Capitulo 11: Rencuentro y la muerte de Gato.

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Naruto:

El entrenamiento fué un éxito, aunque volví tarde en la noche seguido de dos gennin totalmente llenos de tierra y golpeados, pero finalmente ambos lo habían dominado.

Al entrar nos encontramos con los mayores y el infante esperándonos para cenar, así que sin más son sentamos y disfrutamos la velada.

- Dime, Naruto ¿Tú eres Gennin también?- la suave voz de Tsunami se escuchó en medio de las conversaciones triviales que resonaban de los otros sentados en la mesa, que se callaron para escuchar. Yo asentí.

- Así es, soy de la misma generación que mis compañeros.- desvíe mi mirada a Kakashi, que me veía de una manera que no sabría descifrar.

- Oh, entonces eres muy talentoso. Mi padre me comentó lo que ocurrió a las pocas horas del comienzo de su viaje. Fuiste todo un héroe ahí ¿Verdad?- elogió la mujer. Sonreí divertido y solo negué con la cabeza e iba a contestar cuando un fuerte golpe en la mesa se escuchó, seguido de unos segundos de silencio incómodo.- ¿Inari?- preguntó.

- ¿Héroe? Ellos no saben lo que es ser un héroe. Se ponen sus estúpidas bandas regulatorias como si eso fuese alguna prueba de su valor. No conocen el dolor, no tienen idea del verdadero sufrimiento. Gato los matará a todos y solo ahí comprenderán que no son más que simples mediocres.- sentenció el niño, con lágrimas corriendo por sus mejillas, aunque no sabría decir si eran de ira o de tristeza.

Solté una carcajada divertida en medio del incómodo silencio y todos me voltearon a ver, curiosos.- Wow, que triste. Eso fue conmovedor.- limpié una lágrima que escurría por mi ojo derecho a causa de la risa y luego, mi rostro se puso frío y serio.- ¿Quieres conocer el verdadero sufrimiento? ¿Quieres sentirlo y verlo?- pregunté tétrico.

Un solo segundo después, el niño estaba dentro de un genjutsu. Le mostré toda mi infancia, las palizas, las puñaladas, las miradas gélidas, la soledad. Duró solo unos segundos y, al salir de la ilusión, unas lágrimas vergonzosas corrían por la mejilla del infante.

- ¡Naruto! ¿Que le hiciste?- pregunto acusatoriamente Kakashi. Yo solo le sonreí maliciosamente, como un psicópata.

- Le enseñé el verdadero dolor...- contesté con calma y en voz baja. Tomé mi katana que estaba al lado de la mesa y, sin más, salí de la casa.

Naruto: 6 días después, puente en construcción.

Los días habían ido muy tranquilos. La construcción del puente ya casi terminaba y no no había habido más ataques desde el encuentro con Zabuza. Aunque igualmente nos turnabamos para escoltar y proteger a Tazuna cuando iba a su trabajo.
Kakashi se había recuperado en su totalidad hace unos días gracias a mi jutsu médico y ahora todos estábamos en el puente. Había dejado tres clones en la casa del viejo para proteger a su nieto y su hija.

- Naruto ¿Crees que puedas darme una mano? Sería bueno si hubiese más obreros, pero ya quedamos pocos debido al riesgo...- pidió Tazuna. Yo sonreí e hice una cruz con mis manos.

- Jutsu Multi Clones de Sombras.- sentencié firme. Una docena de réplicas mías aparecío a mi alrededor.- No te contengas de darles órdenes, te ayudarán con gusto. Yo montaré guardia.- él asintió con una sonrisa agradecida y continuó con el trabajo.

- Aquí 1, mi perímetro está despejado.- la voz distorsionada del Uchiha se escuchó en mi auricular.

- Aquí 2, mi perímetro igual.- la aburrida voz de Shikamaru le siguió.

- Aquí 4, no hay nada en el sur ¿Está todo bien en el puente? Naruto.- no pude contestar cuando Zabuza llegó de un salto al lado de mí. Me sorprendí al verlo, lucía agitado.

𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora