El planeta Titán era, a grandes rasgos, un planeta bastante inhóspito. Gran parte de la superficie estaba constituida por grandes y áridos desiertos, convirtiendo el agua en un recurso escaso. Sin embargo, para los mercaderes, era el lugar perfecto para traficar armamento prohibido por la República Intergaláctica y la Federación Estelar.
Eso también lo convertía en uno de los planetas más difíciles de atacar, tenían una férrea defensa militar y un comercio netamente armamentístico que mantenía a sus escasos habitantes nativos bastante ocupados. No era un buen lugar para vivir o crecer. Por todo esto, era cuestión de tiempo que Titán quisiera obtener una de las armas planetarias más poderosas del universo: Etheria.
Ante tal amenaza, las relaciones diplomáticas entre los reinos de Etheria se afianzaron aún más, pero el cansancio de la guerra comenzaba a agotar las fuerzas de los habitantes del planeta mágico. Hordak incluso llegó a revelar en una reunión con el resto de los reyes que entre sus filas estaba la guardiana de Etheria: She-ra.
Eran tiempos difíciles, había perdido a su comandante Shadow Weaver, a su prometida de Dryl, y la amenaza de Titán se sentía cada vez mayor. Pero Etheria no formaba parte de la República Intergaláctica, por lo que estaban solos. Era absurdo seguir escondiendo ese as bajo la manga. La misión encubierta que unía a los 9 reinos, era, por lo tanto, esencial para la supervivencia misma de toda Etheria.
El rey Micah fue el primero en protestar, pero no porque no supiera de la existencia de She-ra, sino porque Hordak había esperado hasta el último momento para revelar su existencia. A pesar de la rivalidad entre ambos, se llegó a un acuerdo, ya que para alcanzar la paz y ser reconocidos en el resto del universo, debían descifrar el misterio de la fuerza inexplicable de Titán, que repelió incluso a la Federación Estelar.
Catra era consciente de esto, que incluso la Federación Estelar no había podido lidiar con Titán. Y eso le preocupaba enormemente, cosa que había terminado compartiendo con Entrapta, ya que le llamaba la atención que fuera una sabelotodo y le interesaba escuchar su opinión.
—Nosotros en realidad no tenemos mucha información sobre la República y la Federación. Pero, hasta lo que he podido averiguar, la Federación está lidiando en estos momentos con un problema mucho mayor. En otras palabras, no tienen tiempo para ayudarnos.
—No me queda claro porqué necesitaríamos de su ayuda. Hemos lidiado con invasores desde que tengo conocimiento. Etheria nunca ha necesitado ayuda exterior.
—Porque la Federación Estelar reúne a los mejores luchadores de todo el universo. Con su fuerza, probablemente sea muy fácil arrasar con cualquier amenaza. Pero, ellos siguen órdenes de la República, así que, aunque sean guardianes del universo, no pueden hacer lo que se les dé la gana.
—Adora y yo deberíamos ser parte de la Federación —rezongó Catra en un murmullo.
—Lo siento mucho por ti, pero creo que no aceptan amantes en la Federación.
—¡¿Qué?! ¡Adora y yo no somos amantes!
—¿Segura? Porque se nota por muchas razones, por ejemplo...
—¡Cállate!
En ese momento apareció a Adora para avisarles que estaban a punto de aterrizar. Notó que Catra estaba molesta, con los brazos cruzados mirando en dirección contraria a Entrapta. Le lanzó una mirada a la ingeniera, pero ésta solo se encogió de hombros. Así que optó por tomar a la felina por la cintura y guiarla a la sala de controles de la nave.
—Vamos Catra, tienes que ver esto. Este planeta se ve horrible. Es como si el desierto Carmesí fuera un planeta entero.
—¿No leíste el informe, cierto?
Aterrizaron en un extraño lugar en medio de un desierto que parecía tener paredes, pero al fijarse bien, eran cactus. Era un enorme cuadrante, con espacio suficiente para la nave, y las tiendas que el resto del equipo comenzó a armar apenas tocaron tierra. Lo extraño era que Perfuma aún no aparecía, a pesar de que indicó aquellas coordenadas para arribar.
Mientras terminaban de instalar todo, apareció Perfuma, llamando la atención de todos, quienes se reunieron en torno a ella.
—Soy Perfuma, un gusto en conocerlos. Como ven, hice un pequeño campamento para ustedes, nadie los encontrará aquí gracias a mis murallas de cactus. Me encargué de que alrededor hubiera más cactus también, para pasar desapercibidos. Esta será nuestra base, cuenta con 4 puntos de acceso, que luego les mostraré. Lo mejor será que nos movamos en grupos pequeños, pero es probable que tengamos que hacer a pie el primer tramo hasta llegar al mercado.
—Hay algo que no podías decir a través de las transmisiones, ya que podían ser interceptadas, ¿qué era? —preguntó Adora, con rostro serio.
Perfuma paseó su mirada por cada miembro del equipo, y luego suspiró.
—Perdí a mi compañero, DT, hace aproximadamente una semana. Localizamos un laboratorio secreto con el símbolo del ejército de Titán. Como es un cambia formas, insistió en que debía infiltrarse. Yo no estaba de acuerdo, me parecía peligroso, pero no pude convencerlo de lo contrario. Hacía unos pocos días atrás, descubrimos porqué los militares de aquí patrullan siempre en grupos de 3 o más: no sólo se clonan a millares, sino que también se fusionan físicamente y se hacen más fuertes. Así que cuando descubrimos el laboratorio, DT sugirió infiltrarse para obtener información de la ubicación del resto de los laboratorios, porque suponemos que debe haber varios, por el nivel de rapidez con la que aparecen más clones. Desde que se infiltró, perdí su contacto, por lo que me preocupa que lo hayan descubierto, así que envié un mensaje a Etheria solicitando apoyo lo más rápido que pude.
Un silencio sepulcral reinó en el ambiente. Aquello era mucho peor de lo que esperaban. Una cosa era lidiar con clones, y otra muy diferente con seres que se fusionaban para ser más fuertes. Catra comenzó a pasearse inquieta, su mente iba a mil por hora.
—Probablemente lo mejor sea dividirnos para localizar esos laboratorios. Y tal vez así encontramos a tu compañero. Tenemos que inutilizar sus fuentes de clones, así podríamos tener una oportunidad —dijo Adora.
—Pero nos descubrirán si los destruimos uno por uno —dijo Glimmer.
—Y estamos en desventaja numérica —señaló Bow.
—Si me acercan a un laboratorio, tal vez sea capaz de extraer la información que necesitamos —soltó Entrapta.
—Y así podríamos planear un ataque coordinado —finalizó Catra, posicionándose al lado de Adora.
—El tiempo será la clave, entonces. Mientras más tiempo dejemos pasar, es más probable que invadan Etheria. He notado un aumento progresivo del número de clones, así que se están preparando para la invasión, y no podemos permitir que pase eso —señaló Perfuma.
—Sería una masacre —murmuró Adora.
Perfuma asintió con un gesto, y luego improvisó una especie de mesa hecha con raíces del suelo. Colocó un dispositivo en el centro, que proyectó un holograma con un mapa tridimensional de Titán. Era el momento de idear una estrategia que les permitiera impedir la inminente invasión a Etheria.
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Más cerca de ti - Catradora
FanficCatradora Fanfic (+18) Etheria, por ser una antigua arma mágica que permite a sus habitantes usar la magia, está en constante guerra. Pero esto puede terminar, gracias a la misión secreta para derrocar al planeta Titán. Adora y Catra pertenecen al e...