Chapter Twenty Three

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HACE MUCHO TIEMPO

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HACE MUCHO TIEMPO

Una mujer, frágil, débil y solitaria en una cama en el centro de un hermoso y elegante barrio, en una habitación semiluminada, y un hombre entrando en dicha habitación, con un estuche en la mano. Lentamente se abre camino hacia la mujer, y ella le sonríe amorosamente, y con eso, el hombre regresa.

━Reggie━ dice la frágil mujer en voz baja mientras se levanta lentamente en su cama, mientras el hombre camina frente a ella ━¿No te ves apuesto?━ Su voz, muy sutil y sonando casi como un susurro.

El hombre, que se reveló como un Reginald Hargreeves mucho más joven, sosteniendo el estuche, que revela ser un instrumento, dice: ━Bueno, pensé que era correcto comprar algo especial para la ocasión━ Se sienta lenta y suavemente en la cama mientras pone el estuche sobre sus piernas girando hacia abajo para abrirlo.

━Como pediste. No me di cuenta de que tenías ganas de tocar━ le dice Reginald a la mujer, pero ella alcanza su brazo y lo acaricia suavemente, mientras sonríe débilmente.

No quiero, quiero que tomes esto contigo.

El rostro de Reginald cae cuando niega con la cabeza ━No, mi amor━ El rostro de la mujer no flaquea, mientras le sonríe casi suplicando.

━Por favor━ mientras las palabras salen de su boca ━Encuentra a alguien a quien le encante tanto como a mi.

Reginald deja a un lado el estuche del violín mientras se inclina hacia su amada, mientras ella levanta su débil mano hacia su mejilla, sacudiendo la cabeza ━No puedo dejarte. Debe haber otra manera.

La mujer, acariciando su mejilla con tanta ternura, con tanto cariño, se ve cuánto amor había entre ellos, los sentimientos, las emociones, todo. Los dos compartían un vínculo sumamente especial que era fuerte incluso si la mujer estaba en su cama frágil y débil, Reginald claramente no quería nada más que ella a su lado.

Moriré aquí, pero tú no. No lo permitiré. El mundo te necesita, Reggie. Ahora vete━ dice decidida a que su amado no permita que este momento lo arruine, no dejar que renuncie a nada, para seguir adelante. Reginald toma la mano de su mejilla mientras la lleva a sus labios y besa tiernamente su mano sin apartar la mirada de sus ojos.

Reginald, después de unos momentos de solo mirarla sin intercambiar palabras, se levanta lentamente de la cama y agarra el estuche del violín, mientras lo coloca sobre una mesa. Lentamente alcanza un frasco que estaba lleno de luces peculiares mientras se podían escuchar explosiones distantes de fondo. Levanta el frasco y se acerca a una ventana, y cuando ves lentamente la ventana, estaba claro, lo que estaba haciendo los ruidos de la explosión, estaban actualmente, en medio de una guerra. Reginald quita la tapa del frasco mientras las luces del interior fluyen hacia fuera repicando en el viento mientras se aleja, la oh tan peculiar luz, ¿qué era esta misteriosa pero hermosa luz?

no number ━━ ben hargreeves | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora