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El pequeño niño pasó bastante molesto con Fargan siguiéndole los talones.

Willy se paró en frente de la gran bola de cristal que mostraban los dioses supremos.

- ¡¿Por qué no tengo poderes y por qué tengo este aspecto?! - Pregunto el albino algo alterado levantando una ceja, necesitaba respuestas.

- Querido Willy, desgraciadamente una antigua bruja de Karmaland te hechó una poción de rejuvenecimiento. - Empezó a decir uno de aquellos dioses. - Lo que significa que no tienes la edad que aparentas, sigues teniendo los mismos años de vida, pero tu aspecto ha cambiado.

La cara de Willy se transformó en una de horror, se quería matar.

- ¡¿Pero es reversible o no?! - Preguntó alterado, ya se estaba empezando a preocupar.

- Sí, pero tendrás que contactar con la misma bruja o con otra distinta y hacer que te deshagan el efecto de la poción. - Comentó otro de allí haciendo que Willy suspirase levemente.

- ¿Y si no encuentro a ninguna? - Pregunto el albino temiendo su respuesta.

- Lamentablemente, tendrás ese aspecto para siempre. - Willy frunció el ceño.

- ¿Y que me dices con los poderes? ¿Por qué no funcionan? - Pregunto el albino frunciendo el ceño levemente.

- Parece ser que aunque tengas la misma edad que siempre, tu cuerpo no, básicamente hasta que no vuelvas a tener tu cuerpo normal, no volverán. - Un poco más y Guillermo se desmayaba.

Su vida dependía de una vieja bruja rara, que guay.

- ¿No podéis hacer nada? - Exijió el ser divino algo desesperado.

- Alteraríamos la línea temporal, no podemos. - Contó otro de ellos, haciendo que Willy bufase.

Para que tener enemigos si tienes dioses supremos.

- Por cierto Dios Willy, parece que su relación mejora con su humano. - Dijo uno de ellos, haciendo que todos sonrieran.

- ¿Y qué? - Pregunto el albino algo seco, no quería saber a dónde iba a parar esa conversación.

- Estamos orgullosos de que las cosas vayan mejorando. - Dijeron sonriendo levemente, Willy asintió medio borde.

Realmente los dioses supremos era lo más parecido que Willy tenía como "padres".

Asique escuchar esas palabras le conmovió algo, aunque no lo hubiera demostrado.

- Bueno, si no tenéis nada mejor que decirme me retiro, tengo trabajo teniendo que encontrar una asquerosa bruja. - Respondió el ser divino medio quejándose.

- Una última cosa Dios Willy, ten cuidado con las nuevas presencias, ahora más que nunca se aprovecharan de tu debilidad. Y sobretodo de tu protegido. - Tras eso, la bola de cristal volvió a ser transparente, haciendo que los dioses supremos desaparecieran.

El albino frunció el ceño, sabía que si se lo decían ellos no era buena señal.

Ya que ellos veían el pasado, presente y futuro.

- ¿Que quiso decir con eso? - Pregunto Fargan algo confuso, haciendo que el viejo Merlon sonriese.

- Querido Fargan, eso quiere decir que se van a aprovechar de tu alma pura. - Le dijo el viejo sonriente, amaba sacar de quicio al albino.

- Cállate ya coño, no paras de decir barbaridades. - Respondió el albino algo cabreado. - Vámonos. - Ordenó el de ojos esmeraldas haciendo que Fargan asintiera confuso.

the arrogance of a god - willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora