CAPÍTULO XII

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El sol se hizo presente, su calidez y suavidad se sentía tan bien sobre mi piel, los días últimamente han sido grises, o al menos esa era mi percepción.

Miré a mi costado, Harvey aún dormía, fue muy amable al ayudarme, apenas y nos conocíamos, es extraño que él sepa muchas cosas sobre Mason que la gente no sabe, tal vez él lo conoce.

—Estás despierta. —Anunció a mi lado e hizo que diera un respingo.

—Buenos días. —Saludé amable—. ¿Cuáles son los planes para hoy?

—Tú te quedarás aquí y yo iré a trabajar. —Dijo mientras se levantaba.

—¿Me quedaré sola? ¿Y si viene alguien? —Me alarmé.

—Pues, inicialmente harías esto sola, además no tardaré, no te preocupes, solo iré para ver cómo está de grave el asunto. —Me tranquilizó.

—Eres un curioso. —Me burlé con los ojos entrecerrados.

—Y no lo niego, tu familia y su familia son muy conocidas. —Sonrió mientras lo decía.

—Suerte, cuídate. —Pedí antes de que se vaya asintiendo.

*

—¡Liza, tenemos que irnos! ¡Ahora! —Los gritos de Harvey me alarmaron y de un salto estuve de pie.

La tarde ya se había hecho, el día había pasado muy lento pero esto inyectó adrenalina a mi sistema.

—Harvey, ¿qué sucede? —Él apareció a mis vista de un salto.

—Es Mason, me siguió hasta aquí. —Logró formular mientras metía todas sus cosas en una mochila lo más rápido que podía.

—¡¿Qué?! —No, no, no—. Él va a matarte y luego a mí.

—Lo sé, ven conmigo. —Extendió su mano para que la tome y la acepté sin dudar.

Tiró de mí fuera del vagón y empezamos a correr como si nuestras vidas dependieran de ellos, porque así lo era. En la distancia pude oír disparos lo que me llevó a agacharme, el terror y la angustia era tan grande que sentía como mi corazón salía de mi pecho.

—¡Corre, Liza, corre! —Harvey me insistía para que corra, en ningún momento soltó mi mano, quería que lo alcance.

Nos adentramos a una zona de arboleda, la vegetación estaba alta pero en ese momento no podía parar a admirarla, tenía una objetivo más fuerte en este instante.

De repente, caímos a una trampa en el suelo, el agujero se volvió a cubrir ocultándonos de nuestros perseguidores.

Harvey me hizo un ademán para que guardara silencio y yo asentí, cuando todo el escándalo de personas de arriba pasó me permití respirar y observar lo que había a mi alrededor.

Era como un túnel de tierra, tenía varias extensiones, ¿a dónde llevarían?

—Ni siquiera lo pienses. —Harvey reprochó al ver que me estaba adentrando a una extensión.

—Pero podemos ver a dónde llevan. —En serio quería ir.

—¿Y si es peligroso? No sabemos nada de esta zona, Liza, ¿quién puso esta trampa aquí? ¿Qué es lo que quería atrapar? Es peligroso. —Alegó con recelo.

—Vamos, Harvey, no creo que sea más peligroso de lo que acabamos de pasar. —Dije con una sonrisa—. Yo iré, si tú quieres acompañarme, eres bienvenido, pero si no, te agradezco lo que has hecho por mí y espero ya no ponerte en peligro.

Él frunció el seño y aceptó sin más remedio, yo estuve contenta con mi cometido.

—¿Qué crees que haya al final? —Preguntó el rubio a mi lado.

—Una aventura. —Contesté emocionada antes de adentrarnos.

El camino era un poco angosto, las paredes de tierra estaban bien compactadas ¿quién haría esto y para qué? Sea quien sea, nos salvó la vida.

Me recuerda mucho al laberinto de la mansión, solo que este es más oscuro. Las cosas se habían complicado de más y me siento mal al decir esto pero ahora me siento más viva que nunca, o tal vez sea solo que la adrenalina no ha dejado del todo mi cuerpo.

—Harvey. —Lo llamé—. ¿Cómo fue que Mason descubrió que yo estaba contigo? —Lo vi tensarse.

—Sabes que nunca le caí bien, y creo que tomó precauciones y mandó vigilarme y aquí estamos. —Se encogió de hombros—. Yo tengo una pregunta para ti.

—Dime. —Comenté calmada.

—¿Por qué nunca lo denunciaste? Vamos, Liza, te ha llevado al hospital, pudiste haber muerto, te humilló y maltrató ¿por qué no actuaste en consecuencia? —Esa pregunta me descolocó.

—No lo sé, nunca creí que llegara a esas instancias, me dijo que cambiaría y aquí estamos, corriendo por nuestras vidas, creo que no debería de dar más segundas oportunidades. —Y era cierto, todos los errores que he cometido llevaron a una consecuencia casi catastrófica.

Ahora que lo pienso mejor, temo por Harvey, él no debería estar aquí, lo único que hice es ponerlo en peligro, ¿debería dejarlo? Me es imposible no pensar en esa salida. Se está arriesgando por alguien que apenas conoce.

Tal vez mañana sea diferente, mañana es incierto pero una nueva oportunidad, me dolería que Harvey se hubiera adentrado a esto conmigo sin saber el peligro que significaba.

Extraño a mi abuelo y a Jack, pero no me dejó elección, casi me mata el otro día y luego vuelve arrepentido, quién sabe qué clase de mentira le dijo a mi abuelo esta vez. Una mentira tras otra, decidiendo el camino de la historia.

Espero que nuestra historia pronto llegue a su final mas pienso que esto solo es el inicio de nuestra travesía.

—¡Mira, la salida! —Harvey se veía emocionado y no pude evitar sonreír.

Llegamos al origen de la luz y todo era muy diferente de donde veníamos. ¿Será esta nuestra aventura?

ObsesionadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora