Prologo

11K 1K 134
                                    


El comisario estaba acostumbrado a mantener un semblante frío y distante en todo momento, en parte era la imagen que siempre había querido transmitir dentro del cuerpo y que en otra parte, había acabado integrándose de forma natural dentro de su personalidad. Sin embargo, en los últimos días habían demasiados pensamientos en su mente que le hacían distanciarse de la realidad.

La muerte de sus compañeros.

La negativa que tuvo que dar ante Paola cuando esta se declaró.

Horacio.

Estaba de servicio y aunque era inusual para él, suspiró de tal manera que si los pasillos de los despachos de comisaria no hubieran estado desiertos; cualquiera le hubiera podido escuchar.

Era demasiado pronto para que él mismo admitiera que su ánimo parecía mejorar cuando Horacio estaba cerca. ¿Orgullo? Probablemente. Aunque en gran medida también se debía a que Horacio no había podido elegir peor momento para declarar sus sentimientos y el hecho de que lo hubiera hecho en comisaria delante del que era su compañero de fatigas, Gustabo, tampoco mejoraba la situación en absoluto.

Volkov no puede decir que en otras circunstancias le hubiera dicho que sí a Horacio, porque siendo sinceros, aunque ahora estuviera en una negativa total en lo que refería a sus pensamientos y sentimientos... Tampoco se atrevería decir que sí a un compañero o compañera de trabajo.

Era demasiado complicado.

Pensaba que patrullar solo le ayudaría a tener el espacio que necesitaba y a poner sus prioridades en orden, sin embargo, solo supuso un montón de ideas revoloteando en su mente caóticamente.

Horacio ya no le hablaba directamente, tampoco le enviaba mensajes e incluso había visto como en el despacho del superintendente le había pedido a Gustabo que se cambiase de asiento solamente para estar más lejos de la posición del comisario. Preocupado, Volkov había intentado preguntar sobre aquella reacción, pero al parecer ya no había mucho que pudiera solucionar.

Y cuando aquel silencio entre ellos parecía que no podía extenderse más, acabó enterándose que Gustabo y Horacio fueron enviados a la federal a cumplir condena por unos cuantos meses.

Más de lo que conoces (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora