the arrogance of a god - willgan

15

- ¿De Lolito? - Preguntaron los dos a la vez mirándose, lo que le faltaba era que se presentase el pelirrojo allí.

Lo más seguro es que lo harían papilla, literalmente.

- Sí. - Asintió aquel chico tan extraño.

- ¿Hay algún motivo por el cual quieras huir de él? - Preguntó Alexby haciendo que Fargan le diera un pequeño golpe, obvio que había pasado algo, pero aquella persona parecía no muy decidida a hablar.

- No me gustaría volver a revivir ese tema. - Le explicó el de gafas intentando que fuesen comprensivos con el. - Si no me puedo quedar aquí digamelo, solamente necesito un refugio durante un tiempo. - Pidió necesitado Mangel.

Ahora los dos humanos se miraban con pena, sabían que Lolito podía machacar a quien quisiese, ya que lo habían vivido antes.

- Está bien. Quédate. - Accedió Alexby bajo la atenta mirada de Fargan.

Al de gafas se le iluminaron los ojos y se le inundaron con pequeñas lágrimas.

- Gracias de verdad. Muchísimas gracias. - Agradeció haciendo que los otros dos se mirasen preocupados.

¿Que tan mal estaba Mangel con Lolito?.



El albino suspiró, todavía seguía acostado sin ganas de nada, miró lo que llevaba puesto.

Eran sus típicas prendas de seda, pero ya deberían ser cambiadas y mientras que se lavan o no, debería
ponerse la cálida ropa que le dió hace tiempo Fargan.

- No comprendo como unas simples ropa de humano es más cálida que las elegantes prendas de los dioses. - Dijo para sí, y se levantó dispuesto al baño, se ducharía y saldría un rato.

Cogió la ropa que le dio su humano y partió hacia el baño, se disvistió y miró su cuerpo desnudo.

Tenía varias marcas de hace días hecha por Kristina. Realmente extrañaba tener sexo con ella.

Se metió adentro de la ducha, y cuando terminó, salió para después secarse con una toalla y vestirse con las prendas que le dio Fargan.

- Realmente no estoy tan mal. - Dijo para sí mirando su cara y su cuerpo, era guapo y él lo sabía.

Dió una sonrisa triunfante y salió de allí, pero un mareo le invadió haciendo que tuviera que apoyarse en la pared.

Y de pronto, dejó de estar en el hogar de Fargan para estar en el paraíso.

- ¡Necesito tu ayuda! - Pidió la persona de delante que resultó ser Luzu.

- ¿Que pasa? - Preguntó el albino ya dejando de estar mareado, eso es lo que pasa cuando alguien hace que te teletransportes.

- ¿Te acuerdas del chico que me tiró el café? - Preguntó Luzuriaga rápido.

- Para no acordarme, te quedaste embobado viéndolo. - Recordó Willy cruzándose de brazos, las telas de su ropa le hacían sentir bastante bien, ya que lo abrigaban lo suficiente, todo lo contrario a las prendas que usualmente le daban a todos los de su especie.

- ¡Lolito lo maltrata! - Dijo exaltado Borja. Haciendo que Willy suspirase.

- Luzu, tu ya sabes que es otra víctima de Lolito y... - No pudo terminar porque Borja lo cogió de los hombros.

- Por favor Guillermo, ayúdame, solamente está vez. - Pidió el castaño haciendo que el albino volviera a suspirar.

Realmente le debía una.