2. Visita sorpresa

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Mi nueva amistad con Max se reafirma. Sin duda soy una de las pocas personas en la Filarmónica que sabe de su matrimonio, y esta complicidad refuerza nuestros lazos.
No obstante, eso no implica que mi tutor sea menos exigente. Al contrario, ayer durante la cena me dijo que quiere desarrollar mi potencial, ayudarme a llevarlo a lo
más alto. Cabe mencionar que los ensayos me ponen en apuros pero eso me alegra. Sólo de esta manera puedo mejorar. Durante la pausa tomo mi teléfono, veo que Adam me ha dejado un mensaje

[Tengo noticias sobre mi padre. ¿Puedes venir a comer conmigo?]

Ya está, lo tenemos.

Adam esperaba este momento con impaciencia. Me
apresuro a responderle.

[Estaré ahí en una hora.]

Tengo tantas ganas de irme ahora mismo con él, saber que ha sido lo que encontró el abogado, pero debo repetir una sección con los otros violinistas. Tengo los ojos pegados al reloj y cuando Max anuncia el momento final de la clase, junto mis cosas rápidamente, digo adiós a
todo el mundo y me dirijo al auto.

Una vez en el vestíbulo de las oficinas de Adam ya conozco muy bien el camino. Me tomo un poco de tiempo
para llegar hasta su puerta, toco discretamente. Me asomo un poco y veo a Adam sumergido en sus documentos. No me escuchó.

¿«Puedo pasar»?pregunto calmadamente.

Bruscamente Adam levanta su cabeza, su cara se ilumina al verme. Se levanta y se dirige hacia mí.

«Mi amor, no te escuché. Leía los documentos que me dio el abogado esta mañana», me dice besándome.

Sus labios están húmedos y calientes, su beso es tierno.Me toma de la mano y me pide sentarme en el sofá,
regresa a su escritorio, junta los papeles y los pone en la pequeña mesa en frente de mí. Sentado junto a mí, Adam me tiende los documentos.

– Bruger pudo reunir una gran parte de los documentos de mi padre. En ellos se encuentra todo lo que concierne con la creación de su compañía farmacéutica. El abogado
no ve nada extraño en ellos, todo está en regla, firmado por los tres socios.
– ¿Has encontrado algo en todo eso? pregunto señalando todo los papeles sobre la mesa.
– Sé que mi padre era el propietario de la casa donde vivimos mi madre y yo en Riverton. Estas son las
escrituras de la propiedad. Mi padre la compró en efectivo y la puso a nombre de mi madre.
– Tu padre pensó en todo, le digo.
– Sí. Él contribuyó lo más que pudo para que nos instaláramos allá. También tengo la prueba que él abrió una cuenta a nombre de Leslie Ritcher con una suma muy grande. Con esto, estábamos protegidos ante todo.

Adam medita. La implicación de su padre en la vida de su madre como en la de él es ahora innegable.

– Así que el sacerdote Gate tenía razón cuando decía que tu madre y tú vivían bien. Tu padre satisfacía todas
sus necesidades.
– Creí durante años que mis padres no habían estado a la altura, y ahora, resulta que es todo lo contrario.
– Pienso que debes limitarte a la evidencia que tienes,Lorraine llenó tu vida de mentiras. Creciste con tu tía, ella te hizo creer que tu madre era mala, que había cortado todo lazo con tu padre, que él no sabía dónde se
encontraban ustedes… Él se volvió la gran ausencia de tu vida,pensaste que él jamás quiso ocuparse de ustedes.
Lorraine arregló la realidad a su conveniencia ¡Estoy cada vez más segura de eso!
– Mi madre era una persona buena y mi padre sabía exactamente dónde vivíamos, ya que fue él quien compró nuestra casa. Mis padres se amaron siempre. El epitafio sobre la tumba de mi madre, ¿te acuerdas? «Para ti en la eternidad»… Y el sacerdote que veía a mi madre triste cuando hablaba de él. Lorraine ennegreció la pintura, me
puso en contra de mis padres. Y lo logró, puesto que nunca pregunté acerca de ellos ¡Cómo pude haber sido tan estúpido! Molesto, Adam le pega a la mesa.

TODO POR EL MULTIMILLONARIO & DOMINADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora