Quedada

16.9K 1.5K 710
                                    

Estoy sentada en la sala común en un viaje astral de esos en los que miras a un punto fijo sin pensar en nada.

-Me ha llegado tu nota -dice Lupin poniéndose a mi lado, a lo que yo me quedo algo extrañada.

-¿Nota? -pregunto.

-La que me mandaste esta mañana en Herbología.

Rebusca entre sus libros y saca un papel que está escrito a todo correr y con muy mala caligrafía que, obviamente, no es la mía.

"Quedamos mañana en las Tres Escobas"

>>¿Sigue en pie? -pregunta.

-Em... sí -¿qué le iba a decir?-. ¿Te parece bien a las cinco?

-Perfecto. Nos vemos allí.

Me da un beso en la frente y se va por las escaleras que da a las habitaciones de los chicos.

Altaaaaaír...

-Buenas -está sentado en el suelo comiendo helado.

¿No tienes nada que contarme?

-¡Sí! Black y Potter le quemaron los deberes a Snape.

Me da pena por Snape, pero no quiero que me cambie de tema.

¿Nada más?

-Que mañana tienes una cita con tu amado.

No es una cita, idiota. ¿Por qué hiciste eso?

-Porque no te atreverías a escribirla tú. Necesito un poco de salseo del que hablar, ¿y qué mejor que dos bobos enamorados?

A veces te odio.

-Gracias -dice sonriendo.

Me voy a la cama e intento pegar ojo, algo imposible sabiendo el día que me espera mañana...

(...)

Cinco menos cinco de la tarde. Estoy en las Tres Escobas más que preparada para lo que sea que viene y con Gaia en mi hombro. Ahora la llevo siempre conmigo.

¿Crees que vendrá? ¿Y si se raja?

-No se rajará -responde Altaír.

¿Cómo estás tan seguro?

-Porque le estoy viendo. Bueno, ya sabes que si necesitas algo solo tienes que llamarme. Iré a robar cerveza de mantequilla.

Veo a Altaír entrar en la bodega a la vez que Lupin se sienta a mi lado en una silla de madera.

-Por poco llego tarde -dice tomando aire mirándome de arriba a abajo-. Me gusta tu estilo.

-No es gran cosa.

-¿Son regalos de Navidad?

-Mi regalo fue Gaia -digo poniendo al bichito en la mesa.

-¡Como mola! -dice acariciandola con cuidado.

-¿Te apetece tomar algo o nos vamos? -pregunto.

-¿No te gustan los sitios cerrados?

-No me gusta el jaleo -respondo.

La verdad es que hay mucho ruido entre los profesores y alumnos que brindan con sus compañeros.

-Vamos a un sitio más tranquilo.

Nos levantamos y salimos por la puerta. Una vez fuera, Lupin me da la mano.

>>¿Por qué me mandaste la nota? -pregunta.

No puedo decirle que fue mi hermano fantasma. Eso sería como decir que Nick casi decapitado se alía con Rita Skeeter para redactar el Profeta... ¡una auténtica gilipollez!

-Quería hablar -esto es verdad-. Me gustaría saber por qué no quieres salir conmigo. O sea, me tratas genial, siempre que estamos juntos me das la mano y siempre que puedes te despides con un beso.

Caminamos sin rumbo fijo y no es hasta unos minutos más tarde que decide hablar.

-Bueno, tengo problemas y prefiero buscar y encontrar la forma de solucionarlos antes de hacer daño a nadie.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

-Nadie puede ayudarme con esto, ni siquiera tú -dice en tono triste.

-Si me dices qué es, seguro que encuentro alguna solución. Sabes lo cabezota que soy.

-Prefiero que no sepas de qué se trata.

-Lupin...

-¿Por qué me llamas por mi apellido? -pregunta sonriendo e intentando cambiar de tema-. Somos amigos desde hace seis años. Llámame Remus o... Lunático.

-¿Lunático? -pregunto riendo-. ¿De dónde sacáis esos nombres tan raros?

-Sólo son motes que nos pusimos entre nosotros -explica-. No tienen mucho sentido para quien no sabe la historia.

-Entonces cuéntamela.

-Quizá algún día...

Pasamos la tarde más agradable en mucho tiempo, y aunque no habláramos demasiado, estuvimos cómodos. Cuando anocheció volvimos a la rutina de siempre: cena en el Gran Comedor y cada uno a su cama.

¿Altaír?

Le llamo porque me he olvidado de él todas estas horas y no le vi.

Le veo entrar por la puerta, que está abierta, tambaleándose y con los mofletes colorados.

¿Estás borracho?

-Shhh... que nos oyen las abejas -dice y se tira en mi cama poniéndose a roncar.

Creía que los fantasmas no se emborrachaban. Supongo que todo es posible si se pone empeño.

Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora