Los Merodeadores (Remus Lupin y tú) [COMPLETA]

Mamá

Anoche me trajeron a casa por un horrible motivo, y ahora estoy con Altaír preparándome para el funeral...

Flashback

Seguí a Lily hasta el despacho de Dumbledore donde me estaba esperando McGonagall. Mandaron irse a mi amiga a la vez que entré en la sala.

-¿Ocurre algo? -pregunté.

-Siéntate, por favor -pidió Dumbledore con el rostro serio y tristeza en su ojos.

Hice caso. Después la jefa de mi casa se sentó a mi lado.

-Irás a casa con un traslador -explica la mujer-. Allí te esperará tu padre.

-¿Me pueden decir qué ocurre? -pregunté impaciente.

-Es por su madre -dice Dumbledore. Tardó un largo rato en volver a hablar-. Su padre contrató a principios de enero a una mujer para que cuidase de su madre y...

-... que pudiera volver a su trabajo -terminé la frase-. Me envió una carta al día siguiente de volver al castillo.

-Ha ocurrido algo -continuó hablando el anciano-. Su padre estaba volviendo del trabajo cuando vió a la policía rodeando el portal del edificio.

No siguió hablando y McGonagall le tomó el relevo sujetándome la mano.

-Tu madre ha fallecido...

Fin.

Según contó la cuidadora, mamá pidió un vaso de agua. En los treinta segundos que tardó en ir a la cocina y volver, saltó por la ventana.

-¿Estás bien? -pregunta Altaír.

Supongo... por desgracia nunca tuve una relación con ella.

-No te culpes por ello -intenta consolarme-. Sabes que hace casi 16 años que estuvo así de mal.

¿La ves por ahí? ¿Mamá es como tú?

-No. No está aquí y no creo que venga. Ahora descansa en paz, su conciencia está tranquila y sin dolor.

¿Y tú estás aquí porque tu conciencia no está tranquila?

-Yo estoy aquí porque nuestro destino es estar juntos, ya sea en vida o en muerte.

Papá peta en la puerta de mi cuarto evadiéndome de mis pensamientos.

-¿Estás preparada? -pregunta.

-No hay que arreglarse demasiado para enterrar a alguien -respondo.

-Quiero que sepas que no fue tu culpa -dice papá con las lágrimas brotandole de los ojos-. No era feliz y en todos estos años de silencio quizá estuvo planeando su muerte en soledad. No quiso que ninguno de nosotros estuviera delante.

-No te preocupes papá. Quizá es mejor así sin mamá, que tú retomes todos tus años perdidos en el trabajo y que yo me sienta menos atada a la zorra de Marie.

-Hablando de Marie -se rasca la nuca-... va a venir.

-Lo supuse. Es su hija y querrá estar presente.

Nos levantamos y fuimos en un viejo coche hasta el cementerio de Godric's Hollow. Ahí están viejos compañeros de la escuela de mis padres, amigos y, la zorra de las zorras, Marie, que al vernos nos echa una mirada despreciante y se acerca a nosotros.

-Así que habéis venido, engendros -dice con asco.

-Soy su marido.

-Eres viudo, estúpido -dice con el mismo tono y luego me mira-. ¿Y tú? Ya jodiste bastante, pero no te parece suficiente que tienes que venir a destrozar el entierro.

-Que yo sepa no es una fiesta de fin de curso -digo con asco.

-Empuja la silla de ruedas hasta la carretera -dice Altaír con una señal de "ceda el paso" en la mano.

Ojalá, pero no quiero que le quiten protagonismo a mamá.

Pasó el funeral y el entierro. Al contrario que mi padre, no solte ninguna lágrima. Sentía más alivio que tristeza, sobre todo cuando al terminar todo el acto la vi sentada sobre la lápida de piedra sonriendo y con el vestido verde que le pusimos que refleja libertad.

-Lo siento -dijo y se desvaneció.

¿De verdad era ella?

-Sí -responde Altaír-. Y no volverás a verla. Hablé con ella y me dijo que te quería y que fueras feliz.

Supongo que lo que toca es pasar página. Para papá no será tan fácil, pero lo logrará.

-Le ayudarás. Primero debes poner en orden tu vida para ayudar en la de los demás.