Capítulo 14 (🔞)

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Volkov no era una persona que soliese quedarse durmiendo hasta tarde, pero hoy era su día libre y se había quedado hasta tarde mandándose mensajes con Horacio. En resumen; tenía sueño y no se despegó de su cama hasta que su móvil empezó a llamar de forma insistente. Que en la pantalla, brillando, indicase que era el superintendente no le animó demasiado a contestar, pero tampoco tenía opción alguna a no hacerlo.

-¿Qué quiere? – La voz de Volkov sonaba muy ronca y no era para menos, Conway lo había despertado aunque no estuviera durmiendo profundamente.

-Te necesito en comisaria, ven YA.

-Es mi día libre.

-¿Te estoy pidiendo tu opinión? Que vengas, coño. – El superintendente no esperó a que Volkov respondiera, simplemente colgó.

Ese era el tipo de comportamiento que no soportaba de Conway; no podía esperar que todas las personas estuvieran a su merced cuando a él le apeteciera y eso, definitivamente le ponía de mal humor. Es decir, no es que Volkov tuviera una gran vida detrás de su faceta como policía, pero eso no quería decir que no le gustase tener un día libre de tanto en tanto.

No pudo evitar acudir a comisaria con mala actitud y aunque no era la mejor manera para mostrarse ante el superintendente, aquello era lo que había. Si fuera un día normal como cualquier otro, no le hubiera molestado la presencia de que hubiera alumnos nuevos en comisaria aquel día haciendo prácticas con los agentes que llevaban más tiempo; pero probablemente cualquier detalle fuera de lo habitual fuera a molestar al comisario en ese día.

Subió las escaleras que llevaban hasta el despacho de Conway y entró en su despacho sin ni siquiera llamar a la puerta, aunque estaba de suerte y su supervivencia estaba garantizada porque para su suerte, no se encontraba reunido con nadie más. - ¿Qué es eso tan importante para lo que me necesita?

-No somos suficientes, baja, te está esperando un alumno en tu Z.

Volkov suspiró pesadamente y presionó el puente de su nariz con dos dedos. - ¿Me está tomando el pelo?

-No, te estoy puteando, así que no me toques los cojones y baja.

Hubo un momento en el que quería rebatir a su superior, pero sabía que aquello no cambiaría su situación ni iba a devolverle su día libre, así que simplemente se dirigió a la armería para tomar su arma reglamentaria, entrar en servicio y bajar al parking de comisaria.

Con los cristales tintados del vehículo era difícil llegar a ver quién se encontraba en su interior, pero Volkov dio la vuelta e ingresó por la puerta del conductor. En el asiento del copiloto se encontraba un individuo enmascarado del cual hubiera pensado mal de no ser que llevaba un chaleco antibalas con la palabra "policía" en mayúsculas. -¿Qué coño...?

El individuo, al verle, subió los brazos eufóricamente. - ¡Soy yo, subinspector Dan!

Reconoció la voz al instante y cambió un poco su actitud, sorprendido porque realmente creía que el superintendente le estaba puteando; lo cual tenía sentido en su mente porque estaban involucrándole demasiado en las mierdas de su relación y ahora se demostraba que realmente les seguía ayudando. Volkov no habló hasta que cerró la puerta del coche tras sentarse. - ¿Ha sido cosa suya o de Conway?

Daniel se rascó la barbilla. – ¿Somos aliados en esta estrategia super guay? ¡Mira tú móvil!

Extrañado, sacó el móvil de su bolsillo y comprobó que el último mensaje recibido era del superintendente.

Más de lo que conoces (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora