Capitulo 31: Totalmente unidos.

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Naruto: Kumogakure No Sato. Dos semanas después.

Seguí a Killer Bee por aquel lugar repleto de estatuas sin cabeza, según el hombre era un templo o algo así del lugar.
Según entendí, todo lo que tenía que hacer era derrotar a mi obscuridad y entrar a mi espacio mental, abrir la jaula de Kurama y tomar su chakra. Aunque tenía dudas sobre eso, yo nunca les dije que me llevaba bien con mi biju.

- Bee-sama.- llamé al hombre, que inmediatamente me prestó atención luego de soltar una de sus rimas tan características.- Con respecto a la parte de robarle el chakra a mi biju ¿Es necesario?- pregunté, recibiendo un asentimiento del sujeto.- ¿Aún si me llevo bien con él?- el hombre paro de caminar y me miró.

- ¿Porqué no me dijiste eso desde el principio? konoyaro, Bakayaro.- inquirió, molesto.

- Porque no me preguntaste.- respondí con simpleza, regalando una leve sonrisa sincera a aquel que desde primeras instancias se había vuelto el único amigo que aún conservaba.

- BakaNaru.- comentó burlón, utilizando juegos de palabras extraños como siempre, algo de lo que te acostumbradas con el tiempo.

- ¡Bee baka, baka!- grité graciosos, causando risas en el otro Jinchuriki.

- Bien, momento de ponernos serios. Ésta estatua es diferente de todas las demás. ¡Debes meter la cabeza dentro de su boca para ver si eres digno, de no serlo quedarás decapitado e indigno! ¡Yeah!- rodé los ojos ante los raros movimientos de manos que hacía el morocho mientras cantaba aquellas rimas. Asentí y así lo hice, más nada pasó.

- Esto está descompuesto o algo, Bee baka.- gruñí molesto luego de esperar por varios minutos dentro de aquel monumento de piedra. Escuché la risa del hombre fuera y decidí finalmente salir.

- ¡Solo era una broma, esas cosas no sirven y cabezas ya no toman! ¡Konoyaro, bakayaro!- le dediqué una mirada asesina al sujeto, que completamente metido en su confianza estaba jugando conmigo y mi poca paciencia.- Bien, bien. Haremos el verdadero reto, sígueme.- ordenó y ambos caminamos hacia una sala con una puerta de piedra que se cerró detrás de nosotros.

Dentro de la misma no había nada, ni espacio ni tiempo y al parecer lo había todo a la vez. Caminamos hasta el centro del lugar, o eso supuse ya que no se veían bordes, y nos sentamos en posición de loto.

- ¡Si ambos son amigos, no tendrán problema, más sin embargo eso no facilita el dilema! ¡Yeah!- asentí a lo dicho por el hombre y coloqué mis manos sobre mis rodillas, en busca de la concentración necesaria para ir a visitar al zorro.

                          [...]

Los laberintos subterráneos de lo que parecía ser una cloaca hace antaño se levantaban con simpleza.
El piso, que hace años estaba inundado hasta casi tapar mis rodillas, ahora se encontraba seco y sin resto de humedad.

Una jaula imponente se presentaba, allí era donde su amigo vivía desde hace años.
Acercandome al sello, retirando el papel y doblando la cerradura con chakra en los dedos, permití que las puertas de la enorme cárcel se abrieran de par en par.

- Kurama-chan.- llamé simplemente, recibiendo un gruñido para cualquier otro, pero enrealidad era un sonido que significaba 'Sigue hablando, cachorro.'- Hoy es el día, te sacaré de esa jaula y finalmente seremos uno.- un ojo carmesí se abrió detrás de la oscuridad que antaño parecía absoluta.

- Así que conseguiste ayuda del Jinchuriki de mi hermano, bien echo. Pero quiero que tengas cuidado, por más de que yo te dé mi chakra y nos enlacemos, solo duraremos cinco minutos como máximo. Pero si tú robas el chakra que ahora poseo, quizás sea más fácil para ti manejarlo, cachorro.- explicó paciente el zorro, manteniendo el osico sobre sus dos patas delanteras cruzadas.

- Bien, haremos eso. Pero si eso no mejora, te dejare descansar una semana más hasta que tengas todo tu poder nuevamente. No voy a lastimarte solo por controlar ese poder, tú vas primero.- sonreí levemente al gigantesco bijuu e hice salir a mi yo pura ente de chakra. El mismo, y sin objeción del zorro, se acercó al mismo para sujetar el chakra que éste poseía y comenzar a arrastrarlo hasta dentro de mí.

Mantuve toda mi concentración para no dejar que el sediento deseo de sangre y muerte que el poder de Kurama derrochaba me consumiera.
Después de casi una hora dentro de mi mente, logré asimilar todo el chakra del zorro, mucho más rápido gracias a que lo utilizaba hace muchos años.

Jadeando y casi sin poder mantenerme de pie, observé casi maravillado como todo mi cuerpo se cubría de una capa dorada y en mi espalda una capa de puro chakra se formaba.
Miré con culpa a la única figura paterna que ahora tenía, el zorro se veía demacrado ante la falta de chakra.

Me sonrió levemente, acostándose con cuidado en el suelo, ahora libre de aquella jaula que lo aprisionaba.
Me acerque a él y acaricié su enorme osico, susurrando un gracias y unas disculpas sinceras.

- Descansa, probaremos las cosas dentro de una semana o más, cuando ya estés bien.- sentencie, recibiendo un leve asentamiento débil del zorro.- Nos vemos, papá.- dije con una sonrisa, gozando de la cara de asombro y felicidad que el bijuu me dió segundos antes de que saliera de mi espacio mental para volver a la realidad.

Aún mantenía el manto dorado sobre mi cuerpo, rodeando e como una armadura inexpugnable.
Bee simplemente me miró y estiró su puño, sonriendo cuando correspondí nuestra nueva tradición.

Dentro de poco, comenzaría mi vida definitivamente fuera de Konoha y como miembro oficial de una nueva aldea.


   


                           Fin.





TortitaSaborArcoiris;

¡Kon'nichiwa!

Me alegra mucho que les haya gustado está historia y que le hayan dado tanto apoyo.
Éste es el primer libro, la segunda parte será publicada pronto.

Podrán encontrarla en mi perfil como 'Aprendiendo a ser humano.'

¡Arigato gozaimasu!✨

𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora