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Adora extrañaba hacer equipo con Catra, pero sabía que Mermista era la mejor opción en aquel momento, ya que el cuerpo de los clones eran constituidos en un 45% por agua. Ella atacaría directo al núcleo ubicado a la altura de sus estómagos mientras Mermista los inmovilizaba con su poder.

Tenían un mapa con una ruta trazada en el laboratorio que incluía dónde debían poner los explosivos. Era el laboratorio más grande, con 7 pisos subterráneos. Los otros 3 tenían sólo 5 pisos. Adora estaba preocupada, pero decidió enfocarse en la misión que tenían.

Catra hizo equipo con Entrapta, quien esta vez fue con un traje-armadura que compensaba su falta de fuerza, y además tenía una serie de utilidades, como cañones, propulsores en los pies, una IA llamada Darla que le informaba de todo, como también un intercomunicador de largo alcance, para poder estar al tanto del resto del equipo.

Perfuma estaba con Scorpia, para ellas fue un poco más difícil pasar desapercibidas, ya que Perfuma usaba las raíces bajo tierra para atacar, mientras Scorpia ultimaba a los clones para destruirlos. Era la única manera, ya que debían acabarlos rápidos para evitar que se fusionaran.

Glimmer, Bow y Sea Hawk hacían lo posible por pasar desapercibidos, que gracias a las teletransportaciones de Glimmer lo estaban logrando. Nadie supo cómo fue que de un momento a otro las cosas se pusieron malas. Adora y Mermista pudieron escapar del laboratorio y hacerlo explotar, pero al salir se dieron cuenta que ninguno de sus compañeros había comentado que habían terminado la misión.

Adora estuvo llamándolos uno a uno, hasta que Glimmer le respondió entrecortadamente que estaban escapando del lugar, pero se veían un poco atrapados por clones de patrullas del exterior. La rubia miró a Mermista, quien asintió con la cabeza, y fueron a ayudarlos, ya que se encontraban relativamente cerca.

Con Mermista y Adora, les fue relativamente fácil escapar, porque ya habían varios clones fusionados. Sea Hawk estaba herido en un costado, al igual que Bow, ya que no esperaban tantos clones fuera del edificio. Adora se preocupó por los otros dos equipos, e insistió tratando de comunicarse. Esta vez fue Perfuma que contestó, indicando que iban camino hacia donde estaban ellos, pero que se prepararan por si los clones las seguían.

El callejón cerca del mercado se estaba volviendo estrecho para todos cuando por fin aparecieron Perfuma y Scorpia, bastante agitadas, pero habían logrado despistar a los clones lo suficiente para que no los siguieran. Adora se puso nerviosa, las únicas que no respondían hasta entonces eran Entrapta y Catra.

Llamó a Entrapta, varias veces, sin obtener respuesta. Su mirada preocupada viajaba hacia el horizonte y a los dos heridos. Su instinto le decía que debía ir por ellas, pero no podía arrastrarlos a todos con ella en su búsqueda. Miró unos segundos a Glimmer, que estaba preocupada por su prometido. Llamó una vez más a Entrapta, y esperó impaciente alguna señal de ella. Hasta que la recibió.

—Adora, estamos... los clones... demasiados... no pude evitar... a Catra —se escuchaba a medias la transmisión.

Su corazón dio un vuelco cuando escuchó el nombre de Catra, y tomó una decisión.

—Perfuma, lleva a los heridos y a los demás al campamento. Glimmer, voy a necesitar tu ayuda. Entrapta me mandó su ubicación actualizada. Vamos a sacarlas de ahí.

Glimmer le echó una mirada rápida de despedida a Bow y luego tomó del hombro a Adora. Les tomó varias teletransportaciones, pero llegaron al laboratorio. Entrapta estaba disparando con sus cañones a los clones, pero ya eran demasiados y a Catra no se le veía cerca. Adora se acercó más a Entrapta, a la vez que Glimmer la cubría, enfrentándose a los clones que parecían nunca acabar.

—¡Entrapta! ¿Qué fue lo que pasó? —preguntó la guerrera mágica cuando la alcanzó.

—No pudimos entrar siquiera, una alarma sonó y de pronto nos vimos rodeadas de clones. Intenté ayudar a Catra, pero luego comenzaron a fusionarse a gran velocidad y la perdí de vista. Según mis sensores, ya no está cerca, así que puede que se la hayan llevado.

— ¿Por qué se la llevarían? —gritó con cierta desesperación Adora.

De pronto uno de los clones fusionados, se detuvo en medio de la pelea, a unos metros de distancia de ellas.

—She-ra, si quieres volver a ver Catra, ven con nosotros —la invitó.

—¡Ni se te ocurra, Adora, es una trampa! —gritó Glimmer.

Adora dio un gran salto para caer y generar una onda de choque, gracias a eso alcanzó a vislumbrar las puertas abiertas del recinto, y del interior salían clones como hormigas. No tenía otra opción que arriesgarse.

—Glimmer, llévate a Entrapta de aquí, ¡no tenemos oportunidad, son demasiados! Yo iré con ellos y ganaré tiempo.

—Adora... —quiso reclamar Glimmer, pero se detuvo cuando vio la mirada seria de la guerrera.

Así que tomó a Entrapta del hombro, y se alejó de allí lo más rápido que pudo, sin mirar atrás, o no sería capaz de irse.

—Iré con ustedes —anunció Adora, y los clones dejaron de atacar.

Uno se acercó para guiarla, aunque no era necesario realmente. Los clones se apartaban para hacerle un camino que la llevaba hacia el interior del laboratorio. Adora se dio cuenta que hablaría con Summa, la entidad que controlaba a esa enorme cantidad de clones. Le parecía curioso que quisiera comunicarse con ella, en vez de matarla o herirla.

Se adentró cada vez más profundo en el laboratorio, que era, al parecer, más grande de lo que contaba Entrapta. Parecía haber sido remodelado recientemente, expandiéndose otro piso subterráneo más, lo que le confirmó a Adora que probablemente Summa sabía con qué información contaban.

Finalmente, entró a un enorme salón un tanto oscuro, pero que en el centro había una tenue luz que venía de una extraña nube gaseosa, que tomó la forma de un rostro andrógino. Ese rostro debía ser Summa, o eso esperaba Adora.

—She-ra, bienvenida a mis aposentos. Mi nombre es Summa, aunque eso ya lo sabías.

—¿Por qué te interesa hablar conmigo y por qué te llevaste a Catra? —le espetó Adora.

—No tengo intenciones de pelear contigo, She-ra.

—Tengo un nombre, mi nombre es Adora.

—Adora, te noto alterada. Por favor relájate para que podamos hablar.

—No hablaré ni mierda si no me dices dónde está Catra.

Adora comenzó a enfadarse de verdad, y su cuerpo comenzó a brillar aún más, tanto así, que parecía como si emanara una llama blanca de su cuerpo. Le enfurecía la tranquilidad de Summa, mientras que ella había perdido a alguien importante.

—No le haré daño a Catra, sólo la traje para poder hablar contigo. La liberaré una vez que me escuches, Adora.

La llama blanca se elevó, y el suelo debajo de Adora comenzó a resquebrajarse por su poder.

—Ni siquiera sé si está viva, ¿y pretendes que te escuche? Voy a destruir este lugar contigo y tus clones hasta encontrarla —amenazó.

—Calma, Adora. No soy tu enemigo.

De pronto apareció una pantalla, que mostraba a Catra dentro de un recipiente cilíndrico, dormida y rodeada de una especie de líquido amniótico.

—Te la devolveré, como prometí, una vez que me escuches. Por favor, Adora.

Adora se calmó al ver a Catra casi sin darse cuenta, pero seguía desconfiando de la entidad, pues nunca había lidiado con nadie así.

—Te escucho, Summa.

Más cerca de ti - CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora