the arrogance of a god - willgan

37

Fargan despertó algo temprano, se reeincorporó de su cama y vió algo que captó su atención de inmediato.

Willy al final había decidido dormir esa noche allí, solo que en el sillón que había.

Esto le causó mucha ternura a Fargan, sonriendo en ello, observándolo como si fuera lo más preciado para él.

El campesino salió de su cama para ponerse hacer cosas. Ya que hoy tendría que acompañar a Willy a ver a Vegetta.

- ¿Vamos? - Pregunto el albino algo impaciente, había despertado hace un rato, y al ver que Fargan lo había visto allí, estaba algo avergonzado.

- Sí, vamos. - Accedió el castaño saliendo los dos de la casa, iban en silencio, cada uno pensando en sus cosas hasta que Willy se acordó de algo.

- No vayas a ir a ver a Alexby solo, y menos quedarte solo con Staxx. - Advirtió el ahora pequeño niño algo serio.

- Mmm, está bien. - Accedió el humano, recordando las palabras que le dijeron ayer.

- Más que nada porque hasta me han advertido los dioses supremos. - Siguió hablando el albino con el ceño fruncido.

No le hacía nada de gracia que estuviera cerca de Staxx.

- ¿Y si Alexby viniera? - Pregunto Fargan, ya que no sabía que hacer si el azabache venía por voluntad propia a su casa.

- Pues le cierras la puerta en la cara con la excusa de que estás enfermo, no hay más. - Dijo simple el albino sin darle muchas vueltas.

- Eso es grosero. - Murmuró Fargan para sí pensando la situación.

- Si quieres lo hago yo. Me da igual si se molesta, es solo un humano más. - Comento para sí el ser divino.

- ¿Yo también soy un humano más? - Preguntó Fargan curioso ladeando la cabeza mirando al ahora niño pequeño.

El de prendas verdes lo miró algo molesto pero suspiró y su rostro se formó neutro.

- Tu eres otro de esos estúpidos humanos, solo que eres el que me han encargado, eso te hace distinto. - Respondió el albino sin dar muchos detalles.

Pero enrealidad para Fargan había sido extraño, prácticamente le había dicho que para él seguía siendo un tonto humano, pero era su humano.

- Ehh, ¿supongo que gracias? - Pregunto el campesino confuso haciendo al otro ladear una sonrisa de superioridad.

- Denada. - Respondió el ser divino, y volvió el silencio ahora cada uno pensando en la charla de ahora.

Pero justo llegaron a la iglesia, el sitio en donde lo esperaban Vegetta y Rubius. Estos estaban en la entrada.

Vegetta y Rubius se quedaron bastantes sorprendidos por el cambio del albino.

- ¿Que te ha pasado? - Pregunto el azabache muy sorprendido mirando al ahora niño.

Willy hizo una mueca molesta rodando los ojos.

- Una puñetera bruja, eso ha pasado. - Respondió el albino pero negó con la cabeza. - Da igual, estoy aquí por dos cosas que tenemos que hablar. A solas. - Añadió lo ultimo viendo a los dos humanos.

Vegetta asintió sabiendo lo que quería decir asique él y Willy fueron a dar un paseo por el bosque mientras hablaban. Mientras que los otros dos humanos se quedaban en el pueblo pasando tiempo juntos.

- No voy a poder hacer lo que dijimos con este cuerpo, no tengo los poderes, necesito arreglar primero el asunto de la bruja. - Comentó directo el albino mirando al azabache de reojo.

- Me lo imaginaba, igualmente así tenemos más tiempo para planear más cosas. - Respondió el azabache algo serio. - ¿Donde vas a encontrar la bruja? - Pregunto curioso, estás eran muy difíciles de encontrar.

- Ese es el problema, no tengo ni idea, y encima hasta que no vuelva a tener mi cuerpo normal, no nos podemos deshacer de Staxx. - Se quejó Willy negando con su cabeza.

Eran un desastre.

- Si quieres te puedo ayudar, ya sabes... - Le dijo Vegetta haciendo que Willy lo mirase.

Los dos se miraron con expresión neutra, sabían lo que significaba.

- Ya sé que aunque hubiera pasado eso, todavía estás ahí para mí, lo sé. - Respondió Willy desviando la mirada cruzandose de brazos.

Sabía muy bien, que siempre tendría la ayuda de triple 7.

- Solo es para que lo recuerdes, que tú mente no te juegue malas pasadas pensando que no tienes la ayuda de los demás, que si la tienes. - Le comentó el de ojos morados mirando al otro comprensivo.

Lo conocía bastante bien, y sabía lo que sentía ahora mismo.

- Recuerda que yo también perdí mi poder, tu todavía lo puedes recuperar. - Recordó el azabache sonriendo algo melancólico, haciendo que Willy lo mirase.

No era tan fácil dejar de ser Dios del tirón, y más si habías sido de nacimiento como Vegetta.

- Está bien, aceptaré tu ayuda, pero eso no significa que lo tengamos todo aclarado. - Advirtió el albino mirándolo con una ceja alzada, pero triple 7 esbozó una sonrisa.

- ¿Como en los viejos tiempos? - Preguntó el de ojos morados aún sonriendo.

Willy dudo un poco de lo que iba a decir, pero suspiró. Que más daba.

- Como en los viejos tiempos. - Accedió el albino esbozando una pequeña sonrisa.

Willy y Vegetta volvieron con expresiones neutras y tranquilas, haciendo sorprender a los otros dos humanos.

- Creíamos que se iban a tirar de los pelos. - Comentó el prometido del azabache dándole un beso corto a su prometido.

- Pues ya viste que no. - Respondió triple 7 sonriente, haciendo sonreír levemente a los otros.

Por fin todo se estaba arreglando.

Bueno... O al menos eso creían.

(Cap corto, lo sé, un desastre de cap pero ñe, ¿Willy y Vegetta medio perdonados? ¿Willy pronto encontrará la bruja? ¿Fargan cada vez, ve más tierno al nene? ¿Que opináis sobre Mangelito y Luzuplay?)