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Sorprendentemente, todos estaban de vuelta en la Atalaya de la Federación, y con un gran dolor de cabeza. De pronto, al recordar los últimos acontecimientos, todos se giraron en dirección a Adora, quien de inmediato perdió su forma de She-ra y se desmayó, aunque Catra alcanzó a recogerla en sus brazos. La rubia estaba bastante debilitada, incluso su pulso estaba débil, por lo que la felina la miraba con genuina preocupación, con un nudo en la garganta.

Un silencio cargado de preocupación se cernía en la habitación, que fue interrumpido por la aparición de Perfuma, que respiraba agitada, parecía haber estado corriendo. Su cara reflejaba la sorpresa que le causaba verlos a todos de vuelta, para cambiar a preocupación al ver a Adora en los brazos de Catra.

—Me alegro que hayan regresado, pero tenemos que irnos ahora —dijo Perfuma.

En aquel momento aparecieron Netossa y Spinerella, que también parecían sorprendidas del repentino regreso del grupo. Pero luego vieron a Perfuma, que no estaba con ellos desde un principio.

—¿Quién eres tú? ¿Estás con Genjitsu? —le preguntó Netossa, poniéndose en guardia, al igual que su esposa.

—No, estoy con Summa, y ellos vienen conmigo.

—¿También eres de Etheria? —consultó Spinnerella esta vez.

—Sí, lo es. ¿Podrían por favor llevarnos a nuestra nave? —dijo de pronto Catra, su voz seria no daba lugar a contemplaciones. Sostenía a Adora con firmeza, parecía tener rabia contenida que explotaría en cualquier momento. Aunque en realidad, lo único que quería era salir de esa maldita nave.

—Está bien, pero iremos con ustedes. Hace mucho que no oíamos de Summa, por mucho que haya sido fundador de la Federación, sigue siendo un criminal. Además, quiero una explicación de qué intentaban hacer en nuestra Atalaya —respondió Netossa molesta.

El grupo se fue en dirección a la nave, en todo el trayecto Catra sostuvo en sus brazos a Adora, nadie se atrevió a ofrecerle ayuda, ya que su rostro preocupado reflejaba también enojo. Estaba enojada con Summa, Perfuma y todos los involucrados en esa maldita misión. No le importaba salvar Etheria si eso significaba perder a Adora, no podía tolerarlo.

Entrapta y Bow se encargaron de pilotar la nave, mientras que Glimmer con Mermista discutían con Perfuma sobre lo que había pasado, ignorando completamente a Netossa, quien exigía explicaciones. Sea Hawk se retiró discretamente a conversar con Bow sobre naves, no pensaba meterse en discusiones.

Catra estaba en un cubículo de la nave, mirando con tristeza a Adora, quien estaba recostada durmiendo aún. No estaba segura de cuánto tiempo le tomaría a la rubia recuperarse, y eso la llenaba de melancolía. Aquella experiencia en realidades alternas le había dejado más secuelas de la que pensaba, como también le ayudó a confirmar que aquella rubia era el amor de su vida.

A pesar de estar encerradas ahí, podía escuchar los gritos de Glimmer y Mermista, así que decidió salir a ver qué pasaba.

—¡Obviamente sabes más de lo que aparentas! Cuando Netossa te preguntó, dijiste que estabas con Summa, ¿realmente has estado trabajando con nosotros todo este tiempo? —acusó Glimmer.

—Eso es cierto, además, parece conocer a Genjitsu —soltó con intención Netossa.

—Nosotros pasamos por todas esas realidades alternas extrañas, es curioso que sólo tú te hayas logrado librar, Perfuma —señaló Mermista enfadada.

—Está bien, les contaré todo lo que sé, pero primero debemos volver a Titán, antes que a Genjitsu se le ocurra ir para allá. Se ha llevado consigo a Summa, pero teníamos un plan de respaldo por si pasaba algo así. Además, necesitamos que Adora se recupere lo suficiente.

—Un momento, ¿quién diablos es Genjitsu? —preguntó Catra, sorprendiendo a todas, ya que no la habían escuchado llegar. La felina suponía quién podía ser, pero quería confirmarlo.

—Genjitsu es un criminal buscado hace mucho tiempo por la Federación Estelar, hace un mal uso de su poder, siempre en su propio beneficio, pero no sólo eso, también ha puesto en peligro millones de vidas en el universo, y que ahora tenga a Summa, lo hace aún más peligroso —explicó Netossa.

—¿Genjitsu es el que nos envió a las realidades alternas? —cuestionó Catra una vez más.

—Sí, su nombre es Genjitsu Kurieta, que literalmente significa creador de realidad. Ha sido enemigo de Summa hace mucho tiempo, y ha estado saboteando la paz del Congreso Intergaláctico para desatar una guerra y controlar el universo entero. No sólo puede crear realidades alternas, también es capaz de manipular materia hasta cierto punto, y tiene aliados poderosos— explicó esta vez Perfuma.

—Entonces, sí has estado trabajando para Summa —acusó Mermista.

—Sí, me alié con Summa por la misma razón que ustedes, tiene la clave para liberar el corazón de Etheria. Es la razón por la que renuncié a mi reino, juré que traería paz a Etheria antes de sentarme en un trono a perder el tiempo, incluso si eso me llevaba a luchar contra alguien como Genjitsu.

Un largo silencio reinó entre las presentes, poco a poco todo se iba aclarando para Netossa, no necesitaba preguntar nada. Mientras que Catra, cada vez que analizaba la situación, se enfurecía más.

—¿Y sabes cómo detener a Genjitsu? —consultó Catra a Perfuma.

—Descubrimos que la debilidad de Genjitsu es la magia, sobre todo si es magia pura, algo como...

—Como She-ra. Por eso nos atrajiste a Titán ¿verdad? —la interrumpió la felina.

—Esa es una de las razones, pero...

—¿Sabes que casi pierde la vida por sacarnos de esas realidades alternas? ¿Qué te hace pensar que no será diferente cuando se enfrente a Genjitsu? —la cortó de nuevo Catra, enfadada, acercándose peligrosamente a Perfuma, sus garras estaban completamente afuera.

—Espera, Catra, déjala hablar, ella sabe más que nosotras —trató de calmarla Glimmer.

Catra se giró hacia Glimmer, de sus ojos brotaban lágrimas incontrolables, a pesar de que estaba iracunda.

—Es fácil hablar cuando no eres la que se sacrifica, ¿verdad, brillitos? —respondió Catra.

Antes de que Glimmer le respondiera algo, Catra se marchó de vuelta al cubículo donde estaba Adora, no pensaba desmoronarse frente a todos. Pero una vez que cerró la puerta de la pequeña habitación, se dejó caer al suelo, llorando amargamente.

Por otro lado, Perfuma esperó hasta que la felina desapareciera para seguir hablando.

—No hay necesidad de sacrificar a Adora para acabar con Genjitsu, como expliqué antes, tenemos un plan de respaldo. Sólo tenemos que llegar a Titán a tiempo.

—Espero que tengas razón, Perfuma, porque Adora ya ha hecho más que suficiente por todos nosotros —le respondió con seriedad Glimmer.

—Pienso lo mismo —dijo Mermista.

Entrapta, quien había escuchado todo con atención, había configurado el curso de la nave a Titán, aunque aún no confiaba del todo en Perfuma, al igual que el resto de sus compañeros, pero no tenían más alternativas, menos en el estado que estaba Adora.

Más cerca de ti - CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora