26

744 36 0
                                    

El viernes, Phillips llamó a ____ a su oficina. Ella asumió que iba a darle otra de sus entusiastas charlas de por qué debería continuar trabajando para él. Ella sabía cuánto disfrutaba él de esas charlas, y por esa razón decidió no decirle que quería quedarse en el FBI. De hecho, planeaba esperar hasta el último minuto antes de darle una razón para regodearse.

 Phillips estaba esperándola en la puerta, y allí, de pie junto a él, estaba Curtis Bale. Antes de entrar en la oficina, se preparó para otra ronda de gritos sobre cómo ella había arruinado su vida. Phillips le indicó su silla. No quería sentarse, pero pensó que probablemente debía. Phillips estaba haciéndole un asentimiento, lo que quiera que eso significara.


–Vale, estoy lista –dijo, mirando a Bale. –Dígalo.


Él sonrió.


–Quiero disculparme contigo.


Ella dudó de creerle.


–Vale...


–Finalmente me di cuenta que tenía que sacar la cabeza de la arena y mirar las pruebas. Tu encontraste una filtración, y fue en mi departamento, y yo lo pasé por alto –sonaba sincero.


–Fue muy inteligente el modo que ocultó lo que estaba haciendo –dijo, ofreciendo un pedacito de empatía.


–Aun así, era mi responsabilidad. Perdí contacto con la gente de mi división. Debería haber estado más vigilante.


Le gustó que estuviera admitiéndolo.


–¿Qué pasa ahora?


–Voy a tomarme algo de tiempo –dijo él.


–Entonces él y yo hablaremos de nuevo –añadió Phillips.


Ella extendió la mano hacia Bale.


–Le deseo buena suerte.


Bale aceptó su mano. Mientras le observaba salir de la oficina, ella pensó en la ironía de todo ello. Si Bale hubiera sido un mejor director, si hubiera librado su división de malos empleados, no hubiera habido una filtración, y su vida habría sido muy diferente. Era la filtración lo que había llevado a Harry hacia ella. En ese momento no estaba segura si era bueno o malo.


Phillips esperó hasta que estuvieron a solas, y dijo:


–Normalmente no me equivoco, pero admito que cometí un error con Bale. Fue muy irracional cuando llegó a culparte del desastre en el que estaba, realmente pensé que podía ser el responsable de echarte de la carretera.


–¿Qué le hizo cambiar de idea? –preguntó.


–Descubrimos que había dejado Boston e ido a visitar a su hermana en Ohio. Acaba de volver hace un par de días. No hay nada que le una a tu accidente.


–Es bueno saber eso. Supongo que ahora no necesita enviar guardas donde quiera que vaya –dijo esperanzada.


–Me temo que eso no va a cambiar –dijo. –Bale no fue responsable, pero alguien lo fue, y aún está ahí fuera. Hasta que le encontremos, tendrás protección.


Estaba a punto de volver a su puesto cuando Phillips la sorprendió preguntándole si aún iba a hacer el pase de modelos benéfico en el Hamilton el sábado por la noche.


–Sí –respondió. –Y es importante, así que por favor no me arrastre de vuelta aquí.


Él prometió no molestarla, y en espíritu de buena voluntad, ya que la había tenido trabajando como un perro, anunció que podía irse pronto hoy.

Conectados (07)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora