Más de lo que conoces (Volkacio)

Extra 2. Aniversario

Dvaleri_ros sugirió: "Una idea es que celebren su tercer mes juntos de relación, que Horacio sea el que invite a volkov a una cena a la luz de la noche pero durante la velada, volkov tome la iniciativa de besarlo y agradecerle por mejorar su vida <3"

Ser un hombre enamorado no cambiaba demasiado la faceta fría, distante y callada de Volkov cuando se trataba de ejercer sus funciones en la policía. Probablemente ayudaba que a ojos de los demás, Horacio no trabajaba con él aunque la realidad es que el Inspector Dan y él no solían coincidir en absoluto en las funciones que desarrollaban, así que el resultado era el mismo. Sin embargo, aquel día Volkov tenía tics nerviosos en sus manos si uno se fijaba lo suficiente y contestaba en la radio más tarde de lo que sería habitual. No era difícil entrever que Volkov tenía la mente en otro lugar y es que en ese día se cumplían tres meses desde que Horacio se había mudado con él.

El ruso nunca se había imaginado que él mismo sería alguien que recordaría fechas y les otorgaría un valor especial, pero ciertamente hasta ese momento en la vida tampoco se había encontrado con una situación positiva por la cual recordar un día en concreto.

Al principio la convivencia había sido complicada, al menos por su punto de vista; Había estado viviendo demasiados años en su vida solo, por lo que le era complicado compartir un espacio y que le surgiera de forma natural. Sentía que Horacio tenía mucha paciencia con él y que al mismo tiempo, le daba espacio cuando lo requería y le expresaba abiertamente lo mucho que lo quería cuando veía que era el momento indicado para hacerlo. En ese aspecto, Volkov sentía que no correspondía de igual manera, es decir, él amaba a Horacio de igual forma, pero le costaba hacérselo conocer a su pareja. ¿Sabría Horacio lo mucho que le quería?

Había querido preparar algo especial para ese día, pero se había encontrado con el primer obstáculo enseguida: No sabía qué lugar era adecuado para una cita especial. Volkov se había tenido que tragar su orgullo y había tenido que preguntar tanto a Conway como a Greco cual era un buen restaurante al que llevar a Horacio. Después de una reserva y haber comprado un traje para la ocasión, técnicamente Volkov ya estaba listo para la cena, pero los nervios se le comían por dentro. Al inicio había creído que era buena idea el ir a trabajar ese día, pues no coincidiría demasiado con Horacio en casa y tendría ese toque de sorpresa, a pesar de que había advertido a Horacio que iban a cenar a un sitio elegante, sin mencionar cual era el sitio en cuestión, pero ahora sentía que había realizado un día terrible en el trabajo.

Una vez había salido de servicio, se vistió con el traje que había dejado en su taquilla a primera hora de la mañana. Una tarea que no debía ser ardua, pero que con sus manos nerviosas estaba teniendo más complicaciones de las que serían necesarias. Era una cita, no un funeral, por lo que su traje no era negro, sino de una tonalidad gris. Inicialmente había querido usar una camisa blanca pero debido a que su tez era muy clara, no le había acabado de convencer y finalmente decidió usar camisa negra y una corbata también gris.

No es que Volkov no supiera anudarse una corbata, pero en aquel momento de exaltación parecía como si no fuera capaz de completar ni la tarea más sencilla. Como si de un ángel caído del cielo se tratase, el comisario Greco apareció en ese momento en el vestuario pero debido a que Volkov se encontraba de espaldas, no pudo observar la batalla que estaba teniendo contra la corbata.

—Que elegante que te ves, Volkov. — Ante el comentario, el ruso se giró y mostró que su corbata estaba torcida, lo que resultó en una corta risa por parte de Greco. —Creo que alguien necesita un poco de ayuda.

—Gracias. —Volkov solo se mantuvo quieto mientras Greco le anudaba correctamente la corbata para después darle un golpecito de ánimos en la espalda.