P.O.V JADE
El vampiro que me llevaba sobre su hombro corría muy rápido. Tanto que entre la velocidad y la poca luz me costaba ver la forma de los árboles y arbustos al pasar.
Ya hacía rato que había dejado de luchar. No serviría de nada. Ellos me superan en número, y no quiero acabar muerta.
Sería un suicidio intentar hacerlo aquí, me dejarían inconsciente a golpes o acabarían conmigo al instante. Y prefería ver el camino, o lo que pudiese por si me podía ser útil.Ya me encargaré de que paguen por haberme secuestrado. Ellos no saben con quién se han metido.
Los vampiros comienzan a aminorar la marcha, por lo que deduzco que estamos llegando a su clan.
El silencio del bosque es reemplazado por el murmullo de la gente que anda por las calles.
Mis captores cada vez van más lentos, hasta llegar a una gran muralla.
En cuanto los ven llegar, conmigo en su en hombro, abren las puertas inmediatamente, dejándolos paso.—Veo que ha ido bien... —dice uno de los porteros.
El que me lleva al hombro ríe.
—Ha sido más fácil de lo que nos esperábamos. —comenta una chica.
Me bajan un momento, que aprovecho para mirar bien dónde estoy, tal vez pueda reconocerlo después.
Intentar escapar es inútil, me tienen rodeada y estoy en su territorio.
Desde aquí puedo ver perfectamente una casa que sobresale de las otras, la cual deduzco que es la del líder.
Vampiros y su ego.
Ahora se me acerca otro vampiro, que me agarra del brazo y me obliga a caminar.
—¿Sabes que sé andar sola? —pregunto enfadada.
No me gusta que me digan qué tengo que hacer ni que me obliguen.
—Como comprenderás no nos vamos a fiar de ti... —respondió.
—¿Acaso crees que soy estúpida? No voy a escaparme para nada, estoy en desventaja.
Se miran entre ellos antes de soltarme.
—Está bien, pero como intentes algo prepárate.
Todos los vampiros se acercaron más, rodeándome, por si intentaba escapar.
—¿Se puede saber qué quiere vuestro jefe de mí? —pregunté mientras miraba las vistas.
—Eso ya te lo dirá él —respondió— . Además, ¿no se supone que deberías tener miedo o algo así? —frunció el ceño.
No pude evitar soltar una risa.
—¿Miedo? ¿De vosotros? —me encojo de hombros— Lo siento pero no. No me haríais nada, no sé para qué me quiere, pero seguro que no le hará gracia que llegue medio muerta.
Es la primera vez que estoy con vampiros, y sé que debería estar temblando de miedo, sobretodo teniendo en cuenta lo que le pasó a Ada, pero mis padres y Nico me han enseñado que nunca hay que mostrar el miedo.
Nos acercamos a la casa, la fachada era enorme. Tenía dos plantas.
Tenían toda la zona muy bien iluminada, puesto que ya era casi de noche.
Ahora es cuando la gente comenzaba a salir.
Me quedé ahí parada, mirándolo todo, hasta que ese vampiro volvió a agarrarme del brazo y me obligó a entrar.
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La sombra del Alfa |Mamm2|
Hombres LoboSecuela de Mi alfa, mi mate. Todo estaba muy tranquilo en la manada, demasiado. Pero las cosas cambian, y de un día para otro puedes sentir que se te viene el mundo encima. Ser el Alfa de una manada no parecía tan complicado, hasta que te encuentras...