Capitulo 12

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Me quedo sorprendido, mirándola.

—¡¿Lea?!

La miro fijamente, ella está igual que yo. Su cara pasa de sorpresa a confusión en cuestión de segundos.

—¿Cómo puedes ser tú mi mate? —hace una pausa negando con la cabeza— Esto tiene que ser un error, nos conocemos desde hace mucho y nunca pasó nada, además, me dijeron que tú...

—Es algo largo de contar —la corto— , pero por lo que se ve somos mates. —me rasco la cabeza incómodo.

—No entiendo nada, quiero que me expliques todo.

—No sé si es buena idea... —susurro— Además, ¿Tú que haces aquí? ¿No te habías ido a visitar las manadas del país? Hace mucho que no nos veíamos.

—Sí, pero en algunas manadas hay problemas y decidí volver. —me mira con una cara enfadada— ¡Y no me cambies de tema!

Suspiro.

—Vale... Está bien, te lo contaré todo, pero vamos a sentarnos en las gradas aunque sea... Han pasado muchas cosas desde que te fuiste.

Asiente y nos dirigimos al campo.

—Cuando quieras. —me mira atenta.

—A ver... Es cierto lo que al poco tiempo de que te fueras a visitar otras manadas encontré a mi mate; Ada, una chica muy simpática, estoy seguro de que os hubiéseis llevado muy bien... —digo algo melancólico.

—Entonces lo que me contaron es cierto, no entiendo por qué eres mi mate entonces. ¿Dónde está Ada? ¿Te rechazó?

Niego.

—Ojalá lo hubiese hecho. —miro hacia mis manos— Ada y yo éramos muy felices. Puedes imaginarlo, ambos habíamos encontrado a la persona que nos complementaba, nos llevábamos muy bien, éramos inseparables.

—¿Entonces? ¿Qué pasó?

—Murió. —suelto secamente.

Todavía duele decirlo, sigo sintiendo como mi corazón se rompe en pedazos con tan solo recordarlo.

Una cosa es pensarlo y otra tener que decirlo.

Siento una mano encima de la mía.

—Lo siento Nico, por como estás no lo has superado todavía.

—Es algo que creo que nunca podré superar... —miro mis manos con tristeza— Murió por un vampiro que se alimenta de la sangre de los hombres lobo, hace un par de años.

Noto que Lea se tensa a mi lado, sorprendida.

—¿Y qué pasó con ese vampiro?

—Está en la mazmorra. Lo mantenemos allí, torturándolo casi a diario, para que sienta el dolor que me hizo sentir a mí. —aprieto mis manos.

No entiendo por qué ahora resulta que tengo otra mate.

¿No era bastante con haber tenido una y que haya muerto?

El destino parece querer burlarse de mí.

—Yo nunca he querido encontrar a mi mate. —escucho a Lea— Hasta ahora estaba contenta, creía que la diosa me había oído, que me dejaría sin encontrar a mi pareja. Y entiendo que tú tampoco quieras una.

—La verdad es que no estaba en mis planes. —admito.

—La diosa Luna ha decidido destrozarnos todo lo planeado, ¿qué se supone que deberíamos hacer ahora? —pregunta algo nerviosa.

La sombra del Alfa |Mamm2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora