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En la hora 12 del primer día de octubre de 1989, 43 mujeres en todo el mundo dieron a luz, esto fue inusual solo en el hecho de que ninguna de estas mujeres había estado embarazada cuando comenzó el día. Sir Reginald Hargreeves, excéntrico multimillonario y aventurero, resolvió localizar y adoptar a la mayor cantidad posible de niños.
EL CONSIGUIÓ OCHO DE ELLOS
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HOY
Vanya Hargreeves, número siete, subió al escenario del teatro con un violín en la mano. Lentamente respiró hondo alineando el instrumento debajo de su barbilla. Lentamente levantó el brazo con el arco y comenzó a tocar El fantasma de la ópera.
Luther Hargreeves, número uno, dejó escapar un gemido profundo cuando sonó el despertador. Él aturdido salió de su cama saliendo de su pequeña habitación, pero no sin golpearse la cabeza con una tubería que sobresalía de la pared de arriba. Probablemente estaba acostumbrado al impacto considerando el guión que quedaba.
Se acercó a una planta solitaria en su escritorio recogiendo una regadera que cuidaba la planta individual. Después de un momento, luego se vuelve a su armario poniéndose un traje y una vez que lo ha terminado, se revela que actualmente residía en la luna.
Vanya, recogiendo el ritmo de su instrumento a medida que intensifica el cambio.
Diego Hargreeves, número dos, mira discretamente en una casa que actualmente estaba siendo invadida por ladrones mientras la familia estaba atada con cinta adhesiva por allí boca. Lentamente se abre paso sigilosamente y agarra al intruso más cercano que se rompe el cuello.
Pronto, escuchan su entrada y comienza a derrotar a todos los criminales de forma precisa pero coordinada. Los vidrios se rompen y el sonido de un cuchillo cortando el aire vuela y penetra a los intrusos que los matan de inmediato.
Vanya ahora está en intensa sincronización con su violín mientras el ritmo se hace cada vez más intenso y ahora se presenta como un popurrí de la lenta y sincera canción de El fantasma de la ópera.
