4. Pacific Heights

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Me encuentro con Max y Oslav en el desayuno. A esta hora, el palacio está tranquilo. Adam tuvo que irse muy temprano, con Alan, el esposo de Max. Al percibir la mirada luminosa de mi profesor, tengo la impresión de que su noche ha sido también muy… corta.

«Dile a Adam que muchas gracias», me dice Max al oído al instalarse en la mesa.

Oslav se encuentra esta mañana muy locuaz, monopoliza la conversación.
Le gustan estos conciertos en Las Vegas, estas noches que se terminan al despuntar el día. Vuelve a
encontrar su juventud. Ha hecho un esfuerzo para vernos esta mañana, nos confiesa, pero nos asegura que está dispuesto para volver a dormir. No lo acaparamos mucho tiempo,
nuestro avión nos espera. Estaremos en San Francisco alrededor del mediodía y el Señor Glen nos avisó desde ahora que podíamos tomarnos la tarde, Max y yo.

¡No estoy en contra de descansar un poco!

Tenemos un concierto esta noche, pero como no ocuparé el lugar del primer violín, siento menos presión sobre los hombros.

Regreso a mi apartamento con gusto. Yo que pensé que estaría vacío pero me encuentro con Claire en pijama y bata. Lo que es muy extraño a esta hora.

«¿No trabajas hoy?» le pregunto.

Claire levanta la cabeza suavemente. Distingo sus ojos hinchados. Me precipito a su lado.

– ¿Qué sucede?
– Es Ryan…
– ¡Qué! ¿Las cosas no se han arreglado entre ustedes? Hablé con él ayer, me dijo que te llamaría…
– Me llamó, nos reconciliamos… Pero nos volvimos a pelear ayer por la noche…
– ¿Por qué?
– Tuve una reunión, para el proyecto del museo. Le propuse que viniera conmigo. El arquitecto también estaba allí… y recuerdas cómo es… Ryan y él no dejaron de decirse
indirectas. Al regresar, Ryan me hizo una escena de celos. Me dijo que… yo tenía que quedarme con esas personas, que él era sólo un simple estudiante, que no se sentía lo
suficientemente interesante… se fue y… y… creo que todo terminó.

La voz de Claire es temblorosa. Está muy afectada.

Bueno, heme aquí una vez más en medio de los dos

– Escucha, voy a ir a verlo para hablar con él, intento consolarla.
– ¡Parecía tan… tan convencido!
– Ryan es terco. Pero no es idiota. Voy a ir a verlo a su escuela. En la espera,
despabílate un poco. Vístete. No dejes que se venga abajo tu proyecto, ¿OK? Es importante para ti, animo a Claire.

Mi compañera de piso se levanta en contra de su voluntad. Pero sabe que tengo razón. Si hay una cosa que puede hacerla levantar, es su trabajo.

Yo que quería descansar...

Estaciono mi auto en el campus de
Ryan. Conozco a penas sus horarios pero acaba de confirmarme en un mensaje que sus clases han terminado. Lo busco entre los estudiantes y no tardo mucho en distinguirlo. Me detengo en el acto.

¡No es verdad! ¡Otra vez ella!

Emy conversa con mi hermano, parecen conocerse, su conversación parece ponerlos de buen humor. Los observo de lejos, Exploto.

¿Qué está tramando esa chica con mi hermano? ¿Qué sigue buscando? ¡Y por supuesto, mi hermano cae en la trampa de la bonita rubia simpática! ¡Me va a escuchar! ¡Me va a escuchar en serio!

Su conversación se termina, espero un poco a que Emy esté fuera de la escena para acercarme a mi hermano.

– Hola, hermanita, dice al verme llegar.
– Hola, mascullo ¿Conoces a esta chica?
– ¿Emy? Nos vemos de vez en cuando, es muy simpática.

TODO POR EL MULTIMILLONARIO & DOMINADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora