Día con Black

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Y aunque no lo parezca, ya llegaron las vacaciones de verano. Los dos meses y medio de clase que tuvimos no fueron nada del otro mundo, tan solo repasar hechizos y hacer los exámenes.
Lo único que he de contar es que a Rowan le llegó el periodo con algo de retraso y por suerte no tendré que aguantar a ningún bebé Pettigrew. ¡Puag!

-¡ARRIIIIIBA DORMILONA! -grita Altaír dando saltos en mi cama-. ¡HOY TENEMOS MUCHAS COSAS QUE HACER!

Tengo sueño.

-¡Oh, venga ya!

¿Qué tienes pensado?

-Lo primero de todo, ir a desayunar churros -dice sacando una lista del bolsillo de su pantalón corto-. Después podríamos ir a ver a Lily a Privet Drive. No te preocupes -dice al ver mi cara-, le mandé una carta con tu firma. Estoy esperando la respuesta. A ver, ¿por dónde iba? -pasa el dedo por la hoja-. ¡Ah, ya! Después comer en una hamburguesería.

¿Por qué?

-Porque quiero hamburguesas. ¡No me cortes más!

Mientras Altaír sigue explicando en alto el día que tiene planeado, yo me meto en la ducha.

-¡Mierda! -grito.

-¿Qué pasó? -pregunta Altaír.

-¿Hay compresas?

Al rebusca en los cajones y las puertas.

-Nop.

-¿Está papá en casa?

-Nop.

-Pues necesito que me hagas un favor -digo saliendo de la ducha envuelta en una toalla-. Tienes que ir a por compresas.

-Yo prefiero los tampones. Son tan...

-¡Altaír!

-Es que la compresa me rasca la pilila -dice rascándose la nuca.

-¿Te pones tampones?

-Oh, no -responde-, pero probé las compresas. Quería saber que sentís las mujeres y me sorprende lo horrible que es. ¡Parece un pañal!

-Necesito que me traigas un paquete, por favor.

-¿Cómo se ponen los tampones? -pregunta haciendo caso omiso a mi petición.

-Se meten por el boquete. Es como si a ti te metieran algo por tu...

-¡YA VALE, YA VALE! -grita-. Ahora vengo con las compresas.

Mientras espero a que Altaír vuelva, me voy secando el pelo y eligiendo la ropa que me pondré.

Me acerqué a la ventana de mi habitación y vi a Gaia tomando el sol como si fuera una señora mayor en una tumbona. Veo que tiene unas mini gafas de sol sobre los ojos que deduzco que se las hizo mi hermano.

>>¡Heee vuelto! -grita por el pasillo-. Aún no entiendo como no tenéis la panocha escocida poniéndoos esto en verano.

-La tenemos -respondo cogiendo el paquete-, pero las señoritas no lo vamos gritando a los cuatro vientos.

-Pues los hombres decimos hasta cuando nos pica el culo.

Ignorándole, me meto en el baño y salgo poco después vestida.

>>Tengo una pregunta -dice Altaír cogiendo a Gaia-. Si tu novio se excita...

-¡ESO NO TE IMPORTA! -grito.

-Ay, venga ya... en algún momento os meteréis mano. A lo que iba: si tu novio se excita, ¿se convierte en lobo?

-No tienes ni puta idea sobre hombres lobo, ¿verdad?

Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora