Capítulo 26: Matando a un Kage y equipo 3.

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Naruto: Dormitorios de Raíz.

Desperté desorientado, este lugar no era el último que recordaba antes de desvanecerme.
Examiné mi alrededor, estaba en mi habitación de la base.
Intenté levantarme normalmente y solté un quejido de dolor, apretando los dientes para ahogar el grito. Desvíe mi vista hacia mi pecho y pude ver las vendas blancas, un poco manchadas de rojo, que allí me cubrían, seguramente tapando alguna de las puñaladas del recordatorio de ayer.

Me levanté, esta vez lentamente y me acerqué algo tambaleante a la silla con mi ropa Anbu, procedí a vestirme con dificultad para después salir de la habitación con mi máscara ya puesta.
Me dirigí a la oficina del líder. En el camino recibía miradas curiosas por la escena de ayer y asentimientos de respeto al reconocer mi posición como Capitán Anbu.

Toqué la puerta de la oficina y entré con el paso más firme posible.- Danzo-sama.- me arrodillé totalmente frente al mayor, que me miraba seriamente. Me paré solo cuando él lo indicó y me quedé mirando su barbilla, sin conectar miradas directas con él.

- Kitsune.- saludó.- Tengo una misión para ti y tu equipo, los pondrás a prueba.- camino alrededor de su escritorio y se sentó en su gran silla, cruzando los brazos sobre su pecho.

- Hai, Lider-sama.- contesté monótonamente. Pude notar su pequeña sonrisa al ver mi cambio te actitud y eso hizo que la rabia creciera en mi cuerpo, fruncí el ceño detrás de la máscara Anbu.- Tenemos información de que el Raikage planea un ataque a Konoha para dentro de algunos meses, durante los próximos exámenes Chunnin. Claramente no podemos permitirlo, por ello e estado enviando Anbus a investigar y dimos con el lugar donde se esconde. Está a las afueras de Kumogakure, en un antiguo templo cerca de la frontera hacia el oeste. Tiene una alianza con algunos mercenarios de rango A y S, así que tendrá mucha vigilancia.- explicó, a lo que yo respondí un simple 'Hai' para que continuase.- Tu trabajo es simple: Eliminarlo junto a todos sus aliados. Irán solos y no se aceptan fallos.- me sorprendí de sobremanera. Enviar a mis novatos a una misión de rango SS y contra un Kage a la primera sin haber comprobado el trabajo en equipo era una sentencia de muerte. Quería probar mi liderazgo y capacidad, quería que fallara.

- Hai, Danzo-sama. Saldremos en cuatro horas.- sentencié, aceptando el pergamino con información que me tendía.
Se acercó a mi y su mano rodeada de chakra chocó fuertemente en mi pecho, eliminando el sello supresor de chakra. Solté un quejido ahogado ante el dolor que recorrió todo mi cuerpo, haciendo trastabillar.

- Despedido.- ordenó. Salí rápidamente por la ventana, desapareciendo en un borrón negro. Debía ser rápido y buscar a mis Anbu para preparar todo en el menor tiempo posible. Ya había pensado la formación y tenía unos cuantos planes que podrían funcionar. El verdadero problema es que jamás habíamos trabajado juntos y el mínimo fallo en las misiones de alto rango significaban la muerte, en el mejor de los casos.

Me encontraba en el centro de la torre, donde se supone que esperan instrucciones todos los Anbu que no tienen misiones asignadas aún.

- Serpiente, Tigre.- llamé con liderazgo y al instante dos Anbu se presentaron frente a mi, arrodillados.

- Hai, Taicho.- dijeron al unísono con las miradas bajas. Ambos tenían sus ropas Anbu.

- Preparen sus cosas de batalla y suministros para una semana. Tenemos una misión de rango SS, los veo en la puerta en dos horas.- expliqué, ellos asintieron firmemente.- Despedidos.- los borrones negros se alejaron rápidamente y yo los imité, debía preparar mis cosas y cambiar mis vendajes.
Mi situación física no era la mejor, pero creo que puedo soportarlo. Al menos, eso esperaba.

Naruto: Puertas de la Aldea. Dos horas después.

Mis Anbu llegaron puntuales y rápidamente nos dirigimos hacia Kumogakure. Corrimos por horas sin descanso, mientras más rápido llegáramos, más rápido volveríamos. Decidí hacer una parada en la madrugada, exactamente a las 4:00 a.m. Preparamos el campamento en un claro, comimos y dormimos hasta las 7:30. Retomamos el viaje luego del breve descanso y luego de un día y medio más de corrido, llegamos al País Oculto Entre las Nubes. Pasamos por las fronteras sin ser vistos y seguinos recorriendo hasta dar con las coordenadas que salían en el pergamino.

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