𝕊𝕠𝕝𝕠 𝕦𝕟 𝕤𝕠𝕝𝕕𝕒𝕕𝕠•Naruto Raíz• 🍂

Capitulo 19: Adiós, estúpido viejo.

Naruto: Invasión a Konoha.

Al recibir una mirada directa del Kasekage, salí de mi escondite ya con mi traje Anbu cubriendo todo mi cuerpo y observé por unos breves momentos a mi inconciente compañero Nara.
Salté de la tribuna y corrí por la arena, desvainando mi katana y matando a todo shinobi de Konoha que se me atravesaba, hasta llegar al lado del Sannin de las serpientes, que ahora se encontraba en un tejado.
Aferré el mango de mi espada y me puse en guardia a su lado, mirando directamente al viejo Hokage frente a nosotros.

- Orochimaru-sama.- hablé con educación e hice un leve asentimiento de cabeza. Él me sonrió de lado, aún mirando a Sarutobi, que mantenía su guardia alta.- Veo que su protección es insuficiente, Hokage.- mi tono salió levemente burlón, pero aún así manteniendo mi tono duro y serio.

- Te presento a mi aliado, Hiruzen.- declaró el Sannin de las serpientes, agrandando su sonrisa. El viejo solamente me miró con el ceño fruncido levemente y luego, como si fuese una señal, ambos se lanzaron uno contra el otro al escuchar una explosión en la aldea. Una batalla de Taijutsu muy parejo comenzó, para que después de unos minutos ambos se separasen de dos saltos y comenzaran a hacer sellos manuales. Dando comienzo a una batalla de ninjutsu.

Yo me centré en el shinobi de Konoha que había sido encerrado en el domo con el Hokage. Era un Anbu con máscara de pájaro. Él automáticamente se puso en posición de batalla al ver que puse mi mirada sobre su persona y yo imité la acción, colocando mi espada en diagonal frente a mi. Unos segundos después, me lancé contra él, lanzando un corte cargado de chakra a su pecho que el frenó usando ambos brazos en forma de cruz, frenando el filo con un kunai. Aproveché que tenía sus dos miembros superiores ocupados y saqué una cuchilla que tenía en mi espalda baja, de refuerzo y la clavé en su muslo derecho, haciendo que un gruñido de dolor escape de los labios del Anbu.

- Dejaste un espacio en tu guardia...- comenté, burlón. Me alejé de él, quitando la espada corta de su pierna y simplemente observé como se caía de rodillas. Quizás la herida no era grave,
pero el veneno en la cuchilla definitivamente era mortal. En unos diez segundos ya estaría muerto y el primer indicio es que ya no podía moverse, quedando totalmente tirado en el piso.
Limpié la sangre en la corta hoja con la manga de mi abrigo de capitán y volví a envainarla.

Observé la pelea de los mayores: el viejo Hokage se encontraba luchando contra los dos primeros Kages, mientras que Orochimaru estaba detrás de los ataúdes, ahora vacíos.
Salté unos metros hacía arriba, esquivando la gran ola de agua que arrasó el lugar y caí con gracia sobre ella, contemplando el muro de tierra que se destruía gracias a los chorros a presión que el Senju lanzaba al tercer Hokage.
Poco después, el agua se disipó y del suelo surgieron árboles en gran cantidad, haciendo así un pequeño bosque sobre el tejado y capturando al viejo Sarutobi con unas cuantas ramas, pero eso no detuvo a Hiruzen, que invocó al Rey Mono.

Aparecí detrás de Orochimaru en un shunshin de cuervos, en busca de una mejor vista.
El mono se transformó en una especie de bastón que se controlaba solo y rompió las ramas que tenían encarcelado al tercer Hokage, posándose en sus manos segundos después.
Orochimaru apretó su estómago y abrió su boca a gran medida mientras sacaba su lengua, dando paso a una serpiente que escupió una gran espada. El rostro de asombro de Sarutobi no paso desapercibido para ninguno. Segundos después, ambos comenzaron una pelea de Kenjutsu muy pareja, pero el viejo se vió en desventaja cuando Hashirama lo atacó por la espalda, haciendo que tenga que protegerse y quité su atención unos segundos del sannin de las serpientes mientras enfrentaba a los primeros líderes de aldea, poniendo etiquetas de sellos explosivos en ellos, haciendo que estallen y dejándolos fuera de combate por breves momentos. Orochimaru arremetió contra él con una serie de golpes que dejaron al Hokage tendido en el piso.