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El albino delicadamente tocó la tumba con la yema de sus dedos. El sol estaba detrás de su espalda, dándole un reconfortante calor.

Miró a su alrededor y vió que todo aquello estaba bastante descuidado, pues eran las afueras del pueblo, vió una amapola por allí y se dispuso a cogerla.

Cuando la tenía entre sus manos, la puso encima de la tierra con una pequeña sonrisa.

Sin duda era extraño ir a visitar tu propia tumba, lo peor esque dolía como si alguien muy importante para ti hubiera muerto.

Aunque enrealidad, el Willy del pasado murió, ya que no es el mismo.

- Me hubiera gustado haber vivido mi vida con mi familia y amigos. - Soltó el albino como si estuviera hablando con un fallecido, se sentó en el suelo, dándole igual la tierra, desviando la mirada hacia la tumba.

Imaginó como hubiera sido todo, hubiera tenido a sus padres y tal vez algún que otro hermano. Hubiera sido magnífico.

Claro, si hubiera pasado.

Willy cerró sus ojos sintiendo el reconfortante calor del sol, puso sus manos en la tierra, apoyándose en ella, sintiendo el tacto de todo.

Willy cerró sus ojos sintiendo el reconfortante calor del sol, puso sus manos en la tierra, apoyándose en ella, sintiendo el tacto de todo

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Hace años atrás, el día de la muerte de Willy.

El albino abrió sus ojos, tenía el cuerpo adolorido y estaba tumbado en el suelo.

Lo único que veía ante sus ojos era una luz cegante que poco a poco se disminuyó.

De pronto, sintió como lo agarraban para tumbarlo a algún lado, ahora el albino no veía nada, solo oscuridad.

- ¡Mangel, tienes que ayudarlo, por favor! - Pidió ayuda la voz necesitado de un hombre, no era reconocible.

- ¡Hago lo que puedo Luzu! - Dijo el que le tenía cogido, poco a poco sentía un calor reconfortante en su cuerpo.

Como si lo estuvieran sanando.

Poco a poco recuperaba su vista, pudiendo ver a dos chicos con muecas preocupadas al lado suya.

Y ahí fue como los conoció.

Y ahí fue como los conoció

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the arrogance of a god - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora