Antes de este hay CUATRO capítulos, si Wattpad cometió un error puedes ir a las partes anteriores.
Desde ya, disfruta tu lectura.
LA GERENCIA ;)
________________________________________________________________________________
EDDIE
Liza se retorcía sobre su cama, buscando desesperadamente que el aire entrara de nuevo a su sistema, mientras balbuceaba cosas que nos eran imposibles de entender, estaba sufriendo un ataque de pánico en medio de su sueño.
Extendí mi brazo para evitar que Harvey se acercara a ella para despertarla.
—Si despierta y te ve a su lado te rechazará y se asustará más de lo que ya está, dale tiempo. —Susurré para que entendiese y él asintió.
Por otro lado fui yo quien se acercó a ella, ya había tenido experiencias con ataques de pánico y no es una bonita sensación que pueda decir. Lo que tenía que hacer era contenerla, así subí a su cama y la abracé por la espalda haciéndola sentar. Sostuve sus brazos y los mantuve quietos, mientras que con mis piernas evitaba que las suyas patalearan.
—Shhh... —Hablé a su oído para poder calmarla—. No es real, estás a salvo, estoy aquí, Liza, no me iré.
Poco a poco su lucha contra mi agarre fue disminuyendo, su respiración volvía a la normalidad, podía sentir su corazón palpitar cual corcel en batalla, lo peor aún no pasaba.
—Déjame, por favor, basta, ya no aguanto, Mason, déjame ir. —Por lo menos ahora podíamos entender lo que decía.
—Liza, estoy aquí, vamos, abre los ojos y veme, estás a salvo, vamos, Liza. —Poco a poco fue abriendo sus ojos.
—Eddie, no puedo respirar.—Habló de forma rápida.
—Lo sé, lo sé, sonará estúpido pero necesito que cuentes conmigo. —Ella asintió—. Uno...
—Dos...
—Vamos, Liza, tú puedes. —La alenté a que continuara—. Estás a salvo, no pares hasta llegar al diez.
Harvey solo estaba parado en una esquina observando cómo Liza se tranquilizaba poco a poco hasta que hizo contacto visual conmigo, así que moví mis labios sin emitir sonido alguno le pedí que trajera agua.
Cuando Liza alcanzó el "diez" ya se había calmado, su respiración era irregular y se encontraba cansada pero ya estaba consiente.
—Eso es. —La felicité mientras Harvey le pasaba el vaso con agua para que se lo bebiera.
—Lo siento. —Se disculpó mientras yo apartaba un mechón de su sudada frente.
—No pasa nada. —Sonreí para tranquilizarla y ella hizo lo mismo.
—Siempre estás para salvarme. —Lentamente me levanté de mi sitio.
—Hey, ¿qué hay de mí? —Preguntó indignado el rubio a mi lado.
—No te quejes que tú no hiciste nada. —Me burlé tratando de distraer a Liza.
—Yo fui por el vaso de agua. —Lo mencionó como si fuera una gran acción y eso me causó mucha risa.
—¿Estás bien? —Me dirigí por último hacia Liza y ella asintió.
Con esa confirmación nos dirigimos de nuevo a la habitación para continuar durmiendo, pero a decir verdad ya no pude estando alerta ante cualquier atisbo a que se repita el ataque.
—Eddie, ¿estás despierto? —Preguntó Harvey a mi lado.
—Sí, ya no puedo dormir. —Hablé con el ceño fruncido.
—¿Puedo preguntarte cómo es que sabías qué hacer? —Él se sentó y atrajo sus piernas para depositar su mentón sobre sus rodillas.
—Antes de que empezara a trabajar para los McWarll, vivía de una forma deplorable, crecí en las calles, mis padres ni siquiera estaban presentes y si lo estaban se encontraban demasiado drogados como para hacerse cargo de mí. —Me escuchaba con mucha atención—. Pero siempre quise estudiar, así que cometí muchos errores por las razones correctas, necesitaba el dinero para pagarme la escuela, así que comencé a vender lo que destruía a mis padres, claro, al ser un niño ni siquiera sospecharían de mí por lo que no dudaron en darme el trabajo. Escondía la droga en mi casa para luego salir a venderla, pero un día no me esperaba que mis padres llegaran pero así fue y descubrieron lo que tenía guardado. Consumieron hasta acabar con todo lo que tenía, cuando lo descubrí ya fue demasiado tarde y los jefes me estaban buscando. Esa mercancía valía mucho. Así que tuve que huir hasta conseguir el dinero completo, tenía mucho miedo, ellos me matarían si me llegaban a encontrar, solo era un niño. Tenía constantes ataques de pánico como el que tuvo Liza y no había nadie para que me contuviera. Debía calmarme yo solo, tenía que contar hasta diez y repetirme que todo estaba bien, algunas veces lo lograba pero hubo ocasiones que me desmayaba por la falta de aire y solo después de despertar caía en cuenta de lo que pasaba.
—Vaya, no lo sabía, lo siento. —Se disculpó y yo me encogí de hombros—. ¿Pero cómo llegaste con los McWarll? —Su curiosidad era casi tan grande como la de Liza y eso me causaba gracia.
—Debía encontrar un trabajo estable para poder comenzar a ahorrar y así tener el dinero listo para cuando ellos me encontraran, y fue ahí que vi en un anuncio en el periódico que estaban buscando chóferes y fui a la entrevista. Sinceramente no creí que calificaría, porque mi presentación era deplorable, mis pantalones rotos, la camisa sucia y uno de mis zapatos tenía un agujero. Hubieras visto la cara que puso el señor McWarll al verme, en comparación a los otros que fueron trajeados y bien presentables. Ya me estaba dando por vencido cuando de la puerta de la mansión salió una cabellera rubia que no me miró con indiferencia, al contrario me sonrió de una manera tan cálida que me transmitió tranquilidad. Ella se acercó al oído del señor y le susurró algo, hasta ahora no sé qué fue lo que le dijo pero en ese instante el señor McWarll dirigió su mirada hacia mí y dijo "Usted, usted y usted" me señaló y sentí mi corazón en la boca "Fueron seleccionados, tú trabajarás para ella y el resto para mi esposa y para mí" y desde entonces trabajo con Liza, luego de que insistiera nos hicimos amigos, ella no dudó en darme el dinero en cuanto supo todo lo que estaba pasando. Es por eso que es tan importante para mí, ella vio lo que otros no desde el primer día.
—No sé qué decirte, ahora entiendo el lazo tan fuerte que tienes con ella. —Yo solo asentí con una sonrisa melancólica.
Harvey abrió su boca para decir algo más pero una llamada a su teléfono lo interrumpió, al ver al contacto inmediatamente fruncí el ceño.
________________________________________________________________________________
Y con eso llegamos al final de este especial, en serio, no tengo palabras para agradecer todo lo que hacen por mí al leer esta historia. Nunca creí que llegaría a tal número en tan poco tiempo.
No puedo creer que ya somos 1.2K de visitas, estoy tan feliz que no sé ni qué decir mas que gracias a todos por estar insistiéndome y alentándome para continuar, sus votos y comentarios me ayudan muchísimo.
De verdad ya no sé qué decir sin poder evitar decir gracias una y mil veces más y prometo no volver a tardarme tanto en actualizar.
Los amo muchisimísimo, nos leemos pronto y una vez más gracias.😍😍😘
LA GERENCIA.

ESTÁS LEYENDO
Obsesionado
Mystery / ThrillerElizabeth tiene todo planeado en su vida, en una fiesta conoce a Mason, un joven arrogante que tiene todo lo que quiere de una u otra forma sin importarle los demás y queda obsesionado con ella, a tal punto llega su obsesión que convence a sus famil...