Capítulo 23

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—¡Nico! ¡Tienen una barrera protectora contra el sol! ¡No les afecta! ¡Os están esperando! —escuché la voz de mi hermana al otro lado de la muralla.

Ordené que todo el mundo parase.

—¿Jade? ¡Aguanta, pronto estaremos contigo! —grité. Me giré a los brujos que me acompañaban— ¿Habéis oído? Podéis quitar el escudo? Nuestros vampiros están agrupados a salvo hasta que puedan salir.

—Podemos intentarlo, pero creo que sería mejor simplemente abrir la muralla, tardaremos menos, y con la barrera que ha mencionado tu hermana, nuestros vampiros estarán a salvo.

Me giré, mirando hacia la muralla. Si no actuábamos ahora tendríamos que esperar el refuerzo de los vampiros al atardecer.

—Llamad a los vampiros, vamos a entrar. Que se unan en cuanto puedan. —ordené y ya había gente cumpliéndolo.

Los brujos intentaban quitar los hechizos que habían creado otros, los lobos intentábamos echar la puerta abajo.

Tienen que estar bastante asustados para poner protecciones que impidan que entremos a no ser que sea por la puerta de la muralla.

—¡Atrás! —gritó el que estaba atrás del ariete, todos retrocecimos— Preparados... Uno... Dos... ¡Ya!

Todos hicimos uso de nuestra fuerza para intentar abrir esa dichosa puerta.

Algunos brujos nos protegían por si intentaban algo.

Una grieta apareció en la puerta.

—¡Falta poco! —grité y seguimos embistiendo contra ella hasta romperla.

Los árboles y nuestras ropas se movían debido a una brisa que había aparecido segundos atrás.

Los vampiros fueron apareciendo poco a poco, a medida que nos íbamos adentrando al clan enemigo.

Entré con mi objetivo claro, buscar a Jade o al líder, seguramente estaría con ella.

Elevé la vista hasta el segundo piso de una de las casas más cercanas, al percibir movimiento. Mi hermana estaba luchando contra un vampiro, uno ya yacía en el suelo, y con el que peleaba cayó segundos después por la barandilla tras una patada de Jade.

Sonreí contento de ver que estaba bien.

Miró en nuestra dirección, y corrió escaleras abajo.

—¡Mi hermana está ahí! Quiero un pequeño grupo de apoyo para ir a por ella. —ordené, segundos después ya tenía a los voluntarios.

Sabía que no nos dejarían acercarnos a ella.

Ahora mismo ella era lo que me preocupaba, una vez la tenga a mi lado, acabaremos con este clan.

Se nos acercaron unos vampiros. Uno de los brujos, Isaac, se encargó de uno de ellos, apartándolo fácilmente con tan solo un movimiento de sus manos y unas palabras.
Otro vino en mi dirección, así que corrí a su encuentro, salté cuando estaba lo suficientemente cerca y le arranqué el cuello de cuajo.

Jade luchaba contra otro que intentaba retenerla, pero pronto se lo quitó de encima.

Los vampiros que nos íbamos encontrando cayeron uno a uno, y por desgracia uno de los nuestros también, le mordieron y destrozaron el cuello; murió enseguida.

Logré llegar hasta mi hermana, a la que abracé con todas mis fuerzas.

—No sabes cuánto me alegro de verte —sonreí— ¿Estás bien? ¿Tienes alguna herida? —me giré hacia un brujo— Deberíamos llevarla a la manada, tiene que descansar.

La sombra del Alfa |Mamm2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora