La sombra del Alfa |Mamm2|

Capítulo 14

(Aviso: doble actualización, hay un capítulo antes que este, por si se te ha notificado solo de este)

Revisé mi traje por última vez.

—¿De verdad creéis que estoy bien? —cuestioné alisando parte de mi chaqueta.

Escuché la risa de Andrew y mi hermana.

—Estás muy bien Nico, no te preocupes.
Me giré para poder mirarlos a los ojos.

—No puedo evitarlo, dentro de un rato me van a nombrar oficialmente como el Alfa de la manada, tanto para esta como para las demás.

Andrew puso una mano en mi hombro.

—Siguen siendo tus vecinos, los que te han visto crecer y tú a ellos envejecer, los que te han criado y te han visto jugar en la calle por años, no hay razón para estar nervioso; además, solo lo hace de manera oficial, llevas bastante tiempo siendo el Alfa.

—Ya lo sé, pero el hecho de que a partir de ahora sea oficial me preocupa, ahora sí que siento todas las miradas sobre mí, la verdadera responsabilidad, no sé si estoy preparado para esto... —sentí como los nervios aumentaban.

—A ver Nico, ¿Tú morirías por esta gente? ¿Harías lo que esté en tu mano por salvarlos? —preguntó Jade, mirándome fijamente, a lo que yo asentí— Entonces no tienes por qué preocuparte, lo harás bien.

Querría decir que sus palabras me calmaron, pero eso sería mentir.

Ni siquiera he podido de encargarme del brujo que mató a Carlos, ¿cómo se supone que voy a manejar una manada entera?

El sonido de la puerta abriéndose nos distrae a todos de nuestra conversación, mi madre aparece en la habitación, vestida para la ocasión, como no.

—Nico, es la hora. 

Suspiro, pasándome las manos por mi rostro, intentando relajarme de una vez.
Pido que me dejen solo un momento, y me vuelvo a mirar al espejo.

—Lo vas a hacer bien, puedes con esto, puedes ser el Alfa que esta manada necesita. —intento convencer a mi rereflejo.

El jardín estaba decorado para la celebración, seguro que mi padre ha tenido a todo el mundo trabajando en esto durante días.

Este acto me aterra, es como una boda, salvo que a quien voy a jurar amor y fidelidad es a mi manada, y no a mi pareja.

Todos están aquí, dejando un pasillo por el cual yo debo pasar. En cuanto comienzo, todos me miran, parecen emocionados con este momento, mientras yo preferiría salir corriendo en dirección contraria.

Muchos me sonríen, otros hacen una especie de reverencia.

Al llegar a mi padre, este me mira con lo que creo que es orgullo, sonriendo en mi dirección. Tal vez sea la alegría de quitarse el título de Alfa y pasármelo a mí.

—Como todos sabéis, este acto es para nombrar como mi sucesor y Alfa a mi hijo, Nico, que ya tiene su mayoría de edad y posee los conocimientos básicos para poder ejercer el papel que hoy se le asigna. —empieza a hablar mi padre. La multitud aplaude, celebrando que así sea— Por ello, mi hijo debe jurar protejeros a todos vosotros: su gente, su manada, de todos los peligros que puedan acecharnos. Ya sea con su propia vida si es necesario.

Las miradas recayeron en ese momento sobre mí.

—Como hijo del Alfa, Adam, el jefe de esta manada, juro defender y protegeros a todos de cualquier cosa, además de buscar siempre vuestro bien y beneficio, aunque para ello yo deba morir, si es así, lo haré luchando por todos y cada uno de vosotros. Tendréis en mí no solo un líder, si no también un amigo con el que contar.