Capitulo 1

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Mis ojos se comenzaron a abrir lentamente mientras mis brazos y piernas se movían en una cómoda frazada que me daba calor. La sensación era satisfactoria y de verdad amaba dormir muchas horas para despertarme de forma energética.

Aunque sentía algo extraño y diferente ya que el aroma de esta frazada no era igual a la que siempre tenía, la sensación del toque era distinta y era imposible reconocerla ya que no parecía ser mía.

Un poco nervioso abrí mis ojos y me encontré con un gran cojín de Snorlax al lado de mi cama, lo que me dejó un poco confundido y a la vez aturdido. Pues pese a que yo sabía que jamás tuve un cojín de Snorlax gigante, mi mente no procesaba como tenía uno.

Sgh.. "Un quejido salió de mi boca mientras me levanto rápido y trataba de no quedarme con el mareo al despertar".

- ¡¿Que rayos?! .. - "pensé mientras miraba mi cama".

Mi mente se comenzó a desesperar al no ver mi cama, mis sabanas, mis almohadas, ni siquiera me encontraba en mi maldita habitación lo que me hizo ponerme demasiado nervioso pues comenzaba a sospechar que fui secuestrado o algo parecido.

¿Que rayos pasa aquí?.. "pensé mientras veía toda la habitación, la cual consistía en un piso de madera lisa color marrón, al igual que las tablas tienen sus delineados de forma elegante".

El gran sillón de Snorlax que parecía sacado de un gran centro comercial de Japón, siempre quise tener uno ademas de eso pude ver. ¡¡¡¿Una computadora?!!!... Ni siquiera tenía una.

Comencé a caminar en círculos mientras veía varias cosas que no parecían ser mías, un posters de los tres iniciales de Kanto, muebles bien refinados y acomodados además de algunas plantas acomodadas en la ventana a la cual me acerque a ver.

Mire la ventana y solo pude notar que no estaba en mi vecindario, solo podía ver casas a la lejanía lo que parecía ser que era un pueblo y yo vivía en una ciudad. Fue entonces que al ver el espejo de la habitación me acerque a verme y entonces mi mente se quedó en blanco.

Mis ojos comenzaron a temblar al verme en el espejo y de mis ojos comenzaron a salir lágrimas sabiendo lo que había pasado.. ¿No podía ser cierto o si?..

A primera instancia pensé que esto era un simple sueño que de vez en cuanto te juego tu mente pero.. No.. No era uno.. Parecía estar en otro cuerpo.. Lo que podría ser tan simple como que había muerte y reencarne en otro cuerpo, así de sencillo.

Él dolor que me causaba esto era tan simple como saber que había perdido por completo a mi familia, a mis padres y sobre todo a mi hermano quién consideraba la persona más importante para mí. Traté de calmarme pero me arrodillé en el suelo mientras mis lágrimas caían sin cesar, soltando todo el dolor que esto me causaba.

* * * *

Pesé a que esto me causó dolor trare de tranquilizarme ya que no podía mantenerme todo el tiempo llorando, si me causaba dolor pero tenía que ser fuerte ya que no sabía que amenazas podría haber en este mundo o cuerpo en el que estaba.

Después de tranquilizarme me mire al espejo y pude notar mi pijama color azul, me quedaba bastante bien. Mi color de piel era Moreno igual que mi yo original y mi cabello era lacio, mi cabello originalmente tenía unos chinos que personalmente me gustaban mucho.

Tenia la apariencia de un niño de 12 años lo cual me agradaba. Como un joven que pasaba casi a ser adulto, siempre tenía en mi mente que volver a ser un niño era una de las mejores sensaciones que el humano podría experimentar.

Después de verme al espejo y analizar mi cuerpo mire el reloj que estaba en la pared y pude observar la hora.

Son las 4 de la mañana ~ - susurré mientras veía aquel reloj de ventana con forma de Gengar.

Uhm.. No entiendo en donde estoy.. ¿Que lugar será?.. ¿No será acaso lo que estoy pensando?.. - susurre en mis adentros formulando una idea.

Comencé a revisar los lugares de mi habitación hasta que la encontré. Una pequeña esfera que arriba tenía color rojo y abajo blanco, solo que con la diferencia de que esta en vez de ser de plástico parecía estar hecha de otro material.

Se siente diferente a los juguetes.. Es genuina.. - susurre mientras mi sonrisa se hacía muy grande.

Si mis pensamientos no me fallaban eso significaba que había reencarnado en el maravilloso mundo de los Pokémon.

......

Después de analizar mi habitación y un poco la casa donde me encontraba pude tener todo el contexto. Mantenía mi nombre original lo que me hacía muy feliz, así que en ese sentido no tendría problemas de identidad.

Parecía vivir sólo con mi madre y ella se encontraba dormida, así que por ende yo tendría que levantarme primero. Era un poco confuso ya que no tenía ningún solo recuerdo del cuerpo del dueño anterior.

Así que sin más cosas que aprender entonces me fui nuevamente a la cama, no sabía que esperar, así que solo cerré mis ojos con cansancio y dormi.

....

Desperté nuevamente mientras miraba mi habitación y con una sonrisa me levante para bañarme, además de alistarme correctamente con una ropa muy cómoda.

Después de estar listo mire por la ventana unas figuras voladoras y mi sonrisa confirmó lo inevitable, estaba en el mundo Pokémon y lo que había visto volar no eran ni las ni menos que Pidgeottos.

Increíble.. - susurre en mis adentros ya que era la primera vez que veía un Pokémon.

Al estar tan emocionado tome mi mochila junto con una ficha de entrenador que parecía haber sacado ayer, lo que me ponía contento ya que parecía que era oficialmente un entrenador. Con todo esto baje por las escaleras y un olor de comida llegaba a mis fosas nasales.

Uhm.. Que bien huele.. - susurre contento recordando la comida de mi mamá.

Fue entonces cuando en ese momento una figura de mi misma estatura se posó frente a mí, un chico con una gorra roja, chaqueta roja y mochila de color amarillo..

Reencarnar en el mundo Pokémon "la leyenda del entrenador más fuerte" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora