Naruto
- Danzo-sama.- una de mis rodillas tocó el piso, mientras que la otra se mantuvo doblada. Mi mirada estaba baja y me apoyaba en mi katana que sostenía en mi mano derecha usándola como bastón.
- Reporte.- la voz de mi padre resonó imponente en la habitación. Me levanté y me enderece mientras volvía a poner la katana en mi espalda.
- Hai. Los exámenes han salido según lo planeado, la victoria no a sido para nada complicada y e sido nombrado el alumno estrella de esta generación...- mi mirada estaba puesta en él, examinando su reacción. Buscando alguna pista de orgullo, que encontré cuando un atisbo de sonrisa se hizo presente en sus labios durante un segundo.
- Omedetō.- asintió con la cabeza, a lo que yo hice una pequeña reverencia.
- ¿Hay algo más que se le ofrezca? Danzo-sama.- pregunté. El tratado formal con mi padre como si fuese un Anbu de raíz se había vuelto normal y frecuente.
Era parte de mi entrenamiento.- No, retirate.- dí un leve asentimiento y desaparecí con velocidad absoluta.
Después del pequeño encuentro con mi padre fuí a mi cuarto, necesitaba una ducha y horas de sueño, mañana sería un gran día.
Me dirigía a la academia para descubrir quién sería mi nuevo equipo y mi nuevo sensei. Realmente esperaba tener buenos compañeros o, al menos, que mi amigo esté conmigo, haciendo más llevadero el trabajar con un tercero que, probablemente no me agradaría ni yo a él o ella.
Suspiré al pensar en eso, llevé mis manos detrás de mi cabeza mientras seguía mi camino.- Problemático...- sonreí luego de susurrar aquello, un pequeño Tic que Shikamaru me había pegado después de algunos años de amistad y, aunque ese era el sello de los Nara, no parecía enojado de compartirlo conmigo si no más bien orgulloso de que haya adquirido aquella costumbre.
Avancé hacia el interior del edificio y me adentré al salón aun con mis brazos en la nuca. Sin prestar verdadera atención a mi entorno caminé hacia el fondo del salón, mi lugar predestinado al lado de la ventana. Me dejé caer en el asiento y solo giré mi vista, perdiendome en el paisaje.
Mi seño permanecía fruncido ante el bullicio a tan tempranas horas de la mañana, pero parecía que la emoción y la ansiedad controlaban a todos los presentes en la sala. Chité mi lengua antes de recostar mi cabeza en el respaldo de la silla, dejando que mi cuerpo se resbale un poco de su lugar para una mayor comodidad. A los pocos minutos, ya estaba dormido plácidamente, ignorando por completo el molesto ruido.
Los bruscos movimiento me sacaron de mi siesta. Con ojos furiosos miré al causante del alboroto, solo para encontrar la mirada aburrida y levemente enojada del Nara.
- Están por decir los equipos, presta atención...- sin decir más, el pelinegro fijo su vista a Iruka, que sostenía un papel en una de sus manos y pedía silencio para comenzar.
- Bien...
Equipo 8: Kiba Inuzuka, Ino Yamanaka, Sakura Haruno. Su sensei será...- el mayor fué interrumpido por chillidos de las adolescentes antes nombradas en reclamos, Iruka frunció el seño antes de gritar por silencio y dar un breve reto a las niñas.- Su sensei será Kurenai Yühi.La frustración se esparció por mi cuerpo, esa era la sensei que esperaba tener. El arte del genjutsu era algo que se me daba bastante bien y que deseaba perfeccionar, aunque quizás todavía tuviese oportunidad.
- Equipo 9: Shino Aburame, Choūji Akimichi, Hinata Hyuga. Su sensei será Asuma Sarutobi.- los murmullos de los chicos seleccionados en aquel equipo parecían de felicidad.
- Shika ¿A quien te gustaría tener de sensei?- murmuré a mi compañero y amigo, él movió su cabeza para verme.
- Asuma.- quise soltar una carcajada al ver que ambos estábamos en la misma situación.
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𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂
PertualanganFué criado y entrenado entre mentiras, traiciones y enseñanzas dañinas. Creado para ser un arma confiable para Konohagakure, obligado a traicionar y dañar. Pero... ¿Que pasará cuando se dé cuenta de la realidad?