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- Buenas. - Saludó Fargan al pelirrojo de delante, este lo miró de arriba a abajo para después darle una sonrisa.

- Soy Lolito. - Se presentó el pelirrojo con una sonrisilla burlona. Había algo extraño en el. - ¿Queréis unas copas? No podéis rechazarlas, es cortesía del lugar. - Dijo este señalando a un camarero con champán. - Camarero, dadle a estos queridos... - Miro otra vez a estos dos. - Chicos, una copa a cada uno.

Fargan no pudo rechistar y cogió la copa. Había algo extraño en aquel pelirrojo que le hacía estar alerta.

- Bueno, Fargan, te lo quería presentar, me ayudó una vez con unos karmacoins, es un hombre bastante generoso. - Empezó a explicar Alexby.

- Oh qué bueno que te ayudase. - Fargan estaba algo incómodo, sabía que sería una carga para Willy.

- Nada, no fue ningún esfuerzo para mí. - Dijo con la cabeza bien alta Lolito, sin duda le daba un aire a Willy.

Pronto vino un camarero con piercings que le susurró algo al pelirrojo y se le cambió la cara.

- Perdonadme, me acaban de surgir unos asuntos. Podéis ir a donde queráis. - Dijo para después desaparecer junto con el camarero.

- Alexby, ¿Que cojones haces aquí? - Preguntó ahora Fargan que estaban algo alejados de los demás.

- No te voy a mentir, me he colado. - Dijo este sonriendo. - Todos parecen muy tontos para darse cuenta.

Y enrealidad era todo lo contrario, porque lo que no sabía el azabache era que estaba rodeado de seres superiores a ellos.

- ¿Y tú? - Pregunto Alex curioso. - ¿También te colaste? - Dijo con entusiasmos.

- ¡Claro que no!, Simplemente Willy tenía que venir a hacer unos asuntos y le quise acompañar. - Dijo Fargan omitiendo el hecho de que tenía que venir obligado.

- Oh bueno, por lo menos estamos juntos. - Dijo el azabache para que el castaño lo mirase sonriente. - Bueno, ¿Y ahora que hacemos?. ¡Ya se, vamos por allá! - Y de un tirón cogió a Fargan a cualquier lado del lugar.

Willy y Luzu se sonreían, estaban tumbados en un sofá con la copa en la mano en una charla bastante amistosa

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Willy y Luzu se sonreían, estaban tumbados en un sofá con la copa en la mano en una charla bastante amistosa.

- ¿Que tal vas con Lanita? - Pregunto el albino tomándose un sorbo.

- Bueno, ya sabes, por ser una doncella anda muy ocupada con los quehaceres que le dan los demás dioses, parece incluso estresada. - Dijo el castaño algo preocupado.

- Es su trabajo, Borja. - Respondió Willy diciéndole la verdad.

- Lo sé, y sé que es mi culpa por enamorarme de una doncella. - Dijo Luzuriaga riéndose haciendo que Willy también riera levemente.

Sin duda con Luzu era otra persona.

- Mira quién hay allí. - Dijo bajito Luzu señalando con la mirada a una esquina. Willy se giró y vió a alguien que hacia algo de tiempo que no veía.

the arrogance of a god - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora