Naruto: Hospital de Raíz. 1 semana después.
Fruncí el ceño manteniendo mi ojo cerrado y solté un gruñido cuando una ola de dolor azotó mi cuerpo. Finalmente decidí echar un vistazo para ver donde me encontraba, topándome de frente con una luz demasiado blanca que me hizo achinar mi grisaseo ojo. Examiné el alrededor: una camilla incómoda, una mesita de luz, una silla, pisos y paredes blancas. Sí, estaba en Raíz. Solté un suspiro, al menos los novatos me tragieron a la base.
- Kurama ¿Estás ahí?- no recibí respuesta, supongo que debe estar durmiendo. Gastó mucho chakra para ayudarme, eso explica porque aun no estoy totalmente sanado. Sonreí levemente.
Con demasiado esfuerzo, aguantandome un quejido de dolor me paré y me vestí con una muda de ropa que estaba sobre la silla. Salí de la habitación sin colocarme mi máscara, que por alguna razón no estaba entre mis cosas y caminé con rapidez a la oficina de mi padre, ignorando olímpicamente a Conejo que me pedía que guardase reposo.
Toqué la puerta dos veces y entre una vez me dieron permiso.
- Danzo-sama.- me incliné ante el vendado, que me miraba impasible y con un brillo en sus ojos que no sabría identificar.
- Informe.- ordenó seriamente, sin dejar que retome mi postura. Estiré mi mano derecha y liberé chakra al sello de almacenamiento que tenía tatuado en mi brazo, haciendo que los resto del cuerpo cuerpo de un inerte del Raikage cayese frente a los pies de mi padre. Danzo mantuvo su rostro serio y con un simple movimiento de mano, el cuerpo fué sacado de la habitación por un Anbu.
- Hai, Danzo-sama. Cumplimos la misión al pié de la letra. Ningún aliado del enemigo escapó del lugar, toda información importante supongo que ya le fué entregada...- levanté levemente para ver la respuesta del mayor, que fué un simple asentimiento.- Y el lugar fué destruido totalmente, sin dejar rastro.- expliqué finalmente. Después de tomar la recompensa de la misión, me retiré de la habitación y me encamine a mi dormitorio, quería descansar un poco más. Luego iría a mi reunión con Orochimaru-sama.
Lugar desconocido. 10 horas después.
- Así que mataste al Raikage...- la sonrisa enferma adornaba el pálido rostro del sannin. Yo solo asentí levemente.- Bien, te felicito Naruto-kun. Pero esto no termina ni cambia nada, necesito que te vayas de viaje con el viejo y me mandes un pergamino con la ubicación cuando todo esté listo.- el pelinegro caminaba alrededor de mí, seguido de una serpiente blanca.- Tienes como máximo cinco días para estar fuera de la aldea ¿Entendido?- fruncí levemente el ceño por el poco tiempo, pero finalmente acepté.- Aquí tienes, cuando todo esté listo pon un poco de sangre allí y has el jutsu de invocación.- Tomé el enorme pergamino negro y rojo que me tendía, lo amarré a mi espalda baja y me retiré del lugar. Debía comenzar a buscar a Jiraiya si quería cumplir con el plazo de tiempo adecuadamente.
Estaba saltando de techo en techo, camino a la torre Hokage para saber la ubicación del sannin peliblanco. Ignoré a la castaña de pelo corto que me gritaba que no podía entrar a la oficina de Tsunade y simplemente toqué las grandes puertas. La vieja me dió el permiso y finalmente me adentré a la habitación.- Hokage-sama.- saludé con respeto fingido y ella asintió como respuesta. Con un movimiento de mano me pidió que me sentara, obedecí.
- ¿Que ocurre? Naruto. Según tengo entendido, tu equipo no hará misiones hasta nuevo aviso y...- fruncí el ceño, yo no tenía equipo. Reí en mi mente, acompañado de Kurama, al recordar que yo había matado a esos bastardos.
- Mi visita no tiene que ver con mi equipo.- ella levantó una ceja con confusión y ladeó su mano para que prosiga.- Vengo a solicitar información del sannin Jiraiya, por algunos asuntos.- ella me miró fijamente y yo solo me mantuve serio, impasible.
ESTÁS LEYENDO
𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂
PertualanganFué criado y entrenado entre mentiras, traiciones y enseñanzas dañinas. Creado para ser un arma confiable para Konohagakure, obligado a traicionar y dañar. Pero... ¿Que pasará cuando se dé cuenta de la realidad?