los ojos.

-¿Quién soy?

-¡Albus Dumbledore!

Me destapa los ojos y me giro para abrazarle.

-Me ofende que me llames viejo de esa forma tan sutil -dice haciéndose el ofendido.

-Claro que no, señor Collins -bromeo.

Vamos a casa. Es un edificio ubicado casi al lado de la estación, pequeño de un baño, sala de estar, cocina y dos habitaciones, la de mis padres y la mía.
Al llegar me acerco al salón. En el hay una televisión de tubo puesta sobre un mueble pequeño, un sofá verde hierba con un sillón a juego, una alfombra color beige. Algo que escasea en mi hogar, son las fotos familiares. Solo está la de la boda de mis padres.

En el suave sillón está sentada mi madre. Me acerco a ella y le cojo la mano.

-Hola mamá.

Le acaricio el dorso y me aparta la mano. Al ver esto, mi padre se acerca.

-Lydia, es _______ -se sienta en el reposabrazos-. Ha vuelto de Hogwarts.

Mi madre me mira fijamente.

-La leche, está fatal -dice Altaír.

-¿Dónde está tu hermano? -pregunta mi madre.

No respondo. Ella asiente, se recuesta en el respaldo y deja la mirada fija en el televisor apagado.

Me levanto y voy a la cocina. Esta es pequeña, de leña, con un pequeño fregadero, una nevera pequeña, una mesa cuadrada y cuatro sillas.

-Lo siento cariño -se disculpa mi padre-. Sabes que se pone peor cuando llega Navidad.

-Lo peor es mi cumpleaños -respondo-. En vez de contar mis años de vida, contamos los años de muerte de Altaír.

-Es muy complicado. Cada vez que estás en casa intento que te sientas cómoda, pero a veces es imposible. Entiende que no tengo descanso.

-Deberías pagarle a una cuidadora y volver a trabajar. Adoras los animales, eres mi modelo a seguir.

-¿Piensas ser magizoóloga?

-La mejor magizoóloga.

Papá mira el reloj.

-Es tarde. Será mejor que vayas a la cama. Mañana tenemos la comida de Navidad con tu abuela.

Al oír esas palabras se me fue toda la ilusión de un plumazo.

-¡QUÉ HORROR! -grita mi hermano-. QUE LLEGA LA VIEJA MARIE PELLEJA.

Marie es la madre de mi madre, la única abuela que me queda. Nunca le gustó la relación de mis padres y le echó a él la culpa del actual estado de mi madre.

-Pues que asco.

-Es uno de los días que sale de la residencia -me explica mi padre.

-Lo que tienen que hacer es meterla en un manicomio -dice Altaír poniendo los ojos bizcos.