Sin duda alguna, ese hombre fue el que me agredió frente a mi casa hace
algunas semanas. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer; cómo me sacó del coche jalándome de mi abrigo y me recostó en el suelo. Aún me acuerdo de sus amenazas: «Detente antes de que sea demasiado tarde.»Estoy al borde de una crisis de nervios, ese hombre es capaz de todo. No sólo el incendio de la casa a causa de mi relación con Adam lo demuestra, sino el hecho de que Claire haya sufrido también las consecuencias de todo esto.
¿Qué haré ahora que también mis seres queridos están en peligro?«¿Fue agredida, señorita Haydensen?»
A mis espaldas, la voz del capitán Owell me hace regresar a la realidad en esta sombría y estrecha habitación.
«Sí. Hace algún tiempo.»
Mi voz apenas se escucha.
– ¿Y no llamó a la policía?
– No.Pensé ingenuamente que eso no llegaría más lejos, que debía olvidar el asunto.
«Bueno, en ese caso, creo que debemos hablar en mi oficina.» Claire me sigue, silenciosa.
¿Me odiará?
Volteo a verla, parece enfadada. ¿Es contra mí o contra el hombre detrás del vidrio? Me tranquiliza rápidamente. Me toma el brazo demostrándome su apoyo. Está conmigo, no tengo nada que temer.
Ambas nos instalamos nuevamente en la oficina del Capitán Owell. Y le
cuento todo: las cartas, la agresión, las llamadas telefónicas, los artículos
difamatorios, y la conversación fuera de lo normal con Paul la noche del
terremoto. El capitán escucha con atención, toma notas, me hace preguntas. Afortunadamente, no me reprocha el no haber venido antes. Si hubiera venido cuando todo sucedió, ¿el incendio se hubiera evitado? ¿Fui demasiado ingenua al creer que esto no llegaría más lejos? El capitán Owell nos informa que éste no es el primer delito de Terry Miller y que es conocido por este tipo de acciones. El hombre parece alternar estancias en prisión con las fases de discreción y las nuevas fechorías.Y de repente, comienzo a inquietarme nuevamente. ¿Ese hombre sabrá que
fui yo quien lo reconoció? Si llega a salir, ¿no querrá vengarse, esta vez con más violencia? Owell me tranquiliza: tienen suficientes pruebas para culparlo, y volverá a estar tras las rejas. Sin embargo seguirán con la investigación para
saber quién fue el autor intelectual del incendio. El capitán Owell está seguro de Terry Miller fue contratado por alguien.El capitán se retira un momento para informar a sus colegas acerca de lo
que acabo de revelarle. Claire, quien hasta ahora no ha dicho nada, puede
desahogar toda su ira.– Ah, ¡si hubiera podido entrar al interrogatorio, le hubiera dado una lección a ese Miller para que aprendiera a quemar casas ajenas!
– Tal vez si hubiera venido a denunciarlo antes…
– ¡Tu denuncia se hubiera quedado encima de un escritorio, Éléa! Por lo
menos ahora ese hombre irá a la prisión.
– Pero no fue él quien planeó todo.
– Sí, eso es lo que me preocupa. Si alguien quiere lastimarlos a ti y a Adam, no se detendrá hasta cumplir con su cometido. Puede conseguir más personas dispuestas a todo por dinero.
– ¿Esto no terminará nunca?
– No te preocupes, Éléa, seguiremos luchando. No creo que esto dure mucho tiempo. Tenemos a Adam, sus recursos, y ahora la policía. ¡Es el mejor equipo que podríamos desear!Claire logra reconfortarme una vez más. Aun cuando ella misma está
preocupada, siempre intenta hacerme sentir mejor. No se dará por vencida, y seguramente me convencerá de que yo tampoco lo haga.– Tengo que llamar a Adam.
– OK, yo iré a buscarnos un café.Adam responde de inmediato.
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TODO POR EL MULTIMILLONARIO & DOMINADOR
RomanceARGUMENTO Adam Ritcher es joven, apuesto y millonario.Tiene el mundo a sus pies. Eléa Haydensen, una joven virtuosa y bonita. Acomplejada por sus curvas, e inconsciente de su enorme talento, Eléa no habría pensado jamás que una historia de amor ent...